Sitka, antigua capital rusa de Alaska

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Vitus Bering, un explorador danés de origen ruso, fue el líder de la expedición a la que se atribuye el descubrimiento de Alaska. Los dos barcos de la expedición, el San Pedro y el San Pablo, zarparon de Kamchatka (Rusia) en mayo de 1741. El San Pablo, al mando de Aleksey Chirikov, tocó tierra el 15 de junio de 1741 cerca de Sitka. En 1799, Alexander Baranof construyó el Fuerte Redoubt san Miguel Arcángel, unos 10 kilómetros al norte de la actual Sitka, cerca de la terminal del ferry. Este asentamiento fue destruido dos años después por guerreros tlingit. En 1804, Baranof regresó de Kodiak para restablecer el dominio ruso en la zona de Sitka. Tras una batalla decisiva en Indian River, en la que los tlingit fueron derrotados, los rusos construyeron un nuevo fuerte en el lugar, en lo que hoy es Sitka. En el verano de 1805 ya habían construido varios edificios e instalado 32 cañones para protegerse de los ataques.

Con banderas de muchas naciones, exploradores y comerciantes siguieron los pasos de los descubridores, en busca de la riqueza peletera de la nutria marina. Sin embargo, el primer gran esfuerzo de desarrollo fue el de Gregor Shelikof, príncipe mercante ruso. Shelikof organizó la Compañía Ruso-Americana y fundó su sede en la isla de Kodiak en 1784.

Alaska fue transferida a Estados Unidos en Sitka el 18 de octubre de 1867. Sitka siguió siendo la capital de Alaska hasta 1912, cuando el gobierno territorial se trasladó a la capital actual, Juneau. La mezcla de herencia tlingit, rusa y estadounidense ha contribuido a que Sitka se convierta en una ciudad rica en cultura y arte. Es conocida como la ciudad más pintoresca del sureste de Alaska, Sitka está enclavada en la base del monte Edgecumbe, un volcán inactivo que se parece un poco al famoso Fujiyama de Japón, que es parte del paisaje.

Sitka es fácilmente accesible, ya que es una parada programada en el sistema de autopistas marinas (ferries) de Alaska y tiene vuelos diarios desde Seattle y Juneau, desde donde llegamos. También es una de las paradas favoritas de los cruceros en verano. El nombre Sitka, o “Shee Atika” en tlingit, significa “pueblo de las afueras de Shee” (“Shee” es el nombre tlingit de la isla de Baranof).

Con el paso del tiempo Sitka decayó hasta convertirse en una pequeña aldea de pescadores, hasta que al comienzo de la segunda guerra mundial se instaló un centro naval en la isla Japonski, con 30.000 militares y más de 7.000 civiles. En la actualidad, el centro naval se ha convertido en el Centro Educativo y Médico Mt. Edgecumbe, un internado y hospital para niños nativos de toda Alaska, y es donde se encuentra el aeropuerto de la ciudad.

Resumiendo, en Sitka se escribió gran parte de la historia de Alaska. La ciudad fue la sede de la Compañía Ruso-Americana que colonizó y explotó su nueva posesión. También fue el lugar del histórico traspaso de Alaska de Rusia a Estados Unidos, y la ubicación de la primera capital de Alaska.

De todo lo anterior he estado escribiendo en detalle en mis columnas pasadas sobre Sitka: “El Castillo de Baranof en Sitka, antigua capital de Alaska”, “Los tótems y el Parque Nacional Histórico de Sitka”, “La Casa del Obispo Ruso en Sitka”, “Catedral de San Miguel en Sitka, Alaska”, y “El encanto de Bayview Pub (Sitka, Alaska)”.

Estuvimos casi dos días completos en la ciudad por lo que tuvimos tiempo de recorrerla y visitar los sitios más destacados. Además de los lugares que ya escribí, otros interesantes y que vale la pena visitar son el Museo Sheldon Jackson, el más antiguo de Alaska que vincula la cultura nativa histórica y contemporánea, y el Museo Histórico de Sitka donde está el Harrigan Centennial Hall, en el centro de Sitka. Su colección se centra en la historia de Sitka desde el pueblo tlingit, pasando por las exploraciones europeas y la época rusa. Un dato curioso es que cerca de la entrada, siempre estuvo una estatua de Alexander Baranof, el famoso gobernador ruso, pero después de ser vandalizada y por protestas previas debido de que Baranof supervisó la esclavización de los pueblos tlingit y aleut; entonces por votación del consejo municipal de la ciudad, a principios del 2020, el monumento fue reubicado dentro del museo.

 
También visitamos dos lugares muy especiales, uno el Alaska Raptor Center, un centro de rehabilitación para aves de rapiña enfermas y heridas, como águilas, búhos y halcones, cerca de la ciudad y la “Fortaleza del oso” un santuario para osos rescatados, que está un poco alejado de la ciudad, pero al que se puede llegar en autobús del servicio público sin problemas, de hecho es la última parada.

Veamos en detalle estos dos lugares:

La Fortaleza del oso. El santuario es un lugar único, que no solo ofrece una visión fascinante de osos pardos y negros rescatados, sino que también representa un faro de esperanza en la conservación y protección de estas magníficas criaturas.

Fue fundado en 2007 por Les Kinnear y Evy Kinnear con un objetivo claro: proporcionar un refugio seguro y una segunda oportunidad para osos huérfanos o rescatados de situaciones de peligro. Estos osos, que de otra manera enfrentarían un destino incierto, encuentran un hogar y cuidados dedicados en este santuario.

Muchos de los residentes del santuario han sido rescatados de situaciones difíciles, como huérfanos que perdieron a sus madres o aquellos que enfrentaron la captura ilegal. El personal altamente capacitado y los voluntarios se dedican a brindar atención y cuidado a estos osos, asegurando que tengan una vida saludable y feliz.

El santuario también desempeña un papel vital en la educación y concienciación sobre la conservación de los osos y su hábitat natural. En el lugar se ofrecen programas educativos, brindando información valiosa sobre la biología, el comportamiento y los desafíos que enfrentan estos animales en la naturaleza. Los osos se pueden observar en un entorno lo más natural posible, lo que permite conectarse de manera única con estas criaturas impresionantes. En Youtube pueden ver un vídeo en HD del lugar.

Alaska Raptor Center. La hermosa costa sureste de Alaska, es hogar de una impresionante variedad de vida silvestre, incluyendo majestuosas aves rapaces. En medio de este escenario natural, se encuentra el «Raptor Center», un lugar dedicado al rescate y rehabilitación de estas aves magníficas.

El centro fue fundado con una misión clara: rescatar, rehabilitar y liberar a aves rapaces heridas o enfermas en su hábitat natural. Las aves rapaces, como águilas calvas, halcones y búhos, son fundamentales para los ecosistemas de Alaska y su preservación es esencial para el equilibrio ambiental.

Una de las principales funciones es el rescate de aves rapaces en situaciones de peligro. Esto incluye aves heridas por colisiones con vehículos, intoxicadas por plomo o envenenadas, y aquellas que han quedado atrapadas en redes o trampas.

Una vez que las aves son admitidas en el centro, reciben atención veterinaria especializada. Los expertos trabajan incansablemente para curar sus heridas, tratar enfermedades y proporcionar el entorno adecuado para su recuperación. Cada ave recibe atención individualizada y un plan de rehabilitación específico.

El centro no solo se dedica a la atención médica y la rehabilitación, sino que también tiene un fuerte enfoque en la educación y la concientización. Ofrece programas educativos para visitantes de todas las edades, lo que permite a las personas aprender sobre la importancia de las aves rapaces en los ecosistemas y la necesidad de conservar su hábitat.

En el sitio se puede observar de cerca a las aves rapaces residentes que no pueden ser liberadas debido a lesiones permanentes. En Youtube me encontré también un vídeo muy bonito del lugar.

El centro también participa activamente en proyectos de investigación y monitoreo de poblaciones de aves rapaces en Alaska. Su trabajo contribuye al entendimiento científico de estas especies y su estado de conservación. Además, participa en programas de cría en cautiverio para ayudar a fortalecer las poblaciones en peligro.

Ya para finalizar, me encontré un bonito vídeo en Youtube, con las mejores lugares para visitar en Sitka, que incluye casi todo lo que he descrito. Está narrado en inglés, pero pueden activar los subtítulos, y hace la traducción de forma automática.

Preparé una bonita galería en Facebook, por la gran cantidad de imágenes y conservar la alta resolución. Incluyo imágenes del Raptor Center y la Fortaleza del oso. Para más imágenes de Sitka, en los enlaces de mis otras columnas pueden ver muchas imágenes más. Incluyo una pequeña galería de las imágenes locales que uso como apoyo, a la que le incluyo algunas antiguas de la ciudad.

En el anexo pueden leer una biografía de Vitus Bering el gran navegante danés cuya expedición descubrió Alaska para Rusia.

Califique esta columna:

Gracias a HMdb.org The Marker Historical Database, que fue de mucha ayuda para el texto de las láminas informativas, y a Bells’s Travel Guide Inside Passage 2023 Mapbook.

Anexo

Biografía

Vitus Bering

Vitus Bering
1681 – 1741

Vitus Bering fue un explorador danés-ruso que desempeñó un papel fundamental en la exploración de la región del Ártico y del Pacífico norte durante el siglo XVIII.

Vitus Jonassen Bering nació el 5 de agosto de 1681 en la isla de Horsens, Dinamarca. Pertenecía a una familia de pescadores, lo que probablemente influyó en su futura carrera como marino y explorador.

Bering inició su carrera en la marina danesa y rápidamente ascendió en las filas. En 1703, se unió a la Armada rusa y se trasladó a San Petersburgo, donde sirvió bajo el zar Pedro el Grande. Su experiencia en la construcción naval y su habilidad como marino llamaron la atención de las autoridades rusas.

En 1725, el zar Pedro el Grande le encomendó liderar una expedición para cartografiar las costas del norte de Rusia y Siberia. Durante esta expedición, Bering demostró sus habilidades como explorador y cartógrafo. Sin embargo, debido a las dificultades climáticas y a la falta de recursos, no logró confirmar la existencia de una conexión terrestre entre Siberia y América.

En 1733, la zarina Ana Ioanovna de Rusia ordenó a Bering liderar una expedición más ambiciosa, conocida como la Gran Expedición del Norte. El objetivo era determinar la presencia de tierras entre Siberia y América y explorar la región del Estrecho de Bering. Bering zarpó en 1733 y, en 1741, alcanzó la costa de Alaska, confirmando la separación de Asia y América.

Trágicamente no pudo regresar a Rusia tras su éxito en la exploración del Estrecho de Bering. Durante el viaje de regreso en 1741, su expedición quedó atrapada en la isla de Bering debido a las condiciones climáticas adversas y la falta de recursos. Bering murió el 19 de diciembre de 1741 en la isla que ahora lleva su nombre.

Su legado es significativo en la historia de la exploración, ya que sus expediciones ayudaron a trazar las rutas marítimas en el Ártico y el Pacífico norte. El Estrecho de Bering y el mar de Bering llevan su nombre en reconocimiento a sus contribuciones a la cartografía y la comprensión geográfica de la región.

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