Primer Circunloquio

Circunloquio

Yayo Vicente

Yayo Vicente

Operación “FISH”

La esposa de un pescador, ante los malos precios que pagaban los intermediarios, decidió vender la “captura” directamente al consumidor. Se puso manos a la obra, buscó una tabla y empezó a pensar en el rótulo que escribiría.

“AQUÍ SE VENDE PESCADO FRESCO MUY BARATO”

Demasiadas palabras para una tabla tan pequeña, entonces pensó: – “AQUÍ”, está sobrando, por supuesto que es aquí, pues es donde estará el rótulo. Y volvió a intentarlo.

“SE VENDE PESCADO FRESCO MUY BARATO”

Todavía era muy grande para pintarlo en la tabla, entonces pensó: – “SE VENDE”, es una obviedad, nadie regala pescado. Y volvió a intentarlo:

“PESCADO FRESCO MUY BARATO”

¡Qué va!, todavía era enorme, entonces pensó: – “MUY BARATO”, la gente va a desconfiar. Y volvió a intentarlo:

“PESCADO FRESCO”

¡Púchica!, todavía no cabe, entonces pensó: Por supuesto que es “FRESCO”, quien va a vender pescado malo. Y finalmente escribió:

“PESCADO”

Circunloquio

Para los ensayos no me gusta la Operación “FISH”. Suelo explicarme con ejemplos, haciendo asociaciones, con refranes, aforismos, lanzar ideas en apariencia inconexas y luego juntarlas. Se trata de entretener y si se puede, enseñar.

No viví la era de la comunicación con telegramas, sí la del intercambio epistolar, muy rápido pasé del télex al fax y luego al correo electrónico. Tweeter suspendió su regla de 140 caracteres para ampliarla a 280 y pagando hasta 4000. Acepto que, para muchas cosas, ir directo al grano simplifica la vida.

Cuando estudiaba medicina veterinaria, solo había el vuelo semanal de Pan Am, desde Panamá hasta Rio de Janeiro. Antes, por supuesto, era necesario llegar a Panamá desde Costa Rica. El mismo recorrido tenían las cartas. Una pregunta, que se hiciera, con suerte obtenía respuesta dos semanas después. A veces más, pues los sacos de correo no siempre se montaban en el avión que correspondía.

Muchos me escribían y tenía que contestarle a todos. La carga estaba inclinada de mi lado. Estudié las cartas para encontrar que tenían en común. Las preguntas se repetían casi igual en todas: ¿Cómo estás?, ¿Cómo es el clima?, ¿Cómo van los estudios?, ¿Cuándo te das una vuelta por aquí?, ¿Te hace falta Costa Rica?, ¿Conseguís arroz y frijoles?, ¿Te está gustando la carrera?, ¿Te gusta el país?, ¿Ya hablás portugués?. Decidí imprimir en polígrafo las contestaciones, donde cada tema tenía 5 respuestas de escogencia múltiple. Rápidamente me puse al día con mi correspondencia y los reclamos llegaron dos semanas después: repugnante, odioso, mal agradecido…

Ana Lorena, mi hermana mayor, todavía se acuerda y se pone furiosa. Sus lindas y fraternales cartas, de verdad que no merecían una respuesta poligrafiada con una X entre las distintas posibilidades que se tenían.

La lección fue determinante, se puede ser práctico para unas cosas y es necesario ser absolutamente tradicional para otras. La naturaleza humana y los distintos oficios condicionan lo aceptable y lo que no.

Los jueces hacen largos escritos, inician con un “resultando”, siguen con un “considerando” y finalizan con un “por tanto”. Nosotros los legos, nos vamos directamente al final, para saber qué pasó, los abogados leen los “considerando”, ricos en argumentos jurídicos y jurisprudenciales.

Los periodistas suelen escribir de manera piramidal: un título que invite a leer, lo importante en el primer párrafo y para el buen lector, el resto de la noticia, con detalles y antecedentes. Deben recortar o alargar sus publicaciones, de acuerdo con el número de palabras que permite cada sección.

Las novelas de la televisión mexicana, se hacen eternas porque los personajes no son sinceros. Esconden desde su amor por la futura pareja, hasta el misterio que se devela poquito a poco o hasta el final. Ese truco tiene a la audiencia esperando el capítulo siguiente, nada pasa de un capítulo a otro y todo se arregla satisfactoriamente al final.

Embutir un artículo que será publicado en un medio digital, no es para economizar papel y tinta, tiene explicación si no se quiere aburrir al lector. No le vamos a decir a la leche, líquido perlático de la consorte del toro. “Sin tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre”, trataremos de ser sucintos, pero sin exagerar. La verdad, es que no vamos a anunciar una venta de pescado.

Yayo

* CIRCUNLOQUIO. Viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.

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3 comentarios

  1. Roy Rojas Castro

    Circunloquio, Yayo Vicente, se luce. Excelente!! (por el mismo creo aprendi a comentar.)

  2. GUSTAVO ELIZONDO FALLAS

    El artículo de mi vecino, 100 m en línea recta, me hace pensar también en los que redactan leyes en CR y su eterno «circunloquio», que cantidad de paja, 100 planas de justificantes para reformar un único artículo de una ley y ni se diga de los reglamentos a las leyes, ¡qué cantidad de paja!
    Estaremos pendientes de sus «antítesis» del circunloquio, mi estimado amigo Yayo Vicente, un mariense por convicción.

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