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Carlos Revilla Maroto
Resultó que el inmueble es un tesoro arquitectónico de la época de esplendor y elegancia victoriana. La Casa Lougheed, como se le conoce, es un hito histórico nacional de Canadá, y más que una simple residencia; es un portal al pasado que ofrece una visión fascinante de la vida en la próspera ciudad de Calagary a finales del siglo XIX y principios del XX. Desde su construcción hasta sus actuales funciones como museo y espacio cultural, la Casa Lougheed es parte de la historia y la identidad de Calgary.
La historia de la casa comienza a finales del siglo XIX, cuando el magnate empresarial James Lougheed y su esposa Isabella construyeron esta majestuosa mansión como su residencia familiar. Diseñada por el renombrado arquitecto inglés James R. Bowes refleja la influencia de la arquitectura victoriana, con su distintiva combinación de estilos románico y gótico. Con torres cónicas, ventanas de guillotina, detalles ornamentales y una impresionante fachada de ladrillo rojo, la casa es un ejemplo notable de la maestría arquitectónica de la época.
La casa fue terminada en 1891 y rápidamente se convirtió en el centro de la escena social de joven ciudad de Calgary, albergando una serie de fiestas y galas. Los Lougheed recibieron al gobernador general, Arturo de Connaught, su esposa, Luisa Margarita y su hija, Patricia; y en 1919 Eduardo VIII fue el invitado de honor en la fiesta en el jardín celebrada en la mansión.
Es una mansión de 1300 m² diseñada por James C. Bowes para incorporar la estética victoriana y está influenciada por el estilo Reina Ana. Esto es evidente a través del exterior de piedra arenisca rugosa, la masa asimétrica y las torres de esquina. Las influencias del neorrománico se encuentran con el techo empinado, y las torres en forma de cono emanan la arquitectura estilo château La mansión fue construida con lo que se consideraba en ese momento “lujos modernos”, incluido el agua caliente y la electricidad.
La mansión fue construida de piedra arenisca según el código de construcción municipal como resultado del incendio de Calgary de 1886. Una vez terminada la casa, incluía una sala de billar , una sala para fumadores, una sala de estar, cuatro dormitorios grandes en el segundo piso y seis cuartos grandes en el tercer piso. Tras la finalización de la construcción, el Calgary Herald describió la Casa Lougheed como “En diseño, solidez, alojamiento y mobiliario, no deja nada que desear”.
Adentrarse en la casa es como dar un paso atrás en el tiempo. El interior de 48 habitaciones está decorado con caoba española, mármol italiano, vidrieras y puertas e imágenes pintadas a mano de la flora y fauna de Alberta. Las habitaciones elegantemente decoradas, evocan la opulencia y el refinamiento de la era victoriana. Desde el lujoso salón de baile hasta la íntima biblioteca, cada rincón de la casa cuenta una historia de la vida cotidiana de la alta sociedad de Calgary en el cambio de siglo.
Los muebles antiguos, las pinturas al óleo y los objetos de época dan vida a la historia, mientras que las visitas guiadas ofrecen una visión más profunda de la vida de los Lougheed y su papel en el desarrollo de Calgary y de Canadá en general. Además, eventos culturales, exposiciones y actividades educativas proporcionan una experiencia enriquecedora para visitantes de todas las edades.
A lo largo de los años, la casa ha experimentado una serie de transformaciones, reflejando los cambios en la sociedad y la cultura de Calgary. Después de la muerte de James Lougheed en 1925, la casa pasó a ser propiedad de la familia hasta que fue vendida en la década de 1930. Posteriormente, sirvió como residencia para varios propietarios.
Los jardines que rodean la casa y que eran parte del jardín formal original de la mansión. A principios del siglo XX, la finca de 1,1 hectáreas incluía la residencia de 1891, la casa de carruajes y el establo, así como un jardín formal con una fuente en forma de cisne. El patio trasero y los huertos, los parterres florales, las calzadas y bulevares arbolados y los pastos transformaban el entorno de pradera. Las fiestas en el jardín de la Casa Lougheed eran grandes ocasiones, en particular la de 1919 para Eduardo, Príncipe de Gales. Tras la Segunda Guerra Mundial, el jardín formal y los pastos se vendieron y se construyeron tres bloques de apartamentos. En 1993, el ayuntamiento volvió a comprar esa parte de la finca para destinarla a parque, que está a cargo del Departamento de Parques de la Ciudad de Calgary.
El 10 de junio de 1992, fue designada “Sitio histórico nacional de Beaulieu de Canadá”, un sitio histórico nacional. Esto se debió en parte a que la mansión era un raro ejemplo de mansión ecléctica de clase media alta en las praderas canadienses.
El cabildeo local tuvo éxito en convencer a las autoridades de la necesidad de restaurar la mansión y los terrenos a su antigua gloria. La ciudad de Calgary compró las áreas circundantes a principios de la década de 1990 con la intención de crear un espacio público al aire libre, y en 1995 se creo la Sociedad de Conservación de la Casa Lougheed. En 1997 comenzaron los trabajos para reconstruir los jardines de Beaulieu y restaurar la mansión.
Por la hora temprana de nuestro caminata por la ciudad, no pudimos ingresar al museo, que estaba cerrado; pero en youtube encontré un magnífico vídeo de la mansión, con recorrido completo tanto por el exterior como el interior.
El lugar es lindísimo, y lo que más me gustó es que por ser un parque público el lugar se puede recorrer sin problemas. Por esta razón la galería, aunque pequeña, está muy bonita.
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