Serie documentos históricos (Especial para Cambio Político)
Lic. Daniel Oduber Quirós
VIII
FINANCIAMIENTO DEL DEFICIT FISCAL
Hay tres formas tradicionales para calcular el déficit financiero del Gobierno. La primera consiste en utilizar el gasto total incluyendo las erogaciones extra presupuestarias; la segunda reside en usar el gasto total efectivo; y la tercera estriba en emplear el gasto total presupuestario.
Aplicando cualquiera de esas tres formas se llega fácilmente a la conclusión de que el problema fiscal se le fue de las manos al presidente Carazo. Todo eso ha sido así, gracias a las decisiones que tomó el Gobierno actual en el diseño de la política económica y a los errores que cometió en el manejo de la hacienda pública, como los que se mencionaron en los capítulos anteriores y en los que nos falta por mencionar en los capítulos anteriores y en los que nos falta por mencionar en los siguientes. Esta ha sido una de las principales razones por las cuales el Primer Mandatario optó por montar un amplio programa de divulgación, haciendo uso de todos los medios de comunicación que tiene a su servicio, para hacer creer que todos los males y problemas generados en sólo dos años de su gobierno, se debía solo y exclusivamente. Que fácil es echarle la culpa a los demás cuando se descubre que se es incapaz de hacerle frente a las obligaciones más rutinarias y superiores de todo Gobierno.
En el primer cuadro se muestra el déficit financiero del Gobierno incluyendo los gastos extra presupuestarios:
GOBIERNO DE COSTA RICA
EL DÉFICIT FINANCIERO
(Millones de colones)
FUENTE: Contraloría General de la República.
Se observa claramente en él, que el déficit financiero del Gobierno ascendió a casi 4.000 millones de colones en 1979, habiéndose gastado un total de 8.441 millones de colones. Se observa también que el déficit disminuyó en 1977 y que, es a partir de 1978, con la nueva política económica adoptada por el nuevo gobierno, cuando comienza a deteriorarse marcadamente la situación fiscal de Costa Rica. Como se explicó en los puntos anteriores, fueron los errores cometidos por este Gobierno, y no por la Administración Oduber, en donde se encuentra a los culpables de este deterioro de la hacienda pública. Es evidente que el actual Gobierno no ha logrado disminuir el gasto público como lo ofreció y que, por el contrario, más bien ha logrado incrementarlo sustancialmente, aplicando fórmulas fiscales que no están respaldadas en recursos sanos y antiinflacionarios.
En términos generales explicábamos en los capítulos anteriores que la principal falla fiscal de este Gobierno en 1978 fue haber enviado a la Asamblea Legislativa un proyecto de presupuesto por 800 millones de colones para cubrir el aumento de salarios y otros faltantes de ese año, financiándolo exclusivamente con una emisión de bonos, en vez de haber utilizado la propuesta de recursos tributarios que había elaborado la administración Oduber o haber preparado otra fórmula alternativa.
Esta actitud equivocada que adoptó el Gobierno actual le costó a Costa Rica un aumento del déficit similar a los 800 millones de colones que contenía ese presupuesto en cuestión. Ese mismo aumento del déficit se ha sostenido lógicamente durante los años siguientes por cuanto el recurso presupuestario que escogió el actual Gobierno, y no la Administración Oduber, se dio por una sola vez, mientras que el gasto así autorizado se sigue repitiendo todos los años de allí en adelante. Ese fue uno de los errores más graves que cometió el actual Gobierno en 1978 y que hemos venido pagando todos los costarricenses. De no haberse cometido esa elemental falla, el déficit hubiera sido similar al del año anterior, pero nunca mayor al que habíamos dejado previsto en los objetivos del plan económico, que se habían fijado en noviembre de 1977 para alcanzar el año siguiente.
En el segundo cuadro se calcula el déficit financiero con base en la comparación de los ingresos corrientes con los gastos totales efectivos.
En este cuadro también se llega a la misma conclusión a que se llegó en el cuadro anterior: por un lado, que el déficit comenzó a disminuir en 1977, y por el otro, que se aceleró ese déficit a partir de 1978. Pero lo que nos interesa ahora es demostrar que el actual Gobierno, además de haber aumentado el gasto público, cometió graves errores de política económica y fiscal que incidieron en forma negativa sobre los ingresos tributarios. Calificamos esta actitud como otro de los graves errores cometidos por el Gobierno actual.
EL DÉFICIT FINANCIERO
(Millones de colones)
FUENTE: Banco Central de Costa Rica.
Destaca en cuadro No. 2 que los ingresos corrientes pasaron de 4.111 a 4.344 millones de colones de 1978 a 1979. Esto significa sólo una tasa de crecimiento de 5,6 por ciento, mientras que en los demás años de esa década osciló esa tasa entre el 17 por ciento y el 40 por ciento. Como se mencionó en otro de los artículos anteriores, a la política adoptada por la administración Carazo de reducir los impuestos que pesaban sobre los artículos importados no indispensables, de conceder exenciones en programas que debieron ponerse en práctica en un momento más apropiado, de acceder al aumento de las deducciones personales del impuesto sobre la renta, de adoptar una política de contracción a la actividad económica y a la producción, de implantar una política financiera de altas tasas de interés que condujo a posponer el pago oportuno de lo impuestos, para solo nombrar unos cuantos ejemplos de decisiones desacertadas e inoportunas en un momento histórico en donde ocurrían graves problemas fiscales, son las principales causas del marcado deterioro que caracterizó a las finanzas públicas en 1979, por el lado de los ingresos.
En efecto, al caer tan bruscamente el ritmo de crecimiento de los ingresos fiscales, el Gobierno actual se vio frente a un creciente déficit de caja, optando primero por el uso de las letras del tesoro. Pero, una vez utilizadas todas las letras del tesoro que permite la ley, el Poder Ejecutivo descubrió un sistema muy expedito de la emisión monetaria que, contando con la complacencia de la junta directiva del Banco Central y de su presidente ejecutivo, le dio magníficos resultados desde el punto de vista irresponsable en el manejo de la hacienda pública, que comprometió en adelante a la vida económica del país y que lo arrastró hacia las garras del proceso inflacionario en marcha. Ese sistema “científico” de emisión monetaria, que le hemos llamado “petróleo bancario”, le permitió al Gobierno de Carazo contar con más de 2.000 millones de colones emitidos por el Banco Central para comprar una suma igual de bonos de Gobierno.
En 1980 ante la fuerte crítica que se escuchó en todos los círculos contra el Poder Ejecutivo por la aplicación de la política malquerida del “petróleo bancario”, el Gobierno actual optó por un nuevo camino por medio del cual asegura el ingreso de dinero en efectivo a través de la compra obligada de bonos fiscales que tienen que hacer las instituciones autónomas con sus propios recursos al Ministerio de Hacienda. De esta insaciable voracidad que ha puesto de manifiesto el actual Gobierno, lo que va a producir ahora es un total desfinanciamiento de las instituciones descentralizadas, al extraerles cerca de 1.100 millones de colones que en vez de usarse en las inversiones programadas o en el desarrollo de los planes sociales, servirán ahora para pagar el gasto creciente y desenfrenado del actual Gobierno.
Mayor será el problema financiero que deberán soportar las instituciones públicas en los próximos meses con el congelamiento de sus cuentas corrientes, que se han centralizado mediante la creación de un Fondo de Compensación, con el objeto de que compren más y más bonos fiscales del Gobierno. Se calcula que este nuevo procedimiento de exacción monetaria impuesto por la administración Carazo permitirá la compra de unos 700 millones de colones en bonos y más bonos. Lo paradójico de este asunto es que la creación del Fondo de Compensación era un punto marginal y secundario de la creación de la Autoridad Presupuestaria, y ahora resulta que fue el primero y el más importante. Por otro lado, recursos que deberían utilizarse para financiar actividades productivas necesarias para el desarrollo del país, se habrán de utilizar ahora obligatoriamente en la compra de más bonos del Gobierno. Esta será la nueva modalidad que en la danza de los millones, como lo fue el “petróleo bancario” en 1979, ahora disfrutará el Gobierno mediante el uso de los recursos de las instituciones descentralizadas del Estado.
I. LLEGÓ EL MOMENTO DE RECTIFICAR
II. LA PRODUCCIÓN DISMINUYE POR LA POLÍTICA ECONOMICA
III. JUSTIFICACIÓN CARACISTA DE LA INFLACIÓN
IV. LA INFLACIÓN NO ES IMPORTADA
V. GÉNESIS DE LOS ERRORES FISCALES
VI. PRINCIPALES ERRORES FISCALES
VII. LA SUBEJECUCIÓN PRESUPUESTARIA
VIII. FINANCIAMIENTO DEL DEFICIT FISCAL
IX. LOS ECONOMISTAS LIBERALES Y LA POLÍTICA CREDITICIA
X. ATAQUES A LA NACIONALIZACIÓN BANCARIA
XI. EL “DOCUMENTO SECRETO” DEL F.M.I.
XII. QUIEN DEBÍA APLICAR LAS PROPUESTAS DEL F.M.I.
XIII. EL FRACASO DEL CONVENIO CON EL F.M.I.
XIV. EL DETERIORO DE LA BALANZA DE PAGOS
XV. EPÍLOGO