Restauración Nacional: una amenaza a la democracia

Ágora*

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com 

Guido Mora

El pasado martes 20 de marzo, se conmemoró un año más de la primera batalla que libraron los costarricenses contra los filibusteros. En1856, un grupo de valientes costarricenses, se enfrentaron en una lucha desigual, contra una pandilla de aventureros esclavistas y, en quince minutos, infringieron la primera batalla a esta caterva de facinerosos, que pretendían esclavizar los territorios Centroamericanos.

Valga la conmemoración de este acontecimiento, para hablar de los peligros que, como Nación, seguimos enfrentando, ante el embate de grupos de filibusteros, que, como han podido conquistar nuestro país con las armas, han acudido al mensaje religioso para doblegarnos culturalmente.

Usted estimado lector preguntará, de que estará hablando quien escribe. Muy sencillo, escribo de la estrategia de conquista que muchos filibusteros modernos que, con la ayuda de quienes están dispuestos a vender la Patria por unas pocas monedas, están ejecutando en la Costa Rica actual, en esta que estamos compartiendo y que se somete en próximos días a una nueva batalla, ahora en las urnas electorales, contra quienes pretenden poner en manos de quienes promueven ideas antidemocráticas, el Gobierno de este país,

Hace unos días una estimada amiga me cuestionaba sobre la intensidad que estaba manifestando en mis publicaciones en las redes sociales. Mi respuesta fue simple: si el balotaje se hubiera realizado entre partidos políticos democráticos, hubiera asistido a las urnas a ejercer el sufragio, silenciosamente. El destino nos puso en esta encrucijada y, la segunda ronda, debe realizarse entre un partido político democrático y uno que no cree en la democracia. Ante esta disyuntiva, cualquiera que hubiese sido el candidato contra Restauración, hubiera recibido mi apoyo.

Mi posición no se define a favor del PAC. Mi posición se define contra Restauración Nacional y el grupo de filibusteros, manipuladores y mercaderes de la fe, que lo dirigen.

El Partido Restauración Nacional es una manifestación política de las sectas neopentecostales que se han extendido a lo largo de América Latina, durante las últimas décadas.

El surgimiento de estas sectas proviene de una única fuente: la intención de los mismos grupos esclavistas, en sus nuevas manifestaciones, que pretenden dominar América Latina en general y, ahora, a Costa Rica en particular.

La estrategia de subyugación política y económica de Estados

Unidos hacia América Latina ni es nueva ni, desgraciadamente, ha sido un fracaso.

Ya desde 1912, el presidente de Estados Unidos, Teodoro Roosevelt, había expresado: «creo que será larga y difícil la absorción de estos países por Estados Unidos, mientras sean países católicos».

Esta inquietud prevaleció a lo largo de varias décadas. En el marco de todo el siglo XX, la preocupación de los gobernantes de Estados Unidos, por las posiciones políticas de los latinoamericanos en relación con Europa y esa Nación del norte se profundizó. América Latina fue objeto de múltiples intervenciones armadas, apoyo a las dictaduras más represivas y el asesinato de miles de personas que pretendían una vida mejor, con más valores democráticos y más equidad en la repartición de la riqueza.

La Iglesia católica, por su parte, también tomaba conciencia de los niveles de exclusión, pobreza y desesperanza que vivían los latinoamericanos.

Ante estas preocupaciones, se celebra el Concilio Ecuménico Vaticano II y se publican las encíclicas Pacem in Terris (1963) y Populorum Progressio (1967), que modificaron radicalmente aquella visión de la Iglesia que había prevalecido hasta entonces, la de una Iglesia elitista y para las elites. El Concilio de Medellín celebrado en el año de1968, es el punto de partida de una nueva actitud de la estructura oficial de la Iglesia Católica, que impulsó la generación de laicos y religiosos comprometidos con las luchas populares de América Latina.

Este nuevo protagonismo popular, encendió las luces de alerta en los gobernantes de Estados Unidos, quienes buscaron la manera de acallar el respaldo político de la religiosidad católica, a las luchas populares.

Fue entonces cuando Nelson Rockefeller, vicepresidente de Richard Nixon, se embarcó en un recorrido por América Latina. Producto de su periplo por la región, elaboró un documento que se conoce como el Informe Rockefeller.

Sostiene este reporte, “que el catolicismo se había convertido en un centro peligroso de revolución potencial…, que era preciso remplazar a los católicos latinoamericanos por «otro tipo de cristianos». Recomendaba Rockefeller a su gobierno, iniciar un proceso de promoción las llamadas «sectas» fundamentalistas que surgían de la diáspora religiosa pentecostal estadounidense. De raíz europea, aunque virtualmente surgido a principios del siglo XX como un movimiento de protesta de sectores negros y populares urbanos de Estados Unidos, el pentecostalismo cuestiona a las Iglesias consideradas demasiado racionalistas o «frías». Muchas de sus ramas degeneraron en «sectas» de conducción personalista, mesiánica y autoritaria, rasgos que son ajenos a las Iglesias evangélicas o «protestantes tradicionales”.

La decisión que tomó en ese momento el Gobierno de Estados Unidos, fue el financiamiento y la promoción de grupos religiosos que, como “Los Testigos de Jehová” o los “Mormones”, fueron enviados a América Latina, para transformar paulatinamente la religiosidad de los pueblos y dividir las voluntades de los habitantes de la región.

Para los norteamericanos, los católicos dejaron de ser “aliados confiables”, en la ejecución de los instrumentos de dominación y la promoción de las ideas capitalistas que pretendían impulsar en nuestro Continente.

En 1979, con el fortalecimiento de los movimientos populares, muchos de ellos apoyados por manifestaciones religiosas cómo la Teología de la Liberación; el éxito de los procesos de democratización en muchos países de Latinoamérica y la caída de múltiples dictaduras, títeres de gobernantes y empresarios norteamericanos, se advierte una nueva preocupación por parte de las élites políticas de los Estados Unidos.

Con el fortalecimiento de la derecha política y religiosa, Ronald Reagan solicita a un grupo de políticos, compuesto por Francis Bouchey, Roger Fotainte, David Jordan, Gordon Summer y Lewis Tamb, la redacción de un documento en que se esbozara una estrategia para combatir el avance de las luchas libradas por los sectores populares en Latinoamérica. El resultado de este esfuerzo se conoce como “El Documento de Santa Fe”, pues fue redactado en la ciudad del mismo nombre, en el Estado de Nuevo México.

Este documento vuelve a señalar a los católicos como “aliados no confiables” y “fortalece el impulso de las sectas protestantes como un mecanismo para contrarrestar la fuerza de cohesión de la Iglesia Católica. La estrategia de “divide y vencerás” apoyando económicamente cualquier iniciativa para destruir a la Iglesia Católica y afectarla en su profetismo a favor de la justicia, la libertad y los derechos, explica, en parte, el crecimiento de las sectas a partir de los años setenta”.

Las condiciones sociales que enfrentan los latinoamericanos, representan un caldo de cultivo excepcional para la expansión de estas sectas religiosas: la pobreza; la concentración urbana y la consecuente secuela de la masificación; el narcotráfico; la violencia y los rápidos y profundos cambios sociales que provocan crisis existenciales y la búsqueda de seguridad e identidad, se convirtieron en las condiciones óptimas que favorecieron el fortalecimiento de estos grupos religiosos sectarios y fanáticos.

Si a esto agregamos que, unos años antes, en 1952 en la ciudad de Madras, en la India, se realizó una reunión mundial de protestantes y evangélicos sobre el objetivo de las Misiones y que, en esa reunión, prevaleció el argumento de fanáticos religiosos que sostenían que “los católicos no eran representantes del cristianismo y que, estaban en la obligación de anunciarles el Evangelio”. Esta disposición provocó que se tomara la decisión de voltear la mirada a América Latina, con el fin de incrementar la acción evangélica frontal e invertir mayor cantidad de recursos humanos y económicos.

El resultado no se hizo esperar: en América Latina cada hora 400 personas abandonan la Iglesia Católica; en 1900 existían 250,000 protestantes, hoy se estima que más de 45 millones de personas profesan esa denominación religiosa.

El problema, sin embargo, no termina allí. La derivación de las sectas pentecostales en la nueva “Teología de la Prosperidad”, o el “neopentecostalismo”, transforma radicalmente las acciones y funciones de estas sectas religiosas.

El sustento de la “autoridad apostólica”, que carece de toda base bíblica, genera y produce la dependencia de las sectas o grupos a individuos que se auto proclaman ”nuevos profetas”.

Las sectas neopentecostales introducen nuevas doctrinas que las separan del movimiento evangélico tradicional, reforzando la autoridad y el énfasis en los pastores y profetas. Es por eso, entre otras razones, que se genera una extrapolación y la desviación del pentecostalismo inicial. Como dice el pastor Julián Mellado, “esta corriente religiosa no es pentecostal, sino que es una expresión cristianizada de la metafísica que se originó en el siglo XIX. Dicho teólogo, prefiere denominarlo «movimiento metafísico cristiano», el cual trata de imponer una “visión mágica de la vida como expresión de la fe cristiana”. Este mismo pastor, considera qué, “en el neopentecostalismo, no se puede hablar de una teología, ya que no existe el estudio disciplinado de ella, y que en realidad se trata de una nueva espiritualidad; una mezcla entre lo bíblico y otras fuentes, como la psicología, La Nueva Era o la metafísica”.

Exigen, por otra parte, la “confesión positiva” que consiste en afirmar que el siervo tiene el poder en su palabra, no el poder de la palabra de Dios, sino el poder de la palabra de uno, y que Dios se ve «obligado» a hacer lo que uno dice con «fe», “por eso se llama fe sobre fe, porque no es fe en Dios, sino fe en lo que dice por fe.” 

Promueve la “prosperidad financiera”, que es el resultado de la confesión positiva; si yo confieso ser rico lo seré. “Dios quiere que todos seamos ricos». 

Extiende el uso de la risa: al demonio le molesta más que nada la risa, porque es el gozo de Dios. (eso dicen) la búsqueda de reír inconteniblemente sirve tanto para reprender demonios, alabar a Dios y como «riso terapia“.

No es extraño escuchar por parte de los practicantes, la emisión de sonidos de animales: es una de las más extrañas, sin existir una justificación clara, pero hay siervos que emiten sonidos de animales e incluso se tiran al suelo imitándolos. Esta práctica comenzó en la Iglesia de Toronto.

Estas dos últimas características, involucran la llamada “borrachera santa”.

Promueven las “sanidades divinas”, afirmando que el siervo debe estar sano e incluso algunas sectas, de manera radical, rechazan el uso de la medicina. Basados en la expresión: «llevó en sus llagas nuestras enfermedades». Ligan salvación con sanidad: el Señor en su soberanía sana a quien El desea, por Su misericordia. 

Promueven los “milagros prodigiosos”: en búsqueda de lo sobrenatural, y quien realiza más milagros «aparentes» -generalmente un pastor o el “profeta”, es a quien sigue la mayoría.

Utilizan el dinero, como un mecanismo de compromiso con Dios y medio de salvación, para lograr sus deseos y propósitos: “entre más grande la necesidad, más grande la ofrenda”. Quien la recibe finalmente, es el interlocutor entre Dios y los creyentes de menor jerarquía: el pastor o el profeta.

Y, aquí viene lo mejor: en el neopentecostalismo se enseña que la Iglesia, esa en la que se congregan, está llamada a establecer el Reino de Dios en esta tierra y que es obligación, de todos los seguidores, avanzar en esa acción. A esto se le llama “dominionismo” o “doctrina dominionista” o movimiento del “Kingdom Now” (Reino ahora).

Es esta justamente la raíz de su apostasía, pues predican y enseñan el avivamiento mundial; la reforma total a escala mundial; la cristianización de todas las naciones de la tierra y el establecimiento del Reino, sin el Rey presente. Enfatizan el “establecimiento del reino de Dios aquí y ahora”, (The Kingdom Now) o mejor llamada la prédica del “reino terrenal”.

En pocas palabras, la obligación de los profetas, pastores y creyentes, es procurar el establecimiento de una teocracia, que borre de un plumazo las manifestaciones democráticas que, como bien lo expresa en un video el “profeta de profetas” Rony Chaves, elimina las molestias que puedan generar quienes cuestionen las decisiones y las tareas que emprendan, quienes trabajan en la creación del Reino de Dios en la Tierra.

Desde esta perspectiva, es válida y permitida cualquier medida que procure alcanzar el “Kingdom Now”. Las acciones que se emprendan, bajo esa premisa, buscan concretar la voluntad y la manifestación de Dios. Esta interpretación abre incluso la posibilidad de violentar los Derechos Humanos y cualquiera otra legislación prevaleciente, pues lo que se procura con estas acciones es hacer realidad “la voluntad de Dios” y, desde luego, “todo está por debajo de la voluntad del Creador” y agrego, del profeta o el pastor, que es el representante de Dios ante sus seguidores.

Las repercusiones de esta interpretación religiosa son evidentes ya en estados como Guatemala, en donde la mezcla de corrupción, populismo, narcotráfico y sectas neopentecostales, han transformado al Estado, en un fracaso político, que sólo ha promovido el capitalismo desenfrenado, la exclusión social y la violencia.

En Costa Rica las últimas semanas hemos sido testigos de manifestaciones antidemocráticas, homofóbicas o amenazas persecutorias a diversos grupos sociales, de las que, ante la reacción adversa de importantes grupos, el candidato de Restauración ha tenido que retractarse.

Sin embargo, como estas manifestaciones son el resultado de su “adoctrinamiento religioso”, hay que comprender que sus contradicciones no son sino, producto del oportunismo electoral, orientado a conservar un apoyo político que, por fortuna, va en franco deterioro.

Es inexplicable la posición que ha tomado la jerarquía católica ante esta situación. El silencio cómplice, solo permite interpretar el apoyo de la jerarquía eclesial a los grupos neopentecostales, que son enemigos declarados, de los símbolos religiosos más sagrados de la religiosidad costarricense.

Difícil de entender también, la posición de cúpulas políticas de los partidos políticos tradicionales, que parece ser qué, por un plato de lentejas, están dispuestos a sacrificar los valores democráticos costarricenses.

Es paradójico, pero una vez más se repite la historia, “los pobres eligiendo a sus verdugos” y los traidores, vendiendo a la patria, por un puñado de monedas.

Esperemos que los costarricenses comprendan el peligro que representa Restauración Nacional y, en las urnas, ante la cruel disyuntiva que enfrentamos, decidan respaldar la iniciativa democrática, por encima de los nuevos filibusteros y sus aliados, enemigos de los valores democráticos, que forman parte de la idiosincrasia costarricense.

Evalúe esta columna: 1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (11 votos, promedio: 4,45 de 5)
Cargando...

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

Revise también

Roberto Dobles

Desbalances que han afectado el sector energía (IV)

Roberto Dobles roberto.dobles@gmail.com Revisión de la composición de las fuentes de energía de respaldo que …

2 comentarios

  1. Carlos Alberto Echandi meza

    Que cansado con gente como ud que ve fantasmas, los filibusteros que Ud habla son los grupos que apoyan al PAC, !! Sindicatos, Frente Amplio, Comunistas, !!!, internacionalmente a favor del Chavismo
    Un partido que va en proceso de perpetuarse con una campaña del miedo hacia la parte religiosa
    Le indico que en el mundo entero estos !!Filibusteros!! en su imaginacion , solo se pueden sostener cuando tienen un EJERCITO que los apoya ( Cuba, venezuela, Nicaragua, Bolivia, etc etc) y para su conicimiento ( por si no se ha dado cuenta) en Costa Rica gracias DIOS y a Don Pepe no tenemos ejercito

    Asi que !!! NO MAS PAC !!! , manada de corruptos,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cambio Político
Este sitio usa cookies. Leer las políticas de privacidad.