Ova, ova…

Bazar digital

Carlos Revilla M.

Carlos Revilla

Ya esta cerca la navidad y año nuevo, y fuera del ajetreo de los días previos a navidad, la mayoría de nosotros disfrutamos de algunos días de vacaciones. En mi caso casi siempre me quedo en la casa y aprovecho para leer y «trabajar» en algunos proyectos personales que normalmente uno deja lado por falta de tiempo. Seguramente voy a digitalizar un par de libros para incluir en EDEL.

Esta época también me trajo a la memoria los tiempos de vacaciones en mi niñez y juventud. Nosotros vivíamos en Barrio Otoya, en una calle sin salida, que terminaba en unas gradas que daban a lo que se podría decir es la parte «de atrás» del Parque Bolívar. En ese entonces no se cobraba la entrada y pasábamos metidos en el parque, que era algo increíble con el río Torres a la par. Hasta en verano íbamos a pescar barbudos al río, que ya se le empezaba a notar la contaminación. Hasta «gupis» (olominas) sacaba uno. La «barra» del barrio no era tan grande, pero si muy aventurera.

Me parece que sería bonito contarles un poco de que jugábamos es aquellos tiempos y estoy seguro que muchos jóvenes se van a sorprender (si es que alguno me lee, que a veces tengo dudas). Claro, es una época previa a los videojuegos y cosas de esas, por lo que las formas de entretenimiento en las vacaciones o después de la escuela eran muy diferentes a las de ahora. Por cierto íbamos a pie a la escuela, no habían buses ni microbuses, mis hermanas a la Escuela Perú, y con mi hermano a la Buenaventura Corrales (Edificio Metálico). Para que se ubiquen, estoy hablando de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado. ¡Hace cuarenta y pico de años!

Habían todo tipo de juegos. Los habían solo para niñas o niños y los que se podían jugar juntos. De los de niños no les voy a hablar, porque esos son los normales como fútbol y otros parecidos.

Voy a empezar contándoles de dos que jugaban mis hermanas. Había uno que se llamaba «Ova» que se jugaba individualmente con un bola pegándola contra un pared, y repitiendo un estribillo con el que se hacían varias movimientos coordinados, especie de piruetas. El estribillo iba algo así (se los hago de memoria, de ver y escuchar a mis hermanas haciéndolo)

Ova, Ova
Ni me muevo, ni me río.
Una mano, la otra
Un pie, el otro
Media vuelta, vuelta entera
Remolino, torbellino
Se acabó

Entonces mientras se cantaba eso, se tiraba la bola contra la pared, con una mano, con un pie, etc., creo que ya captaron. El juego se ganaba completando toda la ronda sin dejar caer la bola.

El otro juego eran el juego de Yaxes, del que una de mis hermanas era experta. Eran una especie de varias figuras iguales, que había que recoger con una mano, después de dejar picar una bola de hule en el suelo. Primero una, después dos, etc., hasta tomar todas (creo que eran 5 o 6). Yo intenté varias veces jugarlo, pero nunca pude pasar del primer tiro, debo tener una descoordinación motora fina (o como se dice popularmente, era un chapa).

Ahora si, vamos a los juego en conjunto. Voy a mencionar algunos con una breve descripción de como se jugaban algunos de ellos.

Entre otros estaban: Turca, cuartel inglés, sortija (prendas), salero, gigante enano, 1, 2, 3 queso, quedó, quedó congelado o electrín, escondido, ladrones y policías, de donde viene y que oficio trae, viene el lobo, Pedro y Pablo, y teléfono chocho.

Turca y cuartel inglés eran de los preferidos. Turca se jugaba de acera a acera cruzando la calle, poniendo un límite hacia ambos lados de los que no se podía pasar. Se escogía a alguien para que estuviera en la calle y tratara de coger a alguien cruzando de acera a acera, si lo tomaban a uno cruzando, pasaba a engrosar a los «cogedores», esto se jugaba hasta que ya no quedaba nadie cruzando la calle. El juego empezaba diciendo la frase (que nunca he sabido de donde viene) «turca, turca, la gran turquía, la más hermosa será la mía».

Cuartel inglés era especial, el juego de exteriores por excelencia, que verdaderamente lo retaba a uno, y había que tener muy buena condición física. Los jugadores se dividían en dos bandos, y cada uno se colocaba en la calle a unos 15-20 mt de distancia. Entonces los dos grupos se ponían en fila y y se rifaba quien iba de «visita» al bando contrario, usualmente el primero que iba era el más veloz del grupo. Los de la fila extendían el brazo y el que llegaba tenía que tocar la mano del brazo extendido y salir inmediatamente en carrera hasta el «cuartel» (que era de donde venía). Si lo cogía el que había tocado antes de llegar, era «prisionero» y pasaba a engrosar el grupo contrario. El juego terminaba cuando todos los de un lado pasaban a ser prisioneros.

Como ven se hacían muchos juegos, no alcanza el tiempo para hablarles de todos. Antes de despedirme si quiero recordar algunas de las frases que se decían para hacer los grupos al azar y escoger quienes los integraban «al subir una montaña una pulga me picó, la agarré de las orejas y se me escapó» y el clásico «de tin marín de do pingüe, cucara macara títere fue, yo no fui, fue tete, pégale, pégale que ella fue» y había otro que decía «ini mini mani mo el chinito franciscó…», está creo que viene del inglés.

¿De qué otros juegos se acuerdan?

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