Los sentimientos de una campaña electoral

Ágora*.

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com

Guido Mora

A unos días de la tregua electoral, que inicia el 16 de diciembre, siguen siendo, desde mi perspectiva, tres sentimientos humanos básicos los que orientan la actual campaña electoral: el odio, el temor y la esperanza.

La esperanza, pretende provocar en el electorado, la posibilidad de que las propuestas de los candidatos mejoren la condición política, social y económica de los ciudadanos costarricenses, sobre todo de los más humildes.

Antonio Álvarez, Juan Diego Castro y Edgardo Araya aprovecharon esta semana para presentar sus propuestas políticas. En algunos casos, continúan ofreciendo proyectos, obras y contribuciones, sin explicar claramente la procedencia de los recursos económicos, en una economía en la que predomina el problema fiscal. En otros, la promesa de la transformación del estado ineficiente y engorroso, choca con la institucionalidad que articula y, algunas veces, es parte de la entropía que caracteriza nuestro sistema político. Por otro lado, se elaboran propuestas que tienen poca posibilidad de cumplimiento, particularmente, por la compleja organización del aparato político que se ha moldeado los últimos veinte o cuarenta años.

Algunas de las propuestas carecen de imaginación y parecen más bien ofertas políticas del siglo pasado, lo que hace que el votante no logre una motivación real, ante “promesas de político”: esas que siempre ha escuchado y que nunca se concretan.

De estos tres candidatos dos tienen posibilidades reales de ocupar la silla presidencial: el candidato del PIN y el del PLN. Hasta hoy, las encuestas muestran un empate técnico entre las voluntades de los votantes.

Considero que no será, al final de cuenta, “la esperanza” en el cumplimiento de esas promesas, la que mueva a los costarricenses a favor o en contra de uno de ellos.

La explotación del temor es, entre otros, el tema que impulsa la campaña del Partido Liberación Nacional, contra Juan Diego Castro. ¿En que sentido?, Sin presentar argumentos contundentes, la acusación de agresor o de populista, constituye la columna vertebral del mensaje de ataque de los liberacionistas. Hasta ahora, ese argumento ha permeado en algunos sectores del electorado. Sin embargo, el 36% de los votantes, según indican las encuestas, continúa sin favorecer a uno u otro partido. En definitiva, la estrategia de ataque de los liberacionistas no ha calado tan profundamente como desearían y un importante sector de votantes sigue imperturbable.

Juan Diego Castro, por su parte, sigue “montado en el tema” de la corrupción y, aprovechando la estigmatización que prevalece en diversos sectores del electorado, señalando al liberacionismo, como el principal responsable de los problemas éticos que subsisten en la política costarricense. Castro se ha apropiado de este tema y profundiza, en sus mensajes, las características negativas asociadas con el PLN. No le hace falta sino, explotar esta percepción social, que el PLN debió haber combatido de forma más agresiva en el período entre campañas.

También hemos notado un cambio en la estrategia de campaña del candidato del PLN: Antonio Álvarez hasta hace unos días ignoraba, de diversas maneras, a Juan Diego Castro, ahora ha comenzado a atacarlo. Caer en el juego del candidato del PIN, puede que no genere los réditos que los estrategas presupuestaron. En la estrategia de ataque es más agresivo, efectivo y contundente el candidato del PIN, que el del PLN: como quien dice, Antonio Alvarez se metió en el juego de Castro.

Se ha notado también, sobre todo en la entrevista realizada en el programa Matices y Noche Sin Tregua, un cambio de estrategia en la campaña de Castro Fernández, quien pasó de ser un candidato “agresivo”, a ser uno más reflexivo. El reclamo por la ausencia de las ideas de campaña pierde fuerza, pues se ha dedicado a exponer algunos de sus planteamientos que, sin entrar a considerar si son o no realistas, subsanan la crítica de la inexistencia de ideas en la campaña del PIN.

Tengo la impresión de que la etapa de agresividad de Juan Diego Castro terminó, al menos por ahora. Desde el PIN, Castro Fernández quiere mostrarse como un candidato propositivo y con este cambio de estrategia, le habla a los costarricenses, en un lenguaje tranquilo, sobre las propuestas políticas que ha formulado en su programa de gobierno.

Me viene a la mente la imagen del cuento infantil “El flautista de Hamelim”. Después de que Juan Diego Castro atrajo la atención del electorado con una actitud agresiva, pienso que ahora se dedicará a interpretar una dulce música con su flauta, con el ánimo de consolidar una posición política que considera que le es favorable. Tendremos posiblemente uno que otro grito disonante, algunas acusaciones y discusiones, pero considero que Juan Diego con su actitud agresiva, logró tocar la voluntad de importantes sectores sociales que, reflexivos o no, pero sin lugar a dudas “indignados”, posiblemente voten por él. Al fin y al cabo, el votante es un rebaño y se deja conducir, si escucha una melodía que le suene atractiva.

Por lo demás, considero que seguimos sin escuchar soluciones serias a los problemas reales que tiene nuestro país. La campaña tiende a polarizarse entre Álvarez y Castro. Los demás candidatos parecen sólo observadores de un juego de ajedrez. Veremos si alguno de ellos se atreve a asumir una actitud mucho más proactiva y logra entrar a la batalla. Por ahora su campaña ha sido aburrida y poco efectiva.

Nos queda aún el mes de enero. Los partidos deberán afinar su estrategia y sus maquinarias. La pugna que observamos en la campaña pasada entre fogueados actores políticos y figuras públicas destacadas, tiene una segunda edición, veremos si la experiencia del liberacionismo tiene éxito o si, más bien, triunfa quien recientemente ha irrumpido en la política electoral.

Estimados lectores, seguimos de observadores para ser testigos del resultado de la voluntad popular, el próximo 4 de febrero.

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* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

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