Futbol, equipos y triunfos

Ágora*

Guido Mora Mora
guidomoracr@gmail.com

Guido Mora

No acostumbro escribir sobre futbol. Trato de no referirme a temas de los cuales tengo poco o nulo conocimiento: debo confesar que soy “aficionado de perilla” y aunque me encanta el deporte, veo los partidos sentado en mi casa, frente al televisor.

Caigo sin embargo en la tentación de referirme a un aspecto que me parece necesario reseñar, de lo que estamos viendo en este Campeonato Mundial de Futbol Rusia 2018.

Ya los jugadores de Costa Rica fueron y volvieron. Realizaron una pobre presentación pues, contrario a lo que pueda pensarse, a esos torneos no se va sólo a participar. La meta es ir a realizar todo el esfuerzo posible, para ganar los encuentros que se han programado con anticipación.

Es por eso que con tiempo se sabe quiénes son los rivales, sus mejores jugadores y los sistemas de juego de cada uno de los contrincantes en la cancha.

Es para eso que a los directores técnicos les pagan sumas millonarias y los jugadores cobran “premios por participación”, para avanzar a las rondas finales del Campeonato Mundial.

Los unos y los otros tienen la obligación de poner su mayor esfuerzo, de trabajar en conjunto y de procurar anotar los goles, que son los que permiten triunfar en las justas futboleras.

Desde mi perspectiva, la Selección de Costa Rica fue con la perspectiva de que le metieran la menor cantidad de goles, pero da la impresión que en ningún momento tenía la intención de lograr anotaciones, para pasar a la segunda ronda. Esta afirmación la derivo del planteamiento técnico-táctico que Oscar Ramirez mantuvo en los partidos de fogueo previos a la justa mundialista y en los tres encuentros que nos correspondió jugar en la fase de grupos.

Vale la pena indicar que, sin ser experto en el tema, los equipos que cuentan con grandes jugadores, han ido, uno a uno, regresando a sus casas, ante la pérdida inesperada de sus escuadras.

Y es que, en este torneo –y posiblemente en todos los anteriores-, la realidad nos demuestra que, para avanzar, no es suficiente tener una estrella que se “eche al hombro el equipo”.

Los equipos que continúan en la contienda son justamente eso: “equipos”, conjuntos conformados por profesionales del futbol, en donde todos ponen su esfuerzo y su trabajo para hacer las anotaciones, lo que les permite continuar en las rondas finales del torneo.

Alemania, con sus grandes figuras, Messi y su selección Argentina. Cristiano y los portugueses y Costa Rica y su portero –para incluir a nuestro país con esos representantes del futbol mundial-, no pudieron ganar porque en la actualidad, el trabajo de un equipo que depende del accionar de un solo jugador, es fácil de leer, de adivinar y hasta de bloquear y anular.

En contraposición, selecciones como la de Francia, que sustenta el accionar de su escuadra en cinco o seis figuras, la de Uruguay, que muestra ser un conjunto competitivo y la de Bélgica, que fue capaz de darle vuelta a un marcador tan adverso como el 2-0, muestran una labor conjunta, en donde las “estrellas rutilantes” no son más importantes que todo el conjunto.

Hago esta afirmación, ya que considero que es válida no sólo para el deporte, sino también, para el funcionamiento y la integración de nuestros equipos de trabajo en las labores cotidianas que desarrollamos.

Siempre insisto en que es mejor tener un buen equipo, que depender de “estrellas”. Esa aseveración es una realidad en el futbol, pero también es válida para las empresas y para los gobiernos: depender de una sala persona para alcanzar las metas que se definan, no es ni oportuno ni conveniente.
Ya quedan pocos días para conocer qué conjunto logrará ganar el Campeonato Mundial de Futbol.

De parte de Costa Rica, es momento de comenzar a prepararse para el proceso de clasificatorio al Mundial de Futbol de Qatar 2022. Esperemos que ésta vez la dirigencia recuerde la importancia de los goles y por lo menos busque a un Director Técnico que logre articular una escuadra que vaya a competir y no sólo a participar.

Desperdiciamos una de las mejores generaciones de jugadores que ha tenido la historia reciente del futbol costarricense. Es imprescindible iniciar un proceso de renovación de la Selección Nacional de Futbol, el promedio de edad de las selecciones aun participantes reflejan que esos deportes están en manos de jóvenes deportistas, no de “estrellas consumadas”.

Esperemos que la Federación de Futbol tome las decisiones correctas, para lograr conjuntar un equipo competitivo, que en el 2022 nos enorgullezca aun perdiendo, porque perder con hidalguía también tiene mérito.

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* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

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