Anecdotario Costarricense

EJEMPLO DE GOBERNANTE

-Don Adán, a propósito del Banco Internacional (hoy Nacional de Costa Rica), cuyo cincuentenario de origen y erección ha sido festejado suntuosamente, con pompa merecida, ¿qué más podría usted decirnos?

Y nos contestó solícito y jovial:

-Hombre, uno de los sucesos más importantes, ulteriores a la fundación del Banco Internacional de Costa Rica, fue la quiebra del Banco Comercial, cuyo Gerente era Mr. Scott. Fue alarmante, y las gentes corrían de un lado para otro; y el pánico que· causó la suspensión de pagos, conmovió la sociedad y excitaba compasión ver a los pobres sacrificados llorando, sentados en el cordón de la acera del Banco, con sus cheques y depósitos incobrables. Nadie sospechaba la crítica situación de aquel Banco, y la sorpresa casi vuelve-locas a las víctimas de aquella bancarrota.

Al ver aquel desastre, salí corriendo a la Casa Presidencial, a comentar con mi amigó· Alfredo, la desgracia y le dije: «Mirá Alfredo, una quiebra de Un Banco, en un pueblo pobre, es desesperante y provoca hasta una revolución; ahora sí que nos llevó quien nos trajo». «Hombre, no seas exagerado, me dijo con calma; nada: hay que temer, tenemos el banquito que acabamos de crear y que ha de salvarnos». Y con aquel ánimo y serenidad que Alfredo se gastaba; y su talento y sabiduría de gobernante, me dijo: «A. ver con rapidez, traeme el libro de decretos y acuerdos para que escribás este: «Alfredo González Flores, Presidente de la República, en vista de la grave situación creada por la insolvencia del Banco Comercial; y con el propósito de impedir el curso de sus efectos peligrosos, DECRETA: El Gobierno de la República ASUME el pasivo del Banco fallido. Los cheques y demás documentos de crédito exigibles, serán pagados con billetes del Banco Internacional de Costa Rica».

Tal fue uno de los primeros beneficios del éxito del Banco Internacional. Cesó el temor, volvió la tranquilidad, desapareció el susto y los que tenían sus cheques, cobraron unos, otros los guardaron, nadie retiró sus depósitos; renació la confianza. Y en concurso de acreedores se tramitó tranquilamente la liquidación judicial de la quiebra.

Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.