El expresidente Daniel Oduber enjuicia la política económica del Gobierno de Carazo (IX)

Serie documentos históricos (Especial para Cambio Político)

Daniel Oduber Quirós

Lic. Daniel Oduber Quirós

IX

LOS ECONOMISTAS LIBERALES Y LA POLÍTICA CREDITICIA

En materia crediticia como en el área fiscal, encontramos ejemplos dramáticos de ensayismo político de improvisación irresponsable, de desacierto económico y de engaño deliberado a la opinión pública. Desde los albores de la administración Carazo una nueva casta de jóvenes economistas liberales logró controlar el eje sobre el que gira la política monetaria y crediticia del país: el Banco Central y los ministerios de Economía y Hacienda. Ese paso marcó el comienzo del “nuevo modelo económico” y el final de nuestro crecimiento económico en ésta década. Parafraseando a Churchill, ese no fue el final del principio sino el principio del final.

“En el pasado el crédito bancario se usó en forma exagerada por el Gobierno sacrificando entonces a los agricultores. A los industriales y en general, a los costarricenses que necesitaban crédito” dijo el presidente Carazo en su primer discurso televisado el 17 de agosto de 1978. Estas mismas palabras las podría usar hoy día el señor Presidente para explicar a los costarricenses el resultado de su gestión durante los últimos dos años. Ciertamente en su gobierno se ha exagerado como nunca el uso del crédito bancario a favor suyo y se ha sacrificado en este tiempo a los agricultores, a los industriales y en general a todos los costarricenses que necesitaban crédito.

Es lastimoso ver cómo el Banco Central, en actitud sumisa y apartándose de su tradicional seriedad técnica ha salido a la prensa en repetidas ocasiones (por ejemplo, La Nación del 9 de setiembre de 1979, y la República del 20 de setiembre de 1979 y 20 de mayo de 1980) a tratar de demostrar que “el Banco Central ha propiciado una política crediticia adecuada con respecto al sector privado, la cual ha permitido que los bancos comerciales continúen estimulando a dicho sector, que representa el elemento más dinámico de nuestra economía” y que “el aumento de la financiación para el sector público… no ha disminuido el financiamiento destinado a los empresarios particulares.

No me ocuparé aquí de señalar las manipulaciones estadísticas que hizo el Instituto Emisor para tergiversar la realidad en esas publicaciones para no herir el pudor que pueda quedarle a quienes las autorizaron. Simplemente presentaré las cifras del propio Banco Central para que los costarricenses saquen sus propias conclusiones.

SISTEMA BANCARIO NACIONAL:
AUMENTO DEL CREDITO, POR SECTORES

(Millones de colones)

Daniel Oduber - Cuadro

FUENTE: Banco Central de Costa Rica, Crédito y cuentas monetarias 1975-1979

En el cuadro se presentan los aumentos en el crédito otorgado a los sectores públicos y privado y, dentro de éste, a los sectores productivos, para 1978 y 1979. También se incluye el porcentaje que le correspondió a cada sector del aumento total de crédito. El año 1978 se incluye como referencia, ya que durante ese año el crédito estuvo regido fundamentalmente por el último programa crediticio de la administración Oduber; fue en octubre de 1978 que la nueva junta directiva del Banco Central modificó el sistema financiero y no es sino hasta 1979 que se ven los efectos de esas medidas y del primer Programa Crediticio elaborado por los nuevos economistas técnicos atrincherados en el Banco Central.

Las cifras del cuadro demuestran claramente dos hechos. Primero, mientras que en 1978 dos terceras partes del aumento del crédito se destinaron al sector privado (64 por ciento) y sólo una tercera parte al sector público (36 por ciento), un año después la situación se invirtió totalmente y el sector privado solo recibió una tercera parte del crédito, en tanto que casi tres mil millones de colones (más de tres veces la suma del año anterior) fueron a financiar gastos del sector público. Segundo, el aumento del crédito del sector público se dio a costa del financiamiento a los sectores productivos, que después de recibir el 43,7 por ciento del aumento crediticio en 1978, el año pasado su participación sólo llegó a 17,7 por ciento. La desatención a sectores productivos fue tan grande que incluso en términos absolutos el aumento de crédito que se les dio en 1979 fue 30 por ciento inferior al de un año antes.

En particular, nótese que los sectores más golpeados por la “nueva política crediticia” fueron la agricultura y la industria, a los que se les aumentó el crédito en prácticamente la mitad que en 1978, por lo que en 1979 sólo se destinó a esos importantes sectores el 10,1 por ciento del incremento total del crédito. Por otra parte, el crédito a “otros sectores” del sector privado (dentro de los que destacan el comercio, los servicios, los préstamos personales y la construcción) creció al mismo ritmo que el crédito total, por lo que a ellos correspondió el 53 por ciento del aumento dado al sector privado.

Es decir, además de que el crédito al sector privado fue insuficiente, éste se destinó preferentemente a financiar actividades que no contribuyen a aumentar nuestra producción y más bien estimulan el consumo y las importaciones, agravando la crítica situación de balanza de pagos en que nos ha sumido este Gobierno.

Esta es la verdad acerca de la “nueva política crediticia” de los Chicago Boys” y respaldada por el presidente Carazo: los sectores productivos, pilar de nuestro desarrollo, reciben sólo 17,7 por ciento del aumento en el crédito, mientras que el Gobierno se queda con el 62,3 por ciento y se otorga el restante 20 por ciento a financiar consumo. En su escala de valores, ésta es la prioridad que le dan al esfuerzo productivo, y las consecuencias de esta política, como se demuestra en otros de esta serie de capítulos.

En el próximo punto analizaré las políticas financieras de la Administración Carazo y su esfuerzo por desnaturalizar y desprestigiar a la Banca Nacionalizada.

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