Impuestos aberrantemente injustos y ¿Rodrigo Chaves?

Café de las 7

Welmer Ramos González

• Pueblo y pymes pagan fuerte.
• ⁠Un puñado de superricos privilegiadamente exonerados.

El ministro de hacienda Nogui Acosta, con absoluta “candidez”, emite algunas declaraciones totalmente desafortunadas que salen hoy publicadas en los medios de prensa.

1. Dice en La Nación que está previendo un aumento en el pago de intereses de la deuda. Si el Ministro de Hacienda lo dice, los financistas lo harán cumplir, pues ya se los ofreció públicamente (en economía se llama expectativas auto cumplidas). Desafortunadas declaraciones para un mercado que está lejos de ser medianamente competido.
2. Dice Don Nogui que no colocará más deuda en el exterior porque es más cara que el financiamiento interno (puede ser), pero no da una sola cifra sobre el costo de colocación interna. Esto hace sospechar que maneja una agenda oculta al respecto (su objetivo y compromiso parece ser el tipo de cambio).
3. Nogui dice que no puede cumplir metas fiscales en medio de una bonanza económica (un crecimiento de PIB, crece la inversión extranjera y de las exportaciones) porque la recaudación de impuestos disminuye fuertemente. Sobre esta contradicción no explica absolutamente NADA, y debería ser abundante en revelar las causas de fondo, porque los empresarios que producen para el mercado nacional, las pymes, “los pulseadores” y los asalariados, sí que han aumentado el pago de tributos.
4. Nogui, aún más inconsistente, pide alargar el plazo para la implantación del Hacienda Digital, que es la vía para sustituir el mamarracho de gestión de cobro actual por un sistema moderno. Esa posición del ministro Acosta al menos nos deja con la boca abierta y con preguntas como: ¿a quiénes le conviene mantener el ineficiente sistema actual? ¿Por qué en medio de una crisis de recursos posterga realizar el proyecto más rentable para el gobierno?, (bueno hasta nos viene el recuerdo del hackeo a la Tributación)
5. propone Don Nogui llevar el ajuste fiscal a través de recortes en programas sociales: educación, comedores escolares, red de cuido, PANI, hogares para adultos mayores, infraestructura, Asociaciones de Desarrollo, becas a estudiantes de bajos ingresos, bonos para vivienda, etc., una propuesta aberrante en medio de la inequidad en ascenso.
6. Costa Rica tiene impuestos fuertes para la población en general: asalariados, trabajadores por cuenta propia, pymes, impuestos a bienes inmuebles, IVA, impuestos a los combustibles; pero hay un grupo de los superricos que no pagan; son grandes contribuyentes que facturan más de ₡30.000 millones al año, son los grande elusores fiscales; van gratis, se volvieron parásitos de la sociedad, crearon la cultura del privilegio.

Ante tal panorama lo mínimo esperable por parte de la sociedad civil es que no se pierda la capacidad de asombro, pero además que el Colegio de Ciencias Económicas (simbólico) u otros Colegios, convoquen a una discusión de expertos para:

1. Analizar el desajuste entre bonanza económica y disminución en recaudación fiscal.
2. Analizar los nuevos disparadores del gasto en Costa Rica.
3. Discutir sobre las deficiencias de la gestión tributaria y aduanera.
4. De ser necesario pedirle a Rodrigo Chaves declarar una emergencia fiscal ante la incoherencia impositiva que se manifiesta.
5. Declarar Hacienda digital de extrema urgencia y crear comisión de vigilancia para la implementación de este proyecto.

   Y quizás muchas otras acciones por el bien de Costa Rica que saldrían de esa discusión.

   La inequidad, la injusticia, la pobreza, la falta de oportunidades para tener una vida digna, está trayendo como consecuencia de que muchos miles desprecien la democracia electorera en que vive Costa Rica, y nos llama con urgencia replantearnos la viabilidad de la ruta costarricense basada en la solidaridad y el bien común.

   – Economista.