Marzo 29, 2024
Salomé Ramírez Vargas
Decenas de miles de personas transitaban a diario por el puente colapsado en Baltimore para llegar a sus trabajos. Al duelo se une la parálisis del movimiento marítimo y terrestre en el área, mientras la comunidad intenta continuar con su día a día.
BALTIMORE, MARYLAND, EEUU — Para muchos latinos en el área de Baltimore, el puente Francis Scott Key era parte esencial de su movimiento diario por la zona. Luego del trágico accidente, se enfrentan a una nueva realidad.
“Pega bien cerca al saber de que es una de las rutas que mi esposo pasaba todos los días, igual que uno de mis hermanos, mi cuñado… duele… pudo haber sido mi hija que quedara sin papá”, dijo a la Voz de América Maritza Portillo, quien conocía al hijo de José Mynor López, uno de los guatemaltecos que permanece desaparecido.
Portillo trabaja en la escuela en donde estudia el pequeño José, de 8 años, a quien describió como cariñoso y atento. “Fue impactante porque es saber de que uno de nuestros estudiantes está pasando por luto”, apuntó.
La joven llegó el jueves hasta una vigilia en el parque Patterson de Baltimore, donde decenas de personas se unieron para honrar a las familias de los seis afectados por el colapso del puente.
“Saber que ellos estaban ganándose el pan de cada día es lo que duele, porque mi hermano se gana el pan de cada día también trabajando de noche, mi esposo también le dan un turno de mañana y de noche”, agregó la educadora.
El impacto económico del accidente
Los restos del puente Francis Scott Key, que servía de conexión para 30.000 vehículos al día, ahora bloquean la bahía del río Patapsco, lo que cada día estaría contándole millones a los transportistas y empresas navieras.
“Este puerto es responsable de más de 51 millones de toneladas de carga extranjera. Es la más grande del país. Eso es para todos los que compran automóviles, para todos los que compran equipos agrícolas. Así que esto no sólo está afectando a Maryland”, dijo Wes Moore, gobernador de Maryland.
Grandes compañías como la operadora de cruceros Carnival estima un impacto de 10 millones de dólares en su operación, y otras fabricantes de automóviles como Ford y General Motors, deberán desviar sus automóviles y piezas a otros puertos.
Moore recibió el jueves 60 millones de dólares en ayuda federal inmediata pero advirtió sobre un “camino muy largo por delante” para recuperarse de la pérdida. Mientras tanto, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU comenzó el jueves a mover una grúa en la costa este para ayudar a retirar los restos del puente y que puedan comenzar los trabajos para limpiar el canal y reabrir la ruta de envío clave.
Aunque se desconoce el tiempo que podría tomar la reconstrucción del puente, expertos como el economista Tulio Rodríguez, dijeron a la VOA que existen opciones para evitar un colapso en la cadena de abastecimiento.
“El puerto de Nueva York y New Jersey tienen 2 millones de contenedores en el mismo período. El puerto de Virginia tiene 850.000 contenedores, contra 250.000 contenedores que tiene el puerto de Baltimore… son puertos que están cercanos y que inmediatamente pueden proveer una sustitución y una alternativa”, dijo Rodríguez.
Sobre las personas que debían cruzar el puente en vehículos para llegar a su trabajo, las autoridades presumen que el tiempo de transportación entre un punto y otro ahora toma hasta 40 minutos a una hora más.
Unidos por la comunidad
Para Andrés Lizama, eventos como la vigilia en el parque Patterson, son una manera de pasar el momento “de tanto dolor y aflicción”.
Lizama fue uno de los organizadores del evento y ofreció una reflexión en español en honor a López, Miguel Luna de El Salvador, Maynor Suázo de Honduras, Alejandro Hernández de México, Dorlián Castillo de Guatemala y un mexicano adicional que no ha sido identificado.
“Ha sido una noticia que no nos esperábamos. Fue algo que nos despertamos un día en medio de la noche y todo el mundo estaba hablando de esto. Pero es algo que trae mucho dolor, mucho dolor a nuestro corazón, porque sabemos que hay familias que han perdido a sus padres. Sabemos que hay familias que han sido separadas por la muerte y ha traído mucho dolor a nuestras vidas y a la comunidad también”, dijo a la VOA.
Organizaciones comunitarias se han unido para brindar ayuda económica a los familiares de los fallecidos. Entre ellos el Círculo de Justicia Racial Latino (CJRL), quienes en 24 horas, lograron recaudar 98.000 dólares.
“Nosotros desde el primer momento que nos enteramos de que eran hispanos, nos unimos para ver en qué podíamos ayudar. No importaba de qué nacionalidad fueran, pero nosotros estábamos aquí y listos para ayudar”, dijo a la VOA Susana Barrios, vicepresidente de la organización.
Gevene Alarcón, secretaria de CJRL, aseguró que se sintieron abrumados por “la generosidad y el apoyo que nos vino de tantísimos lugares, en diferentes formas”.
“Estas personas murieron trabajando. Demostramos que somos esas personas que tenemos miles de razones para estar en este país, pero no importa la razón, estamos haciendo lo posible para hacer esta sociedad mejor”, concluyó Alarcón.
El gobernador de Maryland prometió el jueves que “las mejores mentes del mundo” estaban trabajando en planes para limpiar los escombros, sacar del canal el carguero que chocó contra el puente, recuperar los cuerpos de los cuatro trabajadores restantes que se presume muertos e investigar qué salió mal.
[Las periodistas de la Voz de América, Celia Mendoza y Divalizeth Cash, contribuyeron a este informe]
Cronología de la catástrofe del puente de Baltimore
¿Cómo una rápida actuación evitó un mayor número de fallecidos?
Antoni Belchi
La rápida respuesta de los equipos de emergencia, tanto federales como estatales, fue clave para limitar el impacto de la catástrofe del puente de Baltimore. Eso marcó una gran diferencia y evitó que el número de víctimas fuera mucho mayor.
En la madrugada del 26 de marzo, la vida de los vecinos del puerto de Baltimore cambió por completo. Un carguero de más de 100.000 toneladas, con más de 4.700 contenedores, impactó contra el puente Francis Scott Key, provocando su derrumbe. Las impresionantes imágenes dieron la vuelta al mundo y han sido el ejemplo gráfico de la consternación que aquí se vivió.
Sin embargo, las autoridades federales y estatales han insistido en que la actuación de los equipos de emergencia fue clave para evitar que esta catástrofe fuera mayor, con el saldo de 6 víctimas mortales, todos ellos trabajadores hispanos que estaban haciendo trabajos de pavimentación.
“Pero, trágicamente, seis personas perdieron la vida y una séptima resultó gravemente herida. Eran empleados que salían a trabajar en el turno de la noche, reparando la superficie de la carretera mientras la mayoría de nosotros dormíamos”, lamentó el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, durante una comparecencia en la Casa Blanca.
El funcionario encargado de transportes aseguró que la rapidez con la que actuaron los socorristas y otros miembros del equipo de rescate “marcó una enorme diferencia” ya que, de lo contrario, el número de víctimas mortales podría haber sido mucho mayor.
Y es que menos de un minuto antes de que el puente de Baltimore colapsara por el impacto del buque, un miembro del equipo de emergencia respondió a la llamada de socorro que la tripulación había enviado. La gigantesca embarcación había perdido el control e impactaría directamente contra la estructura de hierro y hormigón construida en la década de los setenta.
La cronología del impacto, minuto a minuto
La línea cronológica de la catástrofe se inició a la 1:25 de la madrugada del martes. En ese momento, el tráfico todavía estaba cruzando el puente y algunos equipos de construcción seguían trabajando en el lugar, ajenos a los que ocurriría pocos minutos después.
Según las imágenes que captaron el impacto, el barco se quedó completamente a oscuras y sin luces. Pero un minuto después, a la 1:26am, la energía volvió pero se observaba una columna de humo saliendo de la embarcación.
A la 1:27am, de acuerdo con la versión de varios testigos que han recogido los medios estadounidenses, un par de vehículos cruzaron el puente. Probablemente fueron los últimos que pasaron por ahí antes de que se derrumbara la estructura.
A la 1.28am, el Dali impactó contra el puente y colapsó.
60 segundos que lo cambiaron todo
Fueron precisamente esos 60 segundos los que pudieron evitar que la historia hubiese sido mucho más trágica, ya que después de recibir esa llamada de socorro, varios oficiales tuvieron tiempo suficiente para detener el tráfico vehicular hacia el puente como medida de precaución.
“De hecho, si no fuera por varios factores, incluidos los esfuerzos de los socorristas, la llamada de emergencia, el cierre de los trabajos de mantenimiento y la hora del día, las pérdidas de vidas podrían haber sido docenas”, dijo Buttigieg.
Pocas horas después del impacto, y cuando aún prácticamente no se sabía el número exacto de desaparecidos, el sitio web Broadcastify publicó una grabación de la Policía de la Autoridad de Transporte de Maryland, en la que se arrojan más detalles de cómo funcionó el protocolo de emergencia.
“Tenemos que detener el tráfico”
“Hay un barco acercándose que acaba de perder su dirección”, se escuchó. La misma persona exhortó a los funcionarios de seguridad a tomar las precauciones adecuadas, y así fue. “Así que hasta que tengan eso bajo control, tenemos que detener todo el tráfico”, señaló en esa corta comunicación.
Ese mensaje que quedó registrado confirma que los oficiales cortaron el tráfico vehicular inmediatamente, sin saber que el tiempo realmente corría en su contra. Sin embargo, no pudieron alcanzar al equipo de construcción que estaba realizando tareas de mantenimiento de los baches del puente.
Los trabajadores hispanos no tuvieron tiempo de ser evacuados del puente Francis Scott Key de Baltimore.
La llamada de emergencia un minuto antes del impacto
Las autoridades federales también confirmaron que, tal y como se observaron en las imágenes, el piloto del carguero había pedido ayuda a un remolcador porque la embarcación había perdido la potencia. Fue a la 1:27 de la madrugada, y eso también quedó registrado en la “caja negra” del buque, que servirá luego para aclarar más detalles en la investigación.
Una de las personas que atendieron ese pedido aseguró que ya había un equipo de emergencia para asistirlos. “»No estoy seguro dónde, pero hay un equipo allí,» dijo.
También, y de acuerdo con las informaciones publicadas, otro miembro de emergencia señaló que una vez que el oficial llegara para detener el tráfico, entonces se iría a “recoger a los trabajadores” de mantenimiento que aún quedaban en el puente ajenos a esos momentos de angustia.
“Todo el puente acaba de caerse”
Solo pasó un segundo cuando otro miembro alertó de que el puente había desaparecido. “Todo el puente acaba de caerse. Todo el puente acaba de colapsar”, expresó.
Minutos después se iniciaron las tareas de rescate, con la esperanza de recuperar con vida a los trabajadores que, sin saberlo, habían quedado atrapados en el puente.
La búsqueda de los cuerpos
Hasta el momento, las autoridades estadounidenses confirmaron el hallazgo de dos cadáveres atrapados en el interior de un vehículo en la zona del derrumbe del puente Francis Scott Key. Las víctimas fueron identificadas como Alejandro Hernández Fuentes, de 35 años, y residente en Baltimore, y Dorlián Ronial Castillo Cabrera, de 26 años, y residente en Dundalk.
Al mismo tiempo, el portavoz de la policía confirmó que, de acuerdo a las condiciones que presenta el terreno, se decidió pasar “del modo rescate al modo recuperación” ya que “los buzos no pueden navegar con seguridad u operar a su alrededor” debido a la gran cantidad de cemento y escombros que hay en el lugar de la catástrofe.
“Hemos agotado todos los esfuerzos de búsqueda en las áreas alrededor de estos restos y basándonos en escaneos, creemos firmemente que los vehículos están encerrados en la superestructura y el concreto que se vio caer”, indicó al respecto el superintendente Rowland Butler, del Departamento de Policía Estatal de Maryland.
Aún hay cuatro personas desaparecidas en el lugar donde el carguero colisionó. Las autoridades confirmaron que las víctimas, todas de origen latinoamericano, proceden de México, Guatemala, El Salvador y Honduras. Además, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) está en contacto con sus respectivos familiares para actualizarlos sobre la situación.
[Con información de Reuters]Voz de América