Repensar la independencia y la democracia

Ágora*

Guido Mora

Estos días, a propósito de la celebración de los 194 años de Independencia Patria, he estado leyendo un libro de Jeremy Rifkin y algunos textos de Daniel Estulin sobre el Club Bilderberg. Ambos autores me han hecho reflexionar sobre los alcances que tiene para los ticos ser y vivir en Costa Rica, un país independiente y democrático.

Leí en primera instancia el libro de Rifkin: La Era Del Acceso. La Revolución de la Nueva Tecnología, publicado por la Editorial Paidós en el año 2000. En este, que es posiblemente uno de los primeros textos de este autor, se analiza la transformación del capitalismo de la era moderna a la postmoderna.

En este texto Rifkin expone, entre otras cosas, sobre la desmaterialización del dinero, la transformación de la propiedad privada, tal como la conocemos en la actualidad y que fue el pilar fundamental del capitalismo hasta el Siglo XX y la evolución del comportamiento humano y social, que caracteriza esta nueva etapa del desarrollo económico mundial.

Las nuevas tendencias del comportamiento, que se observan en la Generación del Milenio y la Generación de las Pantallas paulatinamente van invadiendo la sociedad, universalizando comportamientos socio culturales, estandarizando patrones de comportamiento y consumo, desvirtuando la política y lo político, convirtiendo a la sociedad humana en un bloque homogéneo de valores que privilegia el consumo, el uso y el acceso a los bienes y servicios que ofrece la sociedad capitalista postmoderna.

De igual manera analiza, entre otras cosas, los movimientos económicos, las fusiones de transnacionales de la comunicación y la estrategia mediática articulada por ejércitos de mercadólogos, cuyo único interés consiste en concentrar la riqueza, universalizar los valores que les generen utilidades y, en última instancia, convertir sus negocios en el ideal cultural de todas las naciones, con el fin último de globalizar los gustos y preferencias que ellos mismos generan y promueven, y que desde luego, consolidan millonarias fortunas de unas cuantas familias que manejan la economía mundial.

Por otra parte, los textos relacionados con el Club Bildelberg y los escritos de Estulin, denuncian la existencia de este selecto grupo de familias e inversionistas, integrado por unas 160 personas, que manejan y orientan la economía mundial, propietarios de las actividades económicas más rentables a nivel internacional.

Este Club debe su nombre al Hotel donde se celebró la primera reunión en los Países Bajos, el 29 y 30 de mayo de 1954.

Esa reunión, se celebró por primera vez como iniciativa del consejero político polaco Jozef Retinger, quien se mostraba preocupado por el antiamericanismo que causaba el Plan Marshall en Europa. Retinger decidió convocar y reunir a los líderes europeos para promover el entendimiento entre ellos. Entre los invitados a esta primera reunión estuvieron el príncipe neerlandés Bernardo, que decidió promover la idea, David Rockefeller, quien financió la reunión y el Primer Ministro belga Paul van Zeeland.

Desde entonces el Club Bilderberg se reúne anualmente, con el objetivo de crear una red informal de individuos cuyo propósito fue originalmente, «hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo».
En la actualidad, este selecto Grupo, en que se participa únicamente por invitación, se reúne para evaluar y decidir, las tendencias económicas que orientarán sus acciones y por ende, la economía mundial.

El Club Bilderberg se reunió este 2015, en Austria y en la lista de participantes destacaron entre otros: tres Primeros Ministros Europeos los de Países Bajos, Finlandia y Bélgica, quienes discutieron la «estrategia europea» con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg y el presidente de Austria, Heinz Fischer.

La lista de participantes la integraron además dos ministros de Finanzas europeos: el titular neerlandés y el británico George Osborne, quienes asistieron para analizar los problemas económicos de Grecia. Participaron además representantes de gigantes financieros como el Banco Central Europeo, Deutsche Bank, Lazard, Banco Santander, HSBC, Goldman Sachs y JP Morgan.

De la industria y la manufactura en la reunión estuvieron presentes el director general de Michelin, junto con el jefe de Roche, el consejero delegado de Royal Dutch Shell, el presidente de BP, el consejero delegado de Siemens-Austria y los jefes de varios conglomerados industriales como Techint e Investor AB entre otros. El mundo de Internet, por su parte, estuvo representado por el presidente ejecutivo de Google, Eric Schmid, así como por el fundador de PayPal y director de Facebook, Peter Thiel.

Indudablemente estaban representadas las nueve familias económicamente más poderosas del mundo, a saber,

1.- La Familia Rothschild con sede en Estados Unidos e intereses en Inglaterra, Alemania e Israel.
2.- La Familia Rockefeller desarrollada en Estados Unidos y con fuerte influencia en Israel.
3.- Familia Morgan propietaria de poderosos bancos en Estados Unidos, Inglaterra y otros países del mundo.
4.- Familia Warburg con sede en Estados Unidos y poderosas extensiones en Alemania.
5.- Familia Lazard de Estados Unidos y con grandes influencias e inversiones en Francia.
6.- Familia Mosés Israel Seif de origen judío ortodoxo con poderes económicos y políticos en Estados Unidos, Italia e Israel.
7.- Familia Kuhn, Loeb con sede en Estados Unidos y fuertes intereses en Alemania
8.- Familia Lehman Brothers con sede e influencia en Estados Unidos
9.- Familia Goldman de indudable poder en Estados Unidos

Estas familias, conjuntamente con grupos económicos superpoderosos a nivel internacional, como lo son Carlyle, Bechtel, Lookheed Martin, Raytheon, General Dynamics, McDonnel Douglas, Boeing, Northrop Grumman ocupan un asiento incuestionable en las reuniones de este particular y selecto Club.

A todo esto, y si han tenido la voluntad de leerme hasta este punto, posiblemente usted amigo lector se preguntará: ¿y que tiene que ver todo esto que plantea quien escribe con la independencia de Costa Rica?

Desde mi perspectiva, está relacionado con la enorme maquinaria ideológica e informativa, manipulada por estos y otros sectores aliados a nivel nacional, que tienen como propósito eliminar paulatinamente los valores propios que caracterizan nuestras pequeñas naciones, que sin ser protagonistas, somos participantes del concierto económico internacional.

Tiene que ver con la insistente necedad de compararnos con otros países de Centro América, en donde la economía ha favorecido históricamente a pequeños sectores socioeconómicos, que han concentrado la riqueza y quienes desarrollan continuamente acciones excluyentes, para importantes sectores sociales de la población.

Desde esta perspectiva, el reto de la socialdemocracia y de los actores políticos democráticos costarricenses consiste en construir y fortalecer las instituciones que se orienten a minimizar el impacto de la estrategia mediática y a profundizar, mediante la educación y la cultura, los símbolos que han hecho de nuestro país, una Nación diferente al resto de Latinoamérica.

Está relacionado además, con la necesidad de mejorar los procesos de educación y formación de niños y jóvenes, para que aprendan a valorar y diferenciar, la enorme satisfacción de haber nacido en un país, en que aún el Estado se interesa en sostener y mantener instituciones sociales, a pesar de la continua guerra que libran los sectores más favorecidos económicamente y que han intentado de muchas formas, debilitarlos, para convertirlos en negocios de utilidad privada.

Es indispensable actuar pronta y eficientemente, los enemigos del Estado Social de Derecho han desarrollado estrategias de comunicación y alianzas que han permeado importantes grupos de la sociedad costarricense.

Hagamos un llamado para que los partidos políticos y otros sectores democráticos, comprometidos socialmente con los más desposeídos, reorienten su acción política y asuman el compromiso de profundizar los valores democráticos e independientes impulsados por nuestros antepasados, de manera que nos permitan seguir disfrutando de esta Patria Buena.

Honestidad, lucha contra la corrupción, uso adecuado de los recursos públicos, entre otros, son algunas de las condiciones que necesitamos para lograr este propósito. Pero ante todo no podemos perder de vista el objetivo de buscar el bienestar del mayor número. Esa es la estrella que debe seguir orientando nuestro camino.

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.