La Isla Grande y el Parque Nacional de los Volcanes en Hawái

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

La Isla Grande de Hawái (la más grande del archipiélago) es un lugar único de contrastes y superlativos. Es la mayor isla del Pacífico y la más joven de ese estado, un territorio de desiertos de lava negra y densas selvas tropicales. Alberga cinco volcanes (entre ellos el Kilauea y el Mauna Loa, dos de los más activos del planeta) y once de los trece tipos primarios de clima de la Tierra (se puede esquiar y hacer surf en el mismo día). La isla Grande, de 150 kilómetros de largo por 120 de ancho, es pues, en efecto, grande, con una superficie que dobla la del resto de las islas del archipiélago combinadas, y para que se den una idea, es más o menos una quinta parte del tamaño de Costa Rica. El rey Kamehameha el Grande nació aquí en 1758 (ver el anexo) y fue el que unificó el reino de las islas entre 1785 y 1810; además, invitó a los comerciantes extranjeros a establecerse en el archipiélago.

Le dimos la vuelta completa a Isla Grande, en un trayecto que nos tomó unas doce horas, y nos llevó por los lugares más destacados de la isla. El recorrido lo hicimos empezando en Kailua-Kona y terminando en el mismo lugar, en un recorrido circular, contrario al de las manecillas del reloj. Entre esos lugares están (en orden de recorrido, ver el mapa):

Puerto de Kailua.
Centro histórico de Kona. Donde se puede visitar el palacio de verano de la realeza hawaiana y la iglesia más antigua de Hawái. Para un galería completa de Kona, pueden ver crónica La Patrulla Internacional de Bares: Kona Brewing Co. (Isla Grande, Hawái), un bonito bar que visitamos en esa ciudad.
Bay View Farm. Granja de café de Kona donde se aprende sobre el proceso de cosecha y molienda mientras prueba el café y el té de Kona.
Punalu’u playa de arena negra. Para una galería y conocer la historia detrás de este lugar, pueden ve mi columna “Punalu’u en Hawái: un santuario de arena negra y belleza natural”
Parque Nacional de los Volcanes.
Centro histórico de Hilo. Ciudad más grande de la isla y antigua capital de Hawái.
Cascada del Arcoíris. Para una galería y conocer la historia detrás de este lugar, pueden ve mi columna “Cascada del Arcoíris en Isla Grande, Hawái”.
Cascada Akaka. Imponente cascada de 135 metros que cae en picada en un exuberante barranco.
Valle Waipio.
Rancho Parker.
Costa de Kohala.

 
Imposible escribir de todos los lugares y recorridos, así que solo lo haré de algunos. Aquí si ya están un poco en desorden. Eso si, dedico varios párrafos a la “joya de la corona”, el Parque Nacional de los Volcanes.

Empiezo con el exuberante valle Waipio, que se extiende casi diez kilómetros, desde su origen en una playa de arena negra, entre muros con densa vegetación selvática que pueden alcanzar hasta 1 609 metros de altura. Conocido en su tiempo como el “valle de los reyes”, sus frescos ríos, saltos de agua y caballos salvajes refuerzan la impresión de que el tiempo se ha olvidado de este lugar. Cerca de la ciudad de Hanokaa hay un mirador espectacular, que es un imperdible. El cercano Waimea (de 800 metros de altura y llamado también Kamuela) constituye la parte interior de la isla; allí, unas 50 000 cabezas de ganado pastan por las 90 900 hectáreas del rancho Parker, fundado hace más de 200 años y uno de los ranchos de ganado más grande de Estados Unidos. Aquellos que lo deseen pueden alquilar uno de los 400 caballos del rancho y explorar este magnífico territorio siguiendo las huellas de cascos de los famosos vaqueros paniolo de Hawái.

La costa Kohala, de lava negra, que destaca por la deslumbrante franja de arenas blancas de la playa Kaunaoa y el cercano Parque Estatal de la Playa Hapuna; son dos excepciones en una isla joven que arrostra la reputación de no tener playas en condiciones.

Donde termina la costa Kohala, empieza la dentada costa de Kona (“el lado de sotavento”). Es un paisaje muy curioso, donde lo que se ve es un terreno forjado por la lava. En ruta destaca ver el árbol llamado Ohia, endémico de Hawái, que tiene la particularidad de poder crecer en los terrenos con lava. En este lugar donde queda el aeropuerto internacional de Kona, que fue nuestra entrada y salida de la isla. Nos hospedamos en la ciudad costera de Kailua-Kona, famosa por sus estupendas playas para practicar el snorkel y sobre todo por la pesca deportiva de primera categoría. Si quiere ver a las ballenas jorobadas (de diciembre a abril) y el legendario rayo verde del atardecer; el mejor lugar para ello es el área de Kona.

Tomé un pequeño vídeo de la cascada de Akaka, uno de los lugares donde pasamos durante el recorrido de la isla. El lugar es un parque estatal que es muy visitado. No de los mejores que he tomado, porque el sol de la tarde pegaba ya casi de frente, pero bueno, sirve para que se den una idea de la belleza del lugar.

También escribí sendas columnas de Punalu’u, una playa de arena negra y la Cascada del Arcoíris. Pueden leerlas en “Punalu’u en Hawái: un santuario de arena negra y belleza natural” y “Cascada del Arcoíris en Isla Grande, Hawái” respectivamente.

El verdadero espectáculo de la isla se encuentra en el Parque Nacional de los Volcanes, hogar de Pele (ver anexo), la diosa de estas montañas. El monte Kilauea (palabra nativa que viene a significar algo así como “extendiéndose y vomitando mucho”) lleva en erupción desde 1983, sumando así centenares de hectáreas a la isla en lo que es la erupción continua más larga jamás registrada. Dentro del parque hay una calzada de casi 18 kilómetros que recorre el borde de la caldera del Kilauea por la cumbre de la montaña y a la carretera de la cadena de cráteres, 45 kilómetros que van desde el centro para visitantes hasta la costa descendiendo 1 220 metros. Ambas vías lo llevan a uno a través de un paisaje lunar surrealista de fuerza bruta, fumarolas siseantes y ríos de lava petrificados o aún humeantes. Diez países han construido sus telescopios de última generación en el cercano pico Mauna Kea, el más alto de Hawái y cubierto siempre por la nieve (de ahí su sobrenombre de Montaña Blanca); gracias a sus cielos despejados como pocos, desde aquí es posible contemplar el 90% del firmamento. Aquellos a los que les falte el oxígeno puede que prefieran las vistas desde algún otro lugar menos comprometido, por ejemplo su hamaca en la playa. El cráter de Halemaumau es el más grande del mundo (el segundo es el del volcán Poás). El parque también incluye el volcán extinto Kohala y los campos de lava de Kilauea Iki y Pu’u ‘Ō’ō.

El lugar es un destino popular para los visitantes que desean ver los volcanes en acción, así como para los científicos que estudian la vulcanología. El parque fue fundado en 1916 y es el parque nacional más antiguo de Hawái. Cubre un área de 134.659 ha y es uno de los más grandes de los Estados Unidos.

El Kilauea es el volcán más activo de Hawái. Sus flujos de lava han creado vastos campos de roca volcánica que se extienden hasta el océano, formando nuevas costas. El Mauna Loa, por su parte, es uno de los volcanes más grandes del mundo y ha entrado en erupción más de 30 veces desde su primer registro en 1843, siendo con con sus 4 169 m, el volcán más grande de Hawái y el más alto del mundo en actividad. El cráter de Halemaumau es un gran cráter de explosión que se encuentra en el Kilauea. El cráter es un popular destino turístico y se puede ver desde una plataforma de observación (se puede apreciar en la galería).

El Centro de visitantes de Kīlauea es el mejor lugar para comenzar el recorrido por el parque. Se encuentra a poca distancia de la entrada principal. En este lugar está toda la información actualizada sobre senderos, erupciones volcánicas, actividades disponibles, caminatas guiadas por guardaparques, entre otras. Además, se pueden ver exhibiciones informativas e incluso ver una película educativa sobre el parque en el teatro. Dentro del centro de visitantes también se encuentra una pequeña tienda de recuerdos con diversos artículos como libros, regalos, mapas, guías, afiches, coleccionables, juegos educativos, ropa, peluches, botellas de agua y otros materiales. La venta de productos contribuye a la preservación del parque, proyectos de investigación, programas educativos y actividades culturales en el parque.

Una experiencia interesante es atravesar el tubo de lava de Thurston, Nāhuku en hawaiano, de 183 metros de largo, uno de los muchos tubos de lava de la isla, que fue creado por un río de lava fundida (magma). Cuando un tubo de lava está activo, la lava viaja a lo largo de su suelo a temperaturas superiores a los 1 090°C. Cuando la lava se detiene al final de una erupción, o si se desvía a otro lugar, deja una caverna vacía. Cuando se descubrió este tubo de lava en 1913, el techo del tubo estaba cubierto de gotas de lava. Hay un estacionamiento frente a la entrada, pero con muy pocos espacios (tuvimos que esperar a que alguien se fuera), pero también se puede acceder al lugar caminando desde el mirador de Kīlauea Iki (que tiene un estacionamiento más grande). Pueden ver imágenes en la galería.

El parque no solo es un lugar de belleza excepcional, sino que también desempeña un papel crucial en la conservación y protección de los ecosistemas volcánicos de Hawái. Estos ecosistemas albergan una rica diversidad biológica, con numerosas especies de plantas y animales que han evolucionado para sobrevivir en este entorno extremo.

Aunque en Costa Rica tenemos muchos volcanes, son muy diferentes, empezando porque son el resultado de la subducción de la placa del Coco debajo de la placa de América del Norte. La placa del Coco es una placa oceánica que está empujada hacia abajo por la placa de América del Norte, lo que provoca la fusión del manto y la formación de magma. En cambio, los de Hawái son el resultado de la fusión del manto bajo el punto caliente de Hawái, que es un área del manto donde el magma se eleva a la superficie de la Tierra. Además los volcanes de Costa Rica son principalmente estratovolcanes, que son volcanes cónicos con capas alternas de lava y ceniza; en cambio los de Hawái son principalmente escudos volcánicos, que son volcanes de forma suave y redondeada con pendientes suaves.

La mejor época para viajar a Isla Grande es prácticamente todo el año, dado que el tiempo no suele variar mucho, pero es mejor evitar los meses más cálidos (septiembre) y lluviosos (de diciembre a febrero), en nuestro caso viajamos en el mes de marzo.

Debido a que son muchas las imágenes (unas 100) de todo el recorrido, preparé un álbum de Facebook para que las puedan ver.

El 10 de setiembre del 2023, el volcán Kīlauea entró en erupción de nuevo, apenas unos meses después que lo visitamos, y a solo una semana de la elaboración de esta crónica. El USGS (Servicio Geológico de Estados Unidos) mantiene cámaras que funcionan las 24 horas en el cráter Halemaumau, que se pueden ver en vivo en youtube. El siguiente vídeo es una muestra:

Califique esta columna:

Con la ayuda de “1.000 sitios que ver antes de morir” de Patricia Schultz y otras fuentes menores en el Internet

Actualizado 10-09-2023

Anexo 1

La diosa Pele

Pele
Cuadro de Arthur Johnsen

Pelé es la venerada diosa de los volcanes hawaianos, cuyo maná (poder espiritual) sigue sintiéndose hoy en toda la cadena hawaiana. En este cuadro, se desplaza ladera abajo, hacia el mar, quemando el bosque mientras recrea la tierra.

Encima de su ‘ó’ó (palo de cavar), llamado Paoa, hay un ki’i (imagen tallada) de su tío Lonomakua, que enseñó a Pele el sabio uso del poder sagrado del fuego. La diosa también lleva un huevo que contiene a su hermana menor, Hi’iakaikapollopele, cuyo poder regenerativo devuelve la vida a la tierra.

-o-

“Pele, la sagrada deidad viviente de los volcanes de Hawái, controla el poder ilimitado de la creación a través de su perseverancia, su fuerza fundida y su belleza sobrenatural. Su pasión emana de su antigua existencia. Venerada y honrada es la diosa del fuego. Es mi guardiana espiritual y para siempre el latido de mi alma, dando vida continuamente a su tierra y a su gente.”

Pele Honoa
8 de agosto de 2004 (81 cumpleaños)

Anexo 2

Kamehameha el Grande

Kamehameha

Waipio

Con la predicción de los acontecimientos en el momento del nacimiento de Kamehameha y las amenazas de los jefes beligerantes, el futuro rey fue capturado por los leales y escondido en el valle de Waipio. De niño permaneció allí, donde fieles sirvientes cuidaron de él mientras crecía. Cuando era un bebé, permaneció allí, donde fieles sirvientes cuidaron de él mientras crecía. A los cinco años, Pai’ea salió de su escondite, fue rebautizado como Kamehameha (El Solitario) y abandonó el santuario de Waipi’o. Viajando a Kona, Kamehameha se entrenó bajo la dirección de su tío, el rey Kalani’opu’u, y se convirtió en un hábil guerrero donde creció su legendaria estatura.

En 1791, Kamehameha dirigió una gran batalla en canoa librada frente a Waipi’o y el vecino valle de Waimanu, en mar abierto. «La batalla de los cañones de boca roja» fue la primera batalla naval registrada en la historia hawaiana y el primer uso del fuego de cañón por parte de los jefes gobernantes. Con la reciente adquisición de potencia de fuego, Kamehameha luchó junto a Isaac Davis y John Young, ambos al mando de sus cañones, para hacer retroceder a los invasores guerreros de Kaua’i y O’ahu. Kamehameha derrotó a los invasores que dieron media vuelta y huyeron a Maui. Kamehameha no olvidaría pronto y sólo tres años más tarde, los persiguió y terminó la lucha.

Kamehameha el Grande (originalmente llamado Pai’ea) nació en Kohala del Norte hacia 1758. En sus primeros años, este jefe guerrero creció en poder y estatus y, a principios del siglo XIX, había logrado unir las islas hawaianas bajo su dominio. En 1812, el rey Kamehameha regresó a Kamakahonu, en la isla de Hawai, y Ahu’enaHeiau se convirtió en el nuevo centro del poder político. Kamehameha gobernó las islas desde Kona hasta su muerte en 1819.

Como era costumbre, los huesos de Kamehameha el Grande fueron llevados y ocultados en una cueva desconocida por nadie. Como se profetizó. «Sólo las estrellas de los cielos conocen el lugar de descanso de Kamehameha».

Traducción de una lámina informativa en el mirador del valle de Waipio.

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