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Laura Raim
Con la espada de Damocles de su “pasokizacion” encima, a golpe de compromisos y más compromisos, el Partido Socialista francés se resiste a pesar de todo a desaparecer, ¿se salvará girando a la izquierda, o seguirá así hasta su extinción?
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Las elecciones presidenciales de 2017 ¿serán el último clavo en el ataúd del PSF? A menos de cinco meses de la votación, las encuestas sugieren no sólo que el PS será barrido en la primera vuelta, para una segunda vuelta entre la derecha y la extrema derecha, sino que cualquiera que sea el resultado de la Belle Alliance en enero, el candidato del PS podría ser relegado a la quinta posición, por detrás de François Fillon, Marine Le Pen, Jean-Luc Mélenchon y Emmanuel Macron.
¿Será el golpe final para un partido que ha perdido todas las elecciones intermedias (municipales, europeas, senatoriales, departamentales, regionales y parlamentarias) desde 2012? En cuanto a los afiliados, continúa la sangría: de los 280.000 activistas de 2006, y más de 170.000 en 2012, solo quedan 120.000, de los cuales sólo 42.300 están al día de sus cuotas, según Le Canard enchaîné.
El crepúsculo de los socialdemócratas
Un fantasma recorre la sede de Solferino: la pasokisation. En mayo de 2012, el Partido Socialista Panhelénico se despeño del 43,9% al 13,2% de los votos, antes de caer de nuevo en junio al 12,3%, para aterrizar finalmente en enero de 2015 en el 4,7%. Tras pagar por su brutal política de deflación salarial y desmantelamiento del estado social, el partido de Papandreou es sólo una sombra de sí mismo. En toda Europa, los gobiernos socialdemócratas están siendo castigados por su aplicación de las políticas de austeridad ciegas y destructivas exigidas por las instituciones europeas.
En España, el PSOE ha pasado del 46% al 28% entre 2008 y 2011. El giro de Zapatero a la austeridad «le hizo perder a los votantes de centro, que prefirieron confiar la gestión de esa austeridad al PP, y más tarde a una parte del electorado de izquierdas a favor de Podemos y los independentistas catalanes» explica Romaric Godin en La Tribune . El Partido Laborista de Irlanda ha conseguido por su parte, en febrero, el segundo peor resultado de su historia, con el 6,6% de los votos, un tercio de los de 2011, después de haber votado a favor de todos los recortes presupuestarios impuestos por la Troika.
En Italia, el primer ministro italiano, Matteo Renzi ha tenido que dimitir la semana pasada tras el fracaso del referéndum sobre la reforma constitucional para facilitar la futura aplicación de las reformas estructurales. El Partido del Trabajo (PvdA) holandés reciben entre el 8 % y el 10% en las encuestas cara a las elecciones parlamentarias de marzo de 2017. Todas estas formaciones socialdemócratas han demostrado su incapacidad para ofrecer la menor diferencia sustancial con los programas económicos de los partidos liberales de la derecha.
¿Un Corbyn francés?
Una excepción suscita todavía esperanzas entre algunos socialistas optimistas: tras perder el gobierno en 2010, el laborismo británico recuperó en septiembre de 2015 sus banderas socialistas bajo la dirección de Jeremy Corbyn, triunfalmente reelegido en septiembre de 2016. «Hay que imaginar lo que sería en Francia algo parecido a lo ocurrido en Gran Bretaña: Gerard Filoche se convierte en el candidato de su corriente, Democracia y Socialismo; con el apoyo de la CGT y FO, para luego ser elegido primer secretario del Partido Socialista por parlamentarios, miembros y simpatizantes socialistas«, explicaba en 2015 el politólogo Philippe Marlière en Le Monde .
Un escenario que no desagradaría a Filoche, miembro del Buró Nacional del PS, que sueña con ganar las primarias de la izquierda y regenerar el PS por su ala izquierda. Por ahora, el ex inspector de trabajo, crítico implacable de la ley laboral Khomry, ni siquiera tiene suficientes firmas para presentarse.
Más allá del caso específico de Filoche, que siempre ha sido marginal en Solferino, la hipótesis de la aparición de un Corbyn francés en el PS es poco probable, aunque sólo sea por razones institucionales: las dos vueltas del sistema electoral francés abren un espacio a los partidos a la izquierda del PS, mientras que las legislaciones electorales mayoritarias tipo Reino Unido obligan a todas las corrientes a coexistir dentro de los grandes partidos. En el Laborista siempre ha habido trotskistas, comunistas, socio-liberales, sindicalistas, socialdemócratas tradicionales, liberales Blairistas …
Aprovechar la situación
Por el contrario, «la línea de la mayoría del PS sigue siendo la izquierda moderada socialdemócrata encarnada por Jospin y Fabius” cree Rémi Lefebvre, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Lille-2. “La gente como Anne Hidalgo y Claude Bartolone creen que Valls es demasiado de derechas, demasiado sesgado, pero nunca apoyarían a candidatos tan radical como Montebourg, Hamon o Lienemann. Parecen apoyar a alguien como Vincent Peillon …» .
Si no se puede reconstruir de una manera progresista, ¿está el PS condenado a hundirse? El sistema electoral mayoritario implica que una caída del electorado puede causar una caída mayor de escaños, «pero no hay que subestimar la capacidad de resistencia del PS. En 1993, tenía solo unos sesenta diputados, en 1995, el juego era entre Balladur y Chirac, que fácilmente ganó las elecciones presidenciales. Dos años más tarde, el PS vuelve al gobierno con Jospin» recuerda Frédéric Sawicki, profesor de ciencias políticas en la Universidad de París 1.
«El PS se ha benéfiado durante treinta años de una posición electoral dominante que le ha permitido evitar la dispersión”, añade Rémi Lefebvre. “Diga lo que diga, haga lo que haga, sigue siendo el partido «creíble» que encarna el voto útil, que puede ganar. Mucha gente tiene interés en mantener la «marca» PS. Se puede imaginar que el PS aprovechará el próximo período en la oposición para rehacer un discurso, entonar el mea culpa y recuperarse en las elecciones locales, y volver otra vez». De hecho, dado el camino ultraliberal que promete recorrer François Fillon si llega al Elíseo, al PS le será fácil calificarse como la «izquierda» en comparación …
¿Acabar con el PS con un gancho de izquierda?
«Sin embargo, el PS podría «pasokizarse» si tiene menos del 10% en la primera vuelta y queda por detrás del Partido de Izquierda y si pierde nuevamente circunscripciones en las elecciones legislativas», dice Rémi Lefebvre. ¿Para el mejor? «En Grecia la caída del PASOK benefició a Syriza, en España la derrota del PSOE benefició a Podemos, pero en Francia, donde la izquierda radical está plagado de divisiones, un colapso del PS puede beneficiar un poco a Macron y mucho al Frente Nacional, que goza de una ventaja de situación desde hace treinta años y ha desarrollado una estrategia eficaz para seducir a las clases populares” dice con temor Frédéric Sawicki, uno de los firmantes de la declaración publicada el martes en Libération pidiendo a todos los candidatos, incluyendo a Mélenchon, que participen en las primarias de la izquierda.
El economista Thomas Piketty, el abogado William Bourdon, el economista Daniel Cohen o la socióloga Dominique Meda, insisten en que es la única esperanza de tener un candidato de izquierda en la segunda vuelta. Si Mélenchon tiene «miedo de ser derrotado por Manuel Valls y Arnaud Montebourg en las primarias de la izquierda, ¿cree de verdad que va a vencer a François Fillon o Marine Le Pen? Eso no es serio. Creo que puede ganar las primarias» , martillea Piketty el viernes en Francia Inter.
«Matemáticamente, tiene razón: si Mélenchon no es capaz de ganar las primarias, no tiene ninguna posibilidad de ganar las elecciones presidenciales”, confirma Rémi Lefebvre. “A menos que para el candidato del Partido de la Izquierda, el objetivo no sea ganar las elecciones presidenciales, sino hacer estallar el PS y hacerse con la hegemonía de la izquierda. Por lo tanto, no aceptará nunca participar en las primarias de la izquierda que requerirían que, en caso de derrota, un gesto de solidaridad con el candidato del PS. También es una estrategia racional» .
– Periodista. Miembro del comité de redacción de la revista francesa Regards.
Fuente: http://www.regards.fr/web/article/le-ps-parti-sans-retour
Traducción: G. Buster para sinpermiso.info
