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Niñas y niños tienen derecho a disponer de tiempo y lugares adecuados para jugar, así como a practicar actividades artísticas y culturales.
De lunes a viernes, cuando salgo del colegio voy volando a la reunión de scouts.
—¡Siempre listos para servir!
De la reunión de scouts, voy volando a clases intensivas de inglés.
—Hey kids, see you tomorrow!
De mis clases intensivas de inglés, voy a casa a hacer mis deberes.
—Hijo, acuéstate, ya es muy tarde.
—Ya termino, mamá.
Los fines de semana voy al entrenamiento de atletismo…
—A sus puestos, listos, ¡Ya!
…ayudo en las labores de la casa y hago más deberes.
—Héctor, ¿vienes con nosotros al cine?
—No puedo, mamá; aún no he acabado mis tareas.
—¡GUAU, GUAU!
—Comotú, quieto, échate a dormir y déjame hacer los deberes, ¿vale?
—Comotú, no…, quieto. Tienes la lengua pringosa. ¡Me haces cosquillas!
—Comutú, ¡déjame en paz! Así que quieres jugar, ¿eh? Pues bueno, vamos al parque.
—¡Ahhhh! Me has hecho reír y correr mucho. ¿Sabes una cosa, Comotú?
—Envidio la vida que llevas. No te ponen deberes, no necesitas entrenar atletismo, ni aprender otro idioma y te pasas casi todo el tiempo jugando y durmiendo. ¡Ahhhh! Comotú. Te prometo que de ahora en delante voy a sacar más tiempo para jugar y descansar y voy a tener menos compromisos, como tú. ¿De acuerdo?
Gladys Herrera Patiño
Corre, Corre
Desclée edex, 2005
El Proyecto CUENTOS PARA CRECER consiste en la publicación de relatos destinados en especial a niños y adolescentes, así como a todos los que encuentran placer en la lectura.
Debido al tipo de historias ofrecidas, este proyecto permite reflexionar sobre una serie de valores considerados esenciales para el desarrollo del carácter, como la tolerancia, la solidaridad, el espíritu de diálogo y la honradez, proporcionando además un valioso instrumento de aprendizaje.
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