Cinco lecciones del porqué el Coronavirus cambió el mundo

Mauricio Ramírez Núñez

Muy pocas veces en la historia una pandemia ha transformado el mundo entero y puesto en jaque un modelo de civilización que lleva más de 500 años dictando el orden de las cosas, evolucionando de una forma continua sin ningún tipo de interferencia que represente y ponga en riesgo sus propios cimientos, con todo y a pesar de las guerras terribles a las que se ha enfrentado. El Coronavirus o Covid-19 además, le ha recordado al ser humano su fragilidad y lo poco preparados que estamos como mundo interconectado para enfrentar un colapso de gran envergadura provocado por un virus de este tipo. Así que, no solo ha cambiado el mundo, sino que nos está aleccionando sobre varios puntos que quiero detallar a continuación, y que debería de ponernos a reflexionar con profunda seriedad con el fin de entender mejor los procesos y las dinámicas de la sociedad internacional de nuestros días.

Un primer aspecto tiene que ver con el tema de la lucha por la hegemonía mundial (político-económica), que conlleva y obliga a constantes avances en materia militar, tal como en la Guerra Fría. A mi no me cabe duda, independientemente de quién haya sido el padre de la creatura, que en efecto este virus es un arma de guerra biológica puesto a prueba para valorar otro tipo de variables que probablemente a nosotros ni nos pasan por la mente, pero quienes manejan las cosas, sí tienen muy claro, y están incluso midiendo con interés científico, sus efectos políticos, económicos, sociales y ambientales en todo el orbe. Esto porque de manera indirecta, así lo admiten las grandes potencias al acusarse entre ellas (EE. UU. y China) por el surgimiento del Covid-19. No es “conspiración” como llaman algunos que desean ser muy “racionales”, a ver señores, es racional tener claro que dentro de los arsenales militares de las grandes potencias hay virus, bacterias y demás “municiones” que están al servicio de los intereses de los estados y juegan dentro de lo que estudiosos del tema denominan como clasificación de agentes biológicos. Nada nuevo, cabe agregar. Dentro de este tenebroso mundo, existen otras amenazas a los países, tales como el ecoterrorismo y agroterrorismo, las bioarmas, así como las armas genéticas o “etnobombas”, que, aunque nos parezca ciencia ficción, son organismos biológicos letales capaces de seleccionar víctimas por origen étnico. Tampoco se puede dejar de mencionar el tema de las armas psicotrónicas, que también son una realidad.

Como segunda lección, se encuentra el evidente divorcio de la humanidad con la vida en general, y lo que he denominado como nuestro “desprecio ilustrado” (porque son personas muy educadas y consientes las que dirigen este Titanic que se llama economía mundial) contra el planeta que habitamos. Solo basta ver las noticias de China e Italia, por ejemplo, para entender que es precisamente el actual irracional y absurdo modelo económico dominante el que está llevando al colapso todos los sistemas de vida que le brindan equilibrio y soporte a esta nave espacial en la que habitamos. El impacto evidentemente positivo que ha generado el virus sobre el planeta tierra, exceptuando a los humanos (¿karma?) ha sido contundente e irrefutable. Somos nosotros, bueno, las mega-industrias, nosotros solo nos sometemos a su voluntad, los responsables del colapso ecológico y climático global, demostrado de una vez por todas para los negacionistas majaderos que siguen insistiendo que las cosas están bien con el ambiente y que su degradación es un proceso “natural” de la tierra. Hasta el agua de Venecia se está aclarando y los peces se están viendo con la ausencia de personas debido a la cuarentena, lo que por sí solo manifiesta que, como humanidad, a pesar de los discursos y las cosas muy bonitas políticamente correctas que se dicen y se convierten rápido en trending topic o moda generando millones en ganancias, estamos dándole más importancia al egoísmo, la avaricia, el individualismo y a la soberbia, que a las ganas de seguir existiendo en este lugar perfecto por muchos años más.

La tercera lección de esta pandemia es para quienes en los últimos cuarenta años han adorado al modelo neoliberal, le han rendido culto y defendido como la solución perfecta para los problemas de todo país, algo así como la llegada del paraíso a la tierra. Esta crisis global de salud ha exhibido de manera clara y directa que el estado aún tiene un rol vital, estratégico e importante en el desarrollo de toda nación de cara al avance de la revolución tecnológica que atravesamos, no hay forma de refutar el tema: el estado es importante en este proceso y debe de contribuir a buscar mejores equilibrios con el mercado, todos caben, no hay porqué excluir a uno u otro. Quedó demostrado que los países donde hay un estado fuerte en lo social, en este caso en salud, es donde mejor les ha ido defendiéndose del Coronavirus. Acceso a salud pública de calidad y universal debe volver a ser un imperativo categórico en todas las naciones que se consideren civilizadas y desarrolladas. El mismo presiente francés lo ha planteado en sus últimos discursos, la realidad habla, no la ideología. La gran lección del virus es que una globalización desbocada y un estado débil no es opción para el nuevo mundo.

En cuarto lugar, podemos reflexionar sobre la democracia y las nuevas técnicas de administración del pánico de las sociedades actuales con diversos fines político-económicos. Después del 11 de setiembre de 2001, el tema del miedo se une al manejo irresponsable de los medios de comunicación, y esto ocasiona problemas reales en la política interna, así como en la internacional, ya que la excusa de una amenaza concreta contra el sistema da pie para la implementación de estados de excepción donde la restricción hacia las garantías y libertades individuales se comienzan a convertir en la nueva normalidad. Todo en nombre de la seguridad nacional. Esto no deja de ser peligroso, si constantemente y con diferentes intereses se crean enemigos que obligan a suspender el orden jurídico so pretexto de resguardarlo, podríamos construir nuevos estados policiacos y poco democráticos como nuevas formas de gobernar los países. El pensador francés Paul Virilio explica que todo ello es un riesgo para el estado de bienestar, que con el paso del tiempo y el avance de la globalización neoliberal ha ido dejando de lado la seguridad personal, económica y política de los habitantes de cada nación, para preocuparse por una seguridad global que dista de las condiciones de vida inmediatas de la ciudadanía en general, lo que puede conducir a una crisis profunda de la democracia, o lo que es peor, a una resignificación de ésta, donde, como también plantea el filósofo italiano Giorgio Agamben, el estado de excepción global pase a formar una especie de fusión con la democracia y de como resultado un modelo mucho más restrictivo y punitivo (rasgos totalitarios) en el que la incertidumbre terminológica nos deje en una confusión tal, que no podamos diferenciar una cosa de la otra.

La quinta lección es de carácter geopolítica y sobre las puertas del nuevo mundo multipolar donde Asia toma la delantera. China y Rusia consolidan su hegemonía y liderazgo mundial, mientras ponen de rodillas a un Occidente cada vez mas decante. Analicemos la geopolítica desde la perspectiva del poder de esta noticia sobre la vacuna elaborada por China para combatir el Coronavirus. ¿Qué nos dice la misma en este terreno de la realpolitik? 1-El pulso geopolítico claramente lo ha ganado China a Occidente (EE. UU.). Por más carrera para tener una vacuna, no fue sino China, demostrando liderazgo, capacidad, conocimiento, desarrollo y resiliencia, quién le dice al mundo: ¡ya la tenemos! 2-China, al dar un paso adelante y tener la vacuna, la va a compartir con todos los países que la necesiten, especialmente con sus amigos. Probablemente EE. UU. vaya a querer unas cuantas vacunas de esas, a lo que el gobierno chino, al tener al toro tomado por los cuernos, quizás les diga que, con gusto, pero ¿van a seguir amenazando con sus sanciones y sus insistencias políticas? algo así como: se calman o no les doy nada. 3-Liderazgo mundial consolidado e indiscutible de china en el mundo. China enviando médicos y ayuda a los países europeos mas afectados, siendo ellos el país que más rápido se ha recuperado a pesar de ser el más impactado, lo cual envía una señal clara a sus contendientes geopolíticos. 4-China demuestra que la economía mundial, directa o indirectamente ya depende de ella, por sí quedaban dudas. 5-El nuevo mundo ha nacido, es multipolar, todos pueden tener su espacio, pero deben tratarse con igual respeto, eso sí, esta nueva etapa está a cargo de Oriente. Todos los anclados a la lógica unipolar añeja están pegados a un mundo que ya no existe, estamos ante la transición global entre el viejo capitalismo industrial de la lógica del carbón dominado por Occidente, al nuevo capitalismo cognitivo, ese de la revolución tecnológica, el 5G y la inteligencia artificial, liderado por Oriente, allá están los negocios ahora. No en vano Putin va a seguir un par de periodos más en el poder, debe hacerlo para garantizar el rol de Rusia en ese nuevo mundo y darle estabilidad a su nación.

Hay más detalles y lecciones sin duda, pero por ahora, debemos empezar a entender la necesidad de anclar nuestro país Costa Rica, hacia el nuevo mundo multipolar y dejar de lado la lógica unipolar de posguerra fría impuesta por Occidente y su maquinaria de guerra llamada OTAN. Las cosas se mueven y lo hacen rápido, estamos en una transición mundial sin precedentes y como analista internacional, me siento preocupado (y guardando cuarentena como lo ha solicitado el presidente), pero a la vez asombrado de estar presenciando cambios tan grandes en el sistema internacional. Ojalá, China pueda repartir vacunas por todo el mundo para salvar millones de vidas, ahora lo que importa es eso, resolver la emergencia, de paso, quedarán como salvadores del mundo y el poder en su bolsillo, con una Europa más cercana a ellos que de EE. UU. y el viejo orden. Como para escribir un libro de ciencia ficción.

Profesor de Relaciones Internacionales