Carlos Revilla, Rodrigo Arias y Liberación Nacional (…y el futuro de Costa Rica)

José León Desanti

José L. Desanti
Liberacionista

Las últimas semanas han traído preocupación e incertidumbre a los costarricenses y especialmente a simpatizantes y militantes del Partido Liberación Nacional (PLN) por la ola de acusaciones y denuncias que han llenado los titulares de la mayoría de los medios de comunicación colectiva por presuntos fraudes, abuso de influencia política, errores políticos, descoordinación entre poder ejecutivo y la fracción del PLN así como entre altos funcionarios de gobierno. También por la poca claridad en la administración pública, la falta de rumbo político y las frecuentes contradicciones entre funcionarios. Algunas de estas acusaciones posiblemente son ciertas pero otras son claramente injustas y hasta mezquinas producto de infames cálculos electoreros. Pero, sí, esa es la realidad que nos acompaña en los últimos meses y semanas, que hace que todos nos sintamos incómodos, alterados, molestos y confundidos.

Cuando esto sucede, las soluciones posiblemente se encuentren haciendo un alto en el camino, analizando con tranquilidad y objetividad los hechos y circunstancias que atribulan nuestro espíritu, reflexionando profundamente en lo que sucede, lo que podría suceder y lo que podríamos hacer para evitar un daño mayor a la salud de la república.

Ante esta dolorosa circunstancia, algunos copartidarios han optado por rasgarse las vestiduras sumando acusaciones a las de nuestros enemigos, haciendo propuestas insensatas como rendirnos como partido político, entregar sin lucha el directorio legislativo, o pedirle a los dioses que perdamos las próximas elecciones como un sacrificio para obtener el perdón de nuestros pecados. Me imagino que piensan que haciendo eso quizás el pueblo no los relacione con los denunciados y así podrían aparecer como los salvadores de la patria.

Vanidad, soberbia y ambición se llama esta figura.

El jueves en la mañana al recorrer las páginas del periódico me encontré con un artículo del ex ministro de la Presidencia Rodrigo Arias Sánchez (RAS) que me pareció excelente, equilibrado, serio y propositivo. Justo lo que necesitamos en estos momentos de calamidad partidaria en que por culpa de los errores de algunos y las malsanas ambiciones de otros, nos sentimos sentados todos en el banquillo de los acusados y con ganas de salir corriendo.

Con humildad y valentía reconoce don Rodrigo que en el partido “Se han cometido errores y aún se cometen, y estos deben ser analizados y juzgados con la positividad de la ley y la radicalidad de la ética, pero es soberbio llenarse de odio por esos errores, y pontificar sobre el bien y el mal, como si se fuera un dios.”. Propone una alianza crítica y autocrítica a favor de la ética en la gestión pública, pues es un reto que involucra a todos y que juntos todos debemos enfrentar. Abre con estas palabras una puerta al diálogo nacional, pensando en Costa Rica en primer lugar. Pensando en el bienestar del mayor número, señalando la vergüenza de no haber erradicado la pobreza extrema, y señala y propone caminos de solución pero como un desafío que debemos enfrentar todos los costarricenses honestos, de toda la geografía nacional, de todos los partidos políticos, de todas las Iglesias, grupos sociales y medios de comunicación.

Como liberacionista militante, ex miembro de la asamblea plenaria del PLN, ex secretario de organización sectorial, ex miembro del tribunal de alzada del partido, ex ministro de economía y de ciencia y tecnología de un gobierno liberacionista, ex presidente ejecutivo de Recope en otro gobierno liberacionista, y miembro activo de grupos de pensamiento y reflexión liberacionista, como el grupo la Isla y el grupo Raíces, y en el pasado la Instancia Socialdemócrata, me sentí contento y optimista por leer un artículo con una propuesta seria, valiente, amplia y equilibrada como la de don Rodrigo. Pensé que podía ser el inicio de un proceso de recomposición del partido y del país con la ayuda y participación de las diversas fuentes de pensamiento, opinión y participación política del país. Sentí que era una primera puerta que se abría para iniciar juntos un largo camino de retos y desafíos que con el tiempo, el trabajo serio y el amor por Costa Rica nos devolvería la esperanza y nos daría la ilusión de llegar ser un modelo de democracia justa equitativa y próspera como soñó don Pepe y como ambicionamos todos. Me alegré al ver reacciones tan positivas de mucha gente, aún de algunas que han sido sus adversarios políticos.

Sin embargo, pocas horas después me encuentro un artículo en Cambio Político, el periódico digital auspiciado por CEDAL, de mi buen amigo Carlos Revilla que de manera precipitada e inoportuna reacciona con una agresividad digna de mejor causa y que no termino de comprender. Empieza don Carlos reconociendo que es un buen artículo, pero de seguido lo descalifica agregando la frase “… al menos bien escrito”. Inmediatamente después insinúa que RAS no es socialdemócrata por no mencionar la palabra socialdemocracia, ¡ergo es liberal!. Continúa con lo que denomina las deudas de Rodrigo Arias citándole la frase en que afirma “Ni el populismo de la izquierda, ni el extremismo liberal ni la tentación estatista forman parte de nuestro patrimonio intelectual y político. Liberación Nacional es un partido moderado y progresista”, de la que Revilla desprende conclusiones como que al excluir a los extremistas liberales está incluyendo a los liberales, ergo Rodrigo es liberal y por lo tanto su artículo no es de recibo. Sigue Carlos con otras conclusiones como lo que él llama una contradicción pues no se puede ser moderado y progresista, sin embargo no voy a discutir eso, ya que es la opinión de Carlos que aunque no la comparto, la respeto.

El problema que le veo a Carlos Revilla es que pierde la objetividad y la ecuanimidad, quizás preocupado porque alguien que no es de su agrado emita un pronunciamiento que sí es del agrado de la mayoría de los lectores y que eso podría darle algún rédito político algo que pareciera inaceptable para él. Digo esto porque el artículo de RAS se centra en buena medida en el problema de la falta de ética en la política costarricense e inicia su artículo afirmando que: “En el PLN estamos preparados para elevar la condición ética de la política”, desarrollando ampliamente su firme posición al respecto en el artículo en mención.

Le atribuye a don Rodrigo el poder absoluto sobre las estructuras del partido y lo responsabiliza entonces de los meses durante los cuales no operó el Tribunal de Ética y de que no se haya aprobado el código de ética como se había acordado en el Congreso Daniel Oduber Quirós. En mi opinión eso es ya de por sí una enorme falta de respeto y consideración para los cientos de voluntarios que conforman la estructura partidaria pues presupone que son personas sin criterio ni voluntad propias que sólo saben acatar ciegamente lo que el que “maneje” la estructura ordene.

Primero afirma Revilla que “Rodrigo Arias es quien controla las estructuras del partido, incluida la Asamblea Plenaria, que es la encargada de aprobar en forma definitiva el Código de Ética y darle fuerza de ley (es decir de cumplimiento obligatorio para todos los liberacionistas)” y luego le atribuye a RAS el decir que tiene el poder, y entonces que si realmente le interesa la ética que use el poder que dice tener para que se apruebe el código de ética, de lo contrario todo lo que dice son palabras vacías que se las lleva el viento, solo lugares comunes que cualquiera puede decir pero en las que en realidad no cree. Esto no es otra cosa que un furibundo e injustificado ataque a Rodrigo Arias, a su capacidad, sensibilidad social y honestidad política, y sigo sin entender por qué.

Carlos, usted tiene el derecho de pensar que no se puede ser moderado y progresista al mismo tiempo, tiene el derecho de creer que si se excluye a los extremistas liberales como lo hizo Rodrigo equivale a incluir a los liberales, y finalmente también puede pensar que para ser considerado socialdemócrata debe decirse explícitamente cada vez que un político liberacionista manifieste su opinión o su pensamiento. Esa es su opinión, no la comparto, pero se la respeto. Ese es un derecho de todo ciudadano en una democracia y se llama libertad de pensamiento. Pero no le acepto, bajo ninguna circunstancia, que piense que su criterio es de acatamiento obligatorio para todos los liberacionistas, y que además eso le da el derecho de acusar a la gente de no tener criterio, como lo hizo al referirse a las estructuras del partido, ni tampoco tiene el derecho de descalificar a un compañero de partido por no usar la terminología que usted exige o de insinuar que miente por no utilizar competencias que sólo en su imaginación existen.

Termino con las mismas palabras que usó don Rodrigo al inicio de su artículo: “En Liberación Nacional estamos preparados para elevar la condición ética de la política, pero debemos hacerlo con seriedad, no con soberbia ni odio, no como si tuviésemos el monopolio de la honestidad, sino respetando a las personas y contribuyendo a que cada una eleve la calidad moral de su vida”. Usted Carlos no tiene el monopolio de la verdad ni de la honestidad, respete a las personas.

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3 comentarios

  1. Gustavo Martín Fernández

    QUE GUSTO PODER PARTICIPAR POR ESTE MEDIO, ASI, COMO SALUDAR A DOS BUENOS AMIGOS JOSE LEON Y CARLOS,EXCOMPAÑEROS DEL QUE FUE EL GLORIOSO PARTIDO LIBERACION NACIONAL QUE NACIO A CAUSA DE LA CORRUPCION QUE SE DIO EN EL PAIS POR ESOS AÑOS,ME CAUSA PESAR EL QUE LA HISTORIA NO LES DEJO UNA ENSEÑANZA A MUCHOS DE SUS PARTIDIARIOS, SERA QUE SON MUY JOVENES, NO SE,PERO QUE EL PLN ESTA EN CRISIS LO ESTA.
    EN CUANTO A LO ETICO NO HAY DISCUSION, ESTA PALABRA NO SE ENCUENTRA EN EL DICIONARIO DEL PLN, LA CAMBIARON POR ETICA PERMISIVA, USTEDES QUE PIENSAN.
    CUALQUIER ERROR DE MI PARTE ME PERDONAN PERO ES LO QUE MI CORAZON DICE.

  2. Carlos Monge M.

    No se puede tapar el sol con un dedo, las denuncias de corrupción contra miembros del pln, funcionarios públicos han sido evidentes. NO hay nada injusto el pueblo tiene derecho a estar informado sobre el quehacer de la función pública. Gracias a los medios de comunicación que están comportandose más transparentes,exigen más claridad responsabilidad y honradez a los funcionarios públicos. Las críticas del señor Revilla son de un ciudadano honesto y comprometido con su pueblo, por más amor y cariño que se le tenga a un partido, no se puede ser indiferente ante este triste realidad. Sr. Desanti, cómo puede pretender hacer creer que el hoy pln es de ideología social demócrata, de ninguna manera, es simple y llanamente un partido de derecha, y de orientación neoliberal. Los hermanos Arias son los principales gestores de que el pln abandonara la bandera socialdemócrata que tanto bién le hizo al país, hoy su liderazgo no sólo es de doble moral, doble discurso, sino que siguen empeñados en desmantelar el Estado Social de Derecho que con gran visón fortaleció del Pepe a partir de la Junta de Gobierno y en su gobierno posterior.

  3. José Rafael Calvo Fajardo

    Cambio Político no es el periódico de ningún partido político. Un correligionario le puede hacer un reclamo a Carlos Revilla como miembro de su partido, siempre que respete el hecho de que él no tiene por qué compartir sus simpatías por un candidato, pero eso no debe tener ningún reflejo sobre el periódico, que debe conservar la libertad de expresión, lo que se pierde con la fidelidad extrema a un partido. Y está bien denunciar la corrupción y la delincuencia donde se encuentren..

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