Cuentos para crecer: El pájaro de colores

El pájaro de colores

El pájaro de colores

En un enorme bosque
vivían juntos
un gigante y un enano.
Eran muy viejos
y los últimos de sus razas.

Ambos se sentían solos.
Cada uno sufría a su modo:
uno en voz alta,
otro en silencio.
Pero lo que más deseaban
era transformarse
en uno de esos seres
a los que llaman
personas.

Si piensas
que el gigante y el enano
se consolaban entre sí,
te equivocas.
A medida que pasaban los años.
más se atormentaban
y se hacían
la vida imposible.

El gigante
le mostraba al enano
su enorme puño.
Le echaba el aliento a la cara,
lo tiraba al aire,
lo sentaba sobre la punta de un abeto
y observaba, riendo,
cómo el enano bajaba
con dificultad.

El enano respondía
sacándole la lengua al gigante
y burlándose de él.
O le seguía maliciosamente,
le pellizcaba en las pantorrillas
y observaba, riendo,
cómo el gigante
buscaba al culpable inútilmente.

A pesar de todo,
permanecían uno cerca del otro.
Se necesitaban.
No tenían a nadie más
a quien atemorizar con el puño
o a quien sacar la lengua.
Hacía tiempo
que los animales del bosque
habían huido de su camino.

Un día, encontraron
un pájaro diminuto.
No era un mirlo,
no era un pájaro carpintero
ni un arrendajo.
Era gris e insignificante,
un pájaro sin nombre.
Estaba sobre el suelo
y los miraba,
implorante,
con sus redondos ojos.

Lo levantaron
y le construyeron un nido.
Le dieron de comer
y de beber.
Y, alternativamente,
hicieron guardia junto a él
para protegerlo
de los enemigos.

El enano estaba asombrado:
el gigante, con sus toscos puños,
acariciaba al pájaro primorosamente.
Y también el gigante estaba asombrado:
al enano se le daba muy bien
consolar al pájaro
con su mala lengua.

El gigante y el enano
tenían tanto trabajo
con el cuidado
del pájaro abandonado,
que olvidaron
atormentarse mutuamente
y hacerse
la vida imposible.

Cada día,
el pájaro se fortalecía
un poco más.
Y cuando empezó
a abrir las alas,
el gigante y el enano
vieron con asombro
que cada una de sus plumas
adquiría un color distinto.

Y tanto se extasiaron
en la contemplación
de las plumas de colores,
que no notaron que
no sólo se transformaba el pájaro,
sino ellos también.
El gigante se hizo
más y más pequeño.
El enano
creció y creció.

Solo cuando estuvieron
a la misma altura
y, por primera vez,
pudieron mirarse a los ojos,
el gigante dejó de encoger
y el enano dejó de crecer.
El deseo de ambos
se había cumplido.
Se habían transformado
en personas.

Max Bolliger
El pájaro de colores
Madrid, SM ediciones, 1988

El Proyecto CUENTOS PARA CRECER consiste en la publicación de relatos destinados en especial a niños y adolescentes, así como a todos los que encuentran placer en la lectura.

Debido al tipo de historias ofrecidas, este proyecto permite reflexionar sobre una serie de valores considerados esenciales para el desarrollo del carácter, como la tolerancia, la solidaridad, el espíritu de diálogo y la honradez, proporcionando además un valioso instrumento de aprendizaje.

cuentosn@cuentosparacrecer.com

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