Socialdemócratacristiano de izquierda y morista

Albino Vargas Barrantes

Albino Vargas

Me han dado el gran honor de escribir en este importante medio de comunicación digital que es Cambio Político, criterios y reflexiones acerca de la situación nacional costarricense de la actualidad, lo cual haremos considerando que nuestras impresiones parten de una vida de militancia activa en la lucha social y sindical.

Como se podrá comprender, una lucha social y sindical según nuestra perspectiva, a fin de que genere algún impacto, debe contener ideales, sueños, esperanzas, aspiraciones y, sin duda, partiendo de una particular visión de mundo.

Me ha tocado el privilegio de militar en una corriente sindical que decidió apostar por darle contenido sociopolítico a su actividad, tratando de que la práctica cotidiana se inspirara en un entorno de pensamiento que la alimentara.

Es lo que algunos estiman que es el esfuerzo de trascender el marco de un sindicalismo meramente gremialista, parte del cual termina en el más egoísta corporativismo, para comprender que hay un mundo ahí afuera que necesita ser transformado en aras de la promoción del bien común, de la inclusión económica, del combate a la y la reducción de la desigualdad, en armonía con el desafío ecológico de la preservación de la especie humana misma.

¡Bueno! Algo de eso y más tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón cuando a diario damos gracias a El Creador por permitirnos levantarnos y seguir en esa lucha sin fin, como Lucha sin fin se llama la finca que fundó el legendario ciudadano costarricense José Figueres Ferrer, don Pepe, el cual cumplió recientemente 33 años de fallecido.

Y, ¿cómo es eso de socialdemócratacristiano de izquierda y morista? ¿Es posible semejante sancocho político-ideológico?

El pensamiento neoliberal imperante como hegemonía político-ideológica en casi todo el orbe, se ha vuelto totalizante, avanzando hacia esferas que trascienden su dogmática obsesión por el asunto de la nivelación de las finanzas públicas, para pasar a intentar forjar una nueva “cultura” de las relaciones humanas carentes de total humanismo, ni siquiera en expresiones de conmiseración mínima.

Es así que esta dictadura global totalizante, a la que comúnmente denominamos el todo mercado-nada Estado, tiró a la izquierda toda base de pensamiento social y político que contenga ideas subversivas de sensibilidad social desde la política pública.

Y resulta que esa sensibilidad social desde la política pública siempre ha encontrado albergue en esos postulados clásicos de la socialdemocracia (muchos de los cuales impulsó el mismo don Pepe), por ejemplo. También esa sensibilidad social de la política pública consideró el Humanismo Cristiano, por cierto, columna filosofal medular de nuestra actual, y gracias a Dios todavía vigente, Constitución Política del 7 de noviembre de 1949.

Y cómo vamos a desdeñar la sensibilidad social que nutrió la política social costarricense hasta hace poco, con contenidos de la izquierda socialista-marxista que, duélale a quién le duela, impregnaron el Código de Trabajo y la misma Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS); considerando que, paralelamente, varias encíclicas papales también apostaron en esa dirección.

Impresionante resulta constatar cómo un costarricense, en la medianía del siglo XIX, sin que el Manifiesto Comunista de Carlos Marx llegara impreso a nuestro territorio, ya estuviera promoviendo, impulsando e instalando diversas decisiones gubernamentales a favor de los y de las de abajo; dejando esa especie de impronta en el ADN de la nacionalidad costarricense, el desvelo por la sensibilidad social en la política pública.

Algo quedó en nuestra mente de la otrora gloriosa Educación Pública que me permitió estimar que este sancocho político fue posible para nutrir ideales, sueños, esperanzas, aspiraciones que han posibilitado la permanencia de un pensamiento sindical que es, hoy en día, de respeto y de rechazo pero que no puede pasar desapercibido.

La conjunción de esfuerzos para la restauración plena del bien común en la política pública es de un potencial inimaginable si lo contrastamos con lo que, pobremente, nos ofrecen los adláteres de turno.

Para Cambio Político, que pretende ser una plataforma de pensamiento alternativo y diálogo de diferentes actores de la realidad nacional, es un gusto inaugurar hoy está columna que esperamos sea periódica y permanente de don Albino Vargas Barrantes, quien ha tenido un importante papel en el desarrollo de este país durante las últimas décadas.

Revise también

RAS

Un llamado urgente a la rectificación y al diálogo por el bien común

Rodrigo Arias Sánchez Presidente Asamblea Legislativa Discurso 2 de mayo 2024 Señoras y señores, buenas …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cambio Político
Este sitio usa cookies. Leer las políticas de privacidad.