Reflexiones de fin de año e inicios del 2014

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Aunque el calendario vigente que mide el tiempo es un invento de la humanidad, y está basado en el ciclo que también señala la época de siembra, cosechas, mareas, y los hechos que marcan algunos acontecimientos que celebran los cristianos, así como el calendario de los aztecas y mayas estaba inspirado en su cosmovisión del mundo y relación con los dioses. O los chinos que celebran su cambio de ciclo en otras épocas. El calendario del pueblo judío de más de 5000 años señala la celebración de los hechos ocurridos más importantes que se recuerdan anualmente y está basado en el Libro Sagrado (La Torá).

Los cristianos tienen un calendario que sigue la sociedad occidental que marca el inicio y el final de cada año, con más de 2000 años a partir de Cristo. El 31 de diciembre termina un año y el 1 de enero de enero inicia un nuevo año (Gregoriano). Principio y fin: ciclos que se repiten permanentemente en la vida y en la naturaleza. Siempre que iniciamos una tarea: como nacer, crecer, reproducirnos, las asumimos con temor (recordar el llanto de un niño al venir al mundo); porque intuimos que después viene el final o el ocaso con la vejez y la muerte. El calendario de esta manera se convierte en una proyección de hechos que suceden en un tiempo determinado como el tic tac de un reloj, o los latidos del corazón, que se integran con los latidos de la humanidad y la tierra.

Lo anterior nos permite analizar hechos que ocurrieron en corto, mediano y largo plazo, sin distanciarnos mucho en el tiempo y estudiar una pequeña porción de la realidad; en nuestros hogares, la familia, el país y el mundo que nos rodea. De lo más pequeño a lo más grande y de éste a lo más pequeño; al ser esto una unidad indisoluble, nos permitirá ubicarnos en un mundo irreal; ya que todo cambia y evoluciona constantemente. Que ocurrió en este año que está a punto de terminar; en nuestros hogares, gobierno, economía, política y la sociedad costarricense?

En nuestras familias ojalá siempre tengamos la oportunidad de mejorar y rectificar errores pasados con cada uno de sus miembros; recordando que las oportunidades son como un boleto de tren, sino lo utilizamos, éste parte y se nos va. En el gobierno, finaliza un ciclo de 4 años tristes, al no cumplirse con las expectativas del pueblo que mayoritariamente salió a votar confiando en la continuidad de las políticas económicas y sociales que nos llevaban hacia un rumbo definido de desarrollo, mayor crecimiento económico y oportunidades; que los organismos internacionales y los índices de desarrollo humano y de felicidad midieron y reconocieron.

Con un desempleo del 7, 8 a 8 %, una tasa de inflación de alrededor del 4,5 al 5 %, una Deuda pública externa de más 12.000 millones de dólares USA, y con un índice del 20% de personas en pobreza (que no se ha podido reducir, pese a los muchos programas sociales que ejecutan las diversas instituciones públicas). En exportaciones Costa Rica sigue liderando la región centroamericana con alrededor de 12.000 millones de dólares y unas importaciones de alrededor de 18.000 millones de dólares; con un crecimiento sostenido del PIB con un 4,8%. (Producto interno bruto).

Son cifras generales que más o menos se mantienen en los últimos años, sin que hubiera un cambio significativo; así como el tipo de cambio del colón con respecto al dólar USA, se ha mantenido estable dentro de una banda entre 500 a 506 colones por 1 dólar USA (esto da tranquilidad para las transacciones en dólares, como importaciones y exportaciones de productos, de bienes y servicios). Salimos bien en el Índice Global de Competitividad y sigue creciendo la inversión extranjera. Existe una buena oferta laboral profesional y técnica costarricense y otros incentivos. Nuestro país es caro, no todos tienen los medios adquisitivos para hacerle frente a una fuerte sociedad de consumo, y poder obtener los bienes básicos de subsistencia; por lo que la clase media (influyente en su tiempo), ha bajado perfil y en muchas regiones del país desapareció y existe una alta brecha social entre pobres y ricos.

A nivel deportivo el pueblo costarricense una vez más tiene la satisfacción de retornar a un mundial de futbol, al clasificar nuestra selección para Brasil 2014. El dinero que reparte la FIFA, se reinvierte en el deporte costarricense y por supuesto esto es positivo para nuestro desarrollo en las distintas disciplinas deportivas. En materia de infraestructura seguimos en problemas, me parece que el manejo poco transparente de las concesiones de carreteras y otras obras importantes para el país, ha dado al traste con su concreción. El MOPT ha dejado de ser el rector en materia de obra e infraestructura del país, y se ha diluido en otras instituciones desconcentradas o descentralizadas.

Los problemas del contrato de la Refinería de Moín en Limón que se quiere dar a una empresa China, cuestionada por la Contraloría General de la República. Los altos costos y peaje que se quería cobrar con la nueva carretera a San Ramón, y que ahora la empresa concesionaria brasileña OAS quiere cobrar al Estado la suma de $ 35 millones de dólares (en que quedo el supuesto “mutuo acuerdo de finiquito”). La poca transparencia del contrato con una empresa china (supuestamente cuestionada por fraude) para ampliar la carretera de la ruta 32 de Río Frío a Limón y otros problemas pequeños, pero de impacto social y económico para el país, pasaron la factura al gobierno.

Sigue siendo preocupante la intromisión del crimen organizado y el narcotráfico; con el hallazgo de helipuertos y pistas de aterrizaje de naves aéreas extrañas, que sin duda operan al servicio del tráfico de drogas, sirviendo el país como puente aéreo para el traslado de la droga entre Colombia y Estados Unidos de América. Esto se ha convertido en un problema de nunca acabar, por la zona estratégica en la geografía continental en que se encuentra el país, pero sin duda nos deja enormes problemas de tráfico al menudeo en las calles de nuestras ciudades y la intromisión de personas ticas ligadas al crimen organizado, lavado de dinero y legitimación de capitales y todo tipo de corrupción que genera este problema.

A nivel político, sin duda a prácticamente a un mes de las elecciones nacionales (2 de febrero 2014), las casas encuestadoras han dado sorpresas, pero también diferencias preocupantes de las radiografías del momento. Existe incertidumbre entre los ciudadanos (as) electores, donde la gran mayoría a hoy son los indecisos, de los que no se sabe cuál es su intención de voto al final de “la carrera de caballos”. Una campaña atípica, muy diferente a muchas, con un elector poco preocupado de los temas políticos, con una falta de credibilidad en los partidos políticos, y por ende en detrimento de nuestro sistema democrático.

Costa Rica es un país que se precia de una sólida democracia, de instituciones públicas consolidadas, un Estado Social de Derecho, que da seguridad jurídica en las acciones a seguir, con procedimientos judiciales transparentes y tribunales civiles, penales y constitucionales en que podemos confiar. Ahora todos los partidos políticos se ubican en el centro, acorde con la posición “centrista” de la idiosincrasia costarricense. Los principios y valores se han formado con las ideas liberales, socialcristianas, socialdemócratas y de la misma izquierda criolla del pasado. Recordemos en 1924 la creación del Instituto Nacional de Seguros fundado por liberales como Tomás Soley Guel y el presidente Ricardo Jiménez Oreamuno (una institución de profundas raíces sociales); y así otras instituciones sociales y económicas que han consolidado nuestro Estado Social de Derecho.

En realidad son más las grandes coincidencias que las diferencias entre los partidos políticos en la arena; la prioridad sería la de cómo gestionar y ejecutar las políticas públicas, para solucionar los múltiples problemas domésticos del país. Bajar las tasas de desempleo y pobreza es el mayor desafío de los futuros gobernantes. Buscar mayor equidad y redistribución de la riqueza, bajar la brecha entre ricos y pobres; para hacer un país de bienestar para el mayor número. Avanzar hacia una mayor gobernanza y recuperar la gobernabilidad. Una mayor intervención del Estado en la regulación de los asuntos públicos, o poca intervención, serían algunas diferencias sustanciales.

Como dice el conocido refrán: “Lo bonito de esto es lo feo que se está poniendo”; esperemos el desenvolvimiento de la campaña en este mes de enero que inicia; “no hay más mañana”; y los partidos políticos y sus candidatos tendrán que emplearse a fondo para encantar a los muchos electores indecisos, dudosos, de dar un voto, que lo pensaran una y otra vez en su almohada. Pero el plazo es fatal, saldrá humo blanco en la primera ronda, sino nos iremos a una segunda ronda con los dos primeros partidos políticos con mayor votación. El costarricense elector tiene la palabra de decidir su destino político.