Cambio Político Opinión, análisis y noticias
Bazar digital
Carlos Revilla Maroto
Estamos hablando de finales 1992, cuando todavía no había llegado el Internet a Costa Rica. Lo único que existía era una red llamada «BITNet» en la UCR, y había que ser estudiante o investigador para tener acceso. Ni se diga del acceso, que se hacía vía línea telefónica y modem a velocidades de 300 o 1200 bps (bits por segundo), algo increíblemente lento bajo los estándares actuales de megas y gigas de ancho de banda.
Manejaba un BBS —el primero que hubo en el país— originalmente llamado «Expreso de Medianoche» por funcionar solo de 10 p.m. a 6 a.m. con el teléfono de mi casa. Al pasar a tener su línea propia y funcionar ya las 24 horas, el nombre quedó solo en Expreso. Eventualmente Expreso incluso se pegó vía X.25 a lo que en ese entonces era la red Racsapac. Fuimos la primera base de datos privada en hacerlo y la segunda después del Registro de la Propiedad en Costa Rica y centroamérica (en ese entonces Racsa tenía nodos de acceso en todos los países de la región).
También fuimos los primeros en brindar el servicio de correo electrónico de forma privada utilizando un protocolo de intercambio llamado UUCP y que funciona basado en el concepto de «store and forward» (guardar y enviar), es decir el correo no era en tiempo real como ahora, había que hacer una llamada internacional dos veces al día a EE.UU. (California) para enviar y recibir lo que hubiera pendiente. Bastante primitivo para los estándares actuales, pero funcionaba.
Todo este panorama cambio cuando a finales de 1995 irrumpió el Internet comercial en el país, ya hacía poco mas de un año el sector académico estaba conectado (básicamente la UCR). De ahí en adelante ya es historia conocida. Por eso el título de la columna de «Recuerdos del futuro», pues de eso se trata efectivamente, de ver cómo hace 22 años se vislumbraba lo que sería el desarrollo de las telecomunicaciones.
Me pareció interesante transcribirles el reportaje completo para que vieran como eran las cosas en 1992, y lo que ahora para nosotros es algo normal e incluso intuitivo como comprar por Internet o hacer transacciones bancarias, en ese entonces era solo un sueño.
Como dato interesante, en la foto de la portada del suplemento, la «modelo» es una de mis hermanas, que de casualidad había llegado a mi casa en el momento de la entrevista, y el fotógrafo la escogió. Las fotos que aparecen son de mi familia. La foto donde aparezco es en mi cuarto donde tenía montados todos los equipos.
Redes de información electrónica
El mundo en su escritorio
Muricio Herrera
de la Nación, Suplemento Tecnología, 10 de diciembre 1992
Un joven estudiante de colegio residente en Upala desea pedir información acerca de cuál profesión seguir, y desde su centro de estudios entra en una base de datos de la Universidad de Costa Rica.
En Sarchí un agricultor quiere recibir capacitación en el uso y manejo de plaguicidas, y mediante una pequeña terminal de computadora solicita al Instituto Nacional de Aprendizaje la lista de cursos que impartirá esta institución en los próximos meses.
Durante las vacaciones de fin de año una familia de Tibás no sabe a dónde ir de paseo. Bastará con que busquen en su ordenador información turística de hoteles, parques nacionales, y servicios de transporte. Tendrán acceso a los datos del Instituto Metereológico Nacional y conocerán las condiciones del clima en el sitio escogido, solicitarán datos al Instituto de Biodiversidad y sabrán la riqueza de flora y fauna de la playa que visitarán.
Así funcionan las redes de información electrónica, tecnologías de telecomunicación fáciles de emplear y de utilidad para las necesidades laborales y familiares de cualquier persona. Están formadas por bases de datos interconectadas entre sí mediante líneas telefónicas, para que sean accesibles desde una computadora personal.
¿Hacer compras sin salir de la casa?, ¿trámites burocráticos desde la habitación?, ¡no, imposible! dirán algunos, pero la posibilidad es tan real como una línea telefónica, y en los próximos años estos servicios podrían estar disponibles para los costarricenses
Una base de datos es un depósito de información específica clasificada y ordenada, como por ejemplo, de flora y fauna, medicina, investigaciones veterinarias o el inventario de un supermercado.
Costa Rica ya tiene los equipos necesarios para desarrollar las redes, pero faltan usuarios interesados y empresas e instituciones dispuestas a hacer públicas sus bases de datos
«Los recursos están pero no hay una cultura telemática en los hogares costarricenses que tienen una computadora» sentencia Verny Cordero, Jefe del Departamento de Mercadeo de Radiográfica Costarricense (RACSA).
Para él en Costa Rica hay entre 100 y 200 mil computadoras personales que son utilizadas sólo como máquinas de escribir o calculadoras, desaprovechando así las posibilidades que brindan estos equipos.
Según el Dr. Roberto Sasso, consultor y auditor de sistemas, en los próximos dos años en el país podría desarrollarse el uso y disponibilidad de las bases de datos, así como los correos y mercados electrónicos. Para él en Costa Rica hay suficientes computadores personales pero hacen falta más dispositivos llamados módem (artefacto que permite la comunicación entre computadoras mediante la línea telefónica).
RACSA y un grupo de empresas e instituciones costarricenses ya ofrecen servicios de información mediante computadora, pero en el país todavía no hay una masa importante de usuarios.
En el mundo
En Francia, España y Estados Unidos las tecnologías telemáticas (combinación de las telecomunicaciones con la informática) para uso doméstico han tenido una gran acogida.
Tan sólo en Francia un 75 por ciento de los hogares cuentan con el servicio de Videotexto, un pequeño aparato más pequeño que una computadora, cuyo costo no supera los $150. Desde allí los usuarios pueden consultar la guía telefónica, alquilar un apartamento, reservar un asiento en un teatro u otros 20 mil servicios diferentes.
En los Estados Unidos esta redes ofrecen 14 mil servicios diversos que pueden ser utilizados sin necesidad de tener grandes conocimientos en computación. Allí el sistema «Compuserve» es utilizado por más de medio millón de usuarios para hacer sus compras en grandes almacenes o simplemente para leer las noticias o su horóscopo.
Redes nacionales
Costa Rica comienza a dar los primeros pasos en este sentido. Para Orlando Tenorio, director del Centro de Informática de la Universidad de Costa Rica, nuestro país ya tiene la infraestructura necesaria para desarrollar estas redes de uso público. Empresas e instituciones tienen bases de datos, hay computadoras personales y un avanzado sistema de telefonía.
La UCR pronto pondrá a disposición de los universitarios y público que posea una computadora con módem, información acerca del calendario universitario, padrones de estudiantes, horarios de cursos, curriculum de las carreras y el mapa de la universidad, entre otros servicios.
Pero ya está operando una red de información de servicios generales abierta al público, pero de carácter privado. Este sistema se llama Expreso y es operado por el bachiller en informática, Carlos Revilla, de la empresa Mundo Digital C.R. Aunque hace 5 años Expreso inició como un grupo de 6 amigos aficionados a las computadoras, ahora han crecido y se afiliaron a la red de la Radiográfica Costarricense, el año pasado.
Actualmente cuenta con 509 socios que tienen acceso a bases de datos de medicina y salud, de asuntos jurídicos y empresariales. Expreso también está conectado con el Instituto Meteorológico Nacional, la agencia de noticias Notimex, el Registro de la Propiedad y el Consejo de Salud Ocupacional.
Con gran facilidad los usuarios, profesionales en su mayoría, pueden solicitar información actualizada que de otra manera les hubiese tomado horas.
Además hay foros de discusión, donde los socios comparten opiniones acerca de áreas de interés común, como leyes, medicina, computación o astronomía. Y todo por un costo adicional de ₡4 por cada minuto de llamada telefónica.
Según Roberto Guillen, analista de sistemas en la UCR, las redes de información electrónica son una tecnología a la que se puede acceder mediante dos tipos de aparatos diferentes: las computadoras personales con módem, o el videotexto, especialmente con una pequeña máquina llamada Minitel.
Ambos tienen ventajas y desventajas. Para usar una red mediante una computadora por lo menos hay que tener conocimientos mínimos de computación, aunque da la posibilidad de procesar archivos y documentos personales, mientras que los miniteles -muy populares en Europa- pueden ser utilizados con sólo saber leer y escribir, pero con ellos el usuario no puede manipular archivos propios.
La UCR y el INA, tienen proyectos experimentales para evaluar la factibilidad de instalar esta tecnología en el país.
El Jefe del Servicio Telemático de Cooperación Regional de la Embajada de Francia, Martín Martínez, considera que en Costa Rica todavía hay una concepción muy individual de la computación, y por esta razón las empresas e instituciones no han pensado en la posibilidad de poner a disposición del público sus bases de datos.
«En el momento que la gente tome conciencia de lo valioso que son estos servicios los adoptarán» opina Roberto Guillen. Para él la clave del desarrollo de estas tecnologías es que haya una gran cantidad de entidades que ofrezcan sus servicios, y una masa importante de entusiastas dispuestos a utilizarlos.
(6 votos, promedio: 4,83 de 5)
Cargando...
