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Carlos Revilla Maroto
Con la reciente guerra entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) o en inglés United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, ha estado en el ojo del huracán.
Antes de entrar em materia, para poner las cosas en contexto, explico que es la UNWRA (además de ese largo nombre).
Fue fundada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1949 para proporcionar asistencia y protección a los refugiados palestinos desplazados por la guerra árabe-israelí de 1948. Su mandato original era de tres años, pero se ha renovado cada tres años desde entonces.
La misión de la UNRWA es brindar asistencia y protección a los refugiados palestinos en cinco áreas: educación, salud, alimentación, vivienda y microcréditos.
La UNRWA es financiada por contribuciones voluntarias de los Estados miembros de la ONU. El presupuesto anual de la UNRWA es de aproximadamente 1.6 mil millones de dólares.
La siguiente es una cronología:
1948: La Asamblea General de las Naciones Unidas creó la UNRWA en diciembre de 1948 para brindar asistencia y protección a los refugiados palestinos desplazados por la guerra árabe-israelí de 1948. El mandato original de la UNRWA era de tres años, pero se ha renovado cada tres años desde entonces.
1950-1960: La UNRWA proporcionó alimentos, refugio y atención médica a los refugiados palestinos en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano, Siria, la Franja de Gaza y Cisjordania. La agencia también comenzó a brindar educación a los niños refugiados.
1970-1980: La UNRWA amplió sus servicios para incluir programas de desarrollo económico y social. La agencia también comenzó a brindar asistencia a los refugiados palestinos desplazados por la guerra civil libanesa.
1990-2000: La UNRWA jugó un papel importante en la asistencia a los refugiados palestinos durante la Primera Intifada y la Guerra del Golfo. La agencia también comenzó a brindar asistencia a los refugiados palestinos desplazados por la guerra civil iraquí.
2000-presente: La UNRWA continúa brindando asistencia a los refugiados palestinos en el Medio Oriente. La agencia también aboga por los derechos de los refugiados palestinos y trabaja para encontrar una solución justa y duradera al conflicto palestino-israelí.
En la actualidad la UNWRA está siendo blanco de fuertes cuestionamientos y ataques por parte de Israel, de los que se ha hecho eco Estados Unidos. El principal ataque tiene que ver con la matanza del 7 de octubre por parte de Hamas, que desencadenó la actual guerra en Gaza.
Israel acusó a 11 empleados de la UNWRA de haber participado en el matanza, y dio los nombres. Esa denuncia de Israel hizo que la mayoría de los donantes occidentales suspendieran su apoyo a la UNWRA, incluso su mayor donante Estados Unidos; a la espera del resultado de un investigación de la ONU que se dijo en su momento, tendría un resultado preliminar a principios de marzo. Hay que decir que apenas se supo de este escándalo, la ONU/UNWRA despidió a los supuestos 11 empleados involucrados.
Ya se ha filtrado el resultado de esa investigación preliminar, y resultó que casi todo fue un montaje de Israel, que por medio de coacción (¿tortura?) obligó a unos prisioneros que trabajan con la UNWRA a fabricar la historia.
A continuación la nota sobre el informe del 11-03-24, de la reputada agencia de noticias de la BBC:
“La denuncia de la agencia de la ONU para los palestinos sobre cómo Israel forzó a sus empleados a admitir falsos vínculos con Hamás (y el impacto que tuvo en su financiación).
El informe, que aún no ha sido publicado, pero al que ha tenido acceso la BBC, se centra en los detenidos que fueron arrestados en Gaza y llevados a distintos puntos de Israel para ser interrogados, antes de ser devueltos a la Franja entre diciembre y febrero.
Palizas, ahogamientos simulados y amenazas de hacer daño a sus familiares.
Estas son algunas de las formas de maltrato y abuso a los que, según la UNWRA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, se vieron sometidos algunos de sus empleados cuando se encontraban detenidos por las autoridades israelíes.
Según un informe interno de la institución, estos empleados ‘fueron presionados para hacer declaraciones falsas contra la agencia, entre ellas que la agencia tiene afiliaciones con Hamás y que miembros del personal de la UNWRA participaron en las atrocidades del 7 de octubre de 2023’”.
Como se puede leer, Israel hizo un montaje sobre la participación de empleados en la UNWRA en la matanza del 7 de octubre.
Actualmente todos los países que habían suspendido las donaciones a la UNWRA volvieron a colaborar, siendo el último Australia. Todos salvo Estados Unidos, precisamente su principal donante, con un aporte de 300 a 600 millones anuales. Incluso si Estados Unidos elimina la suspensión, solo le queda un remanente de 300 mil dólares. Para seguir donando más dinero a la UNWRA el gobierno estadounidense necesita aprobación del congreso, y ahí está el problema. Los congresistas del partido Republicano en la Cámara de Representantes (donde tiene mayoría) se oponen a aprobar un nuevo paquete de ayuda para Israel, si este tiene una partida para UNWRA, por que lo está en el limbo.
¿Qué está pasando? Muy sencillo, el poderoso lobby judío en Estados Unidos está moviendo sus influencias, para presionar que no se apruebe la ayuda a la UNWRA. Y lo está logrando.
Definitivamente la UNWRA es una piedra en el zapato para Israel ¿porqué? La respuesta no es tan complicada o misteriosa: todo radica en los refugiados palestinos que están desperdigados en los territorios ocupados (incluyendo Jerusalén Este), y los países árabes de Jordania, Siria y Líbano.
Según UNRWA, se considera persona refugiada de Palestina a aquella «cuyo lugar de residencia habitual, entre junio de 1946 y mayo de 1948, era la Palestina histórica –el actual estado de Israel– y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la guerra. Las descendientes de esta población son también considerados refugiadas por la Agencia». En 1950, cuando UNRWA comenzó sus operaciones, 750.000 personas tenían el estatus de refugiada de Palestina, que al día de hoya son ya casi seis millones.
Los refugiados viven en campamentos sitiados en pleno conflicto sirio, zonas sometidas a bloqueo militar, ciudades devastadas por los bombardeos, tiendas de campaña desprovistas de las condiciones mínimas para una vida digna, lugares de difícil acceso para la ayuda humanitaria… esos son los escenarios donde transcurre la vida de la población refugiada de Palestina, desde que un conflicto político la sorprendiera sin previo aviso hace más de 70 años.
Desde entonces, la labor de UNRWA ha sido garantizar su protección, ayuda de emergencia, y ayudarles a alcanzar su pleno potencial de desarrollo humano hasta que se alcance una solución justa y definitiva a su situación.
Y hasta que se alcance este objetivo, la UNWRA es prácticamente su único apoyo. Pero Israel tiene como objetivo desaparecer a la UNWRA.
Claro, a Israel no le sirve que la agencia administre 706 escuelas, que dan clases en situaciones normales a más de 500 mil estudiantes, 140 facilidades primarias de salud, que atienden a más de 7 millones de visitantes anuales con algún requerimiento sanitario, 113 centros comunitarios para mujeres que brindan servicio a mas de 255 mil mujeres y sus hijos, distribuya alimentos a más de 1,5 millones de refugiados que viven en la pobreza, mejore las condiciones de vida en los campamentos de refugiados y ayuda a los refugiados a encontrar viviendas fuera de los campamentos o que conceda microcréditos a más de 475 mil personas para un total más de 431 millones de dólares otorgados.
Es cierto, la UNWRA ha sido criticada por algunas organizaciones por su perpetuación del problema de los refugiados palestinos. Argumentan que la UNRWA debería centrarse en la reintegración de los refugiados en lugar de proporcionarles asistencia permanente. También se le acusa de no ser neutral en el conflicto palestino-israelí, pero, la verdad, que difícil serlo ante lo que está pasando.
Su futuro es incierto. La agencia depende de la financiación voluntaria de los Estados miembros de las Naciones Unidas. Si la financiación se reduce o se corta, como ya está sucediendo, la agencia se verá obligada a reducir sus servicios a los refugiados palestinos.
Pero lo anterior, no tiene nada que ver con la catástrofe que significaría su desaparición, y que es lo que quiere Israel. Al final todo se reduce a un asunto de control, pues Israel lo que quiere es seguir teniendo bajo la bota a los palestinos y decidir su futuro per sécula seculorum. Por eso a Israel no le sirve que exista la UNWRA.
Fuentes: Sitio Web de la UNWRA, Google Gemini
