¿Qué es la Socialdemocracia?

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Carlos Revilla

Carlos Revilla M.

A raíz de una positiva experiencia que me sucedió a fin de año, la cual contaré más adelante, me puse a reflexionar sobre la socialdemocracia y me di cuenta que, desde que inicié esta columna, hace ya unos tres largos años, los que pacientemente me leen, saben que la menciono mucho, si bien verdaderamente nunca he definido lo que entiendo por ella, es decir, mi visión sobre esto.

El asunto no es tan sencillo como aparenta. Revisando pasadas columnas, como decía, efectivamente he hablado de socialdemocracia muchas veces, pero he dado por sentado algún conocimiento sobre ideología y temas relacionados, y no pensé que, tal vez, debía empezar por lo básico y no dar nada por sentado. Así que decidí contestar la pregunta ¿qué es la socialdemocracia?, empezando de cero, desde el puro inicio. Esto se puede lograr de tres formas distintas: con una respuesta larga basada en los libros de texto, una corta (lo que sería un resumen de la larga) y una personal.

Respuesta larga

Es básicamente la que vamos a encontrar en los libros de texto sobre ideologías, donde se define la socialdemocracia, donde se establece que es una doctrina y movimiento político de tendencia socialista surgido en Europa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX; y que si bien tiene su raíz en el marxismo clásico, se presenta como una propuesta teórica y práctica moderada.

Es decir, para los socialdemócratas, la transición de la sociedad capitalista al socialismo se pretende por medios pacíficos –reformas graduales dentro del sistema– y no con medidas violentas como la revolución, con miras a destruir el capitalismo como modo de producción.

En este sentido, el modelo socialdemócrata se distingue de las tesis y acciones ortodoxas del marxismo, desde la interpretación materialista de la historia, la lucha de clases y la dictadura del proletariado hasta la teoría de la extinción del Estado.

Consecuentemente, la socialdemocracia, encabezada inicialmente por partidos políticos obreros, participa en el juego de poder de la democracia liberal. El parlamentarismo y el electoralismo se presentan como los campos de batalla de este movimiento.

La cuna de la socialdemocracia se encuentra en Europa Central, donde destaca Alemania como país pionero en la promoción de esta ideología, y el alemán Eduardo Bernstein como su principal ideólogo. El Partido Obrero Socialdemócrata Alemán (1869), que se convirtió posteriormente en el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), fue el primero de esta tendencia.

Desde sus orígenes, el movimiento socialdemócrata se ha caracterizado en particular, por su capacidad de transformación y voluntad de adecuarse a las exigencias de la realidad histórica que se vive en el momento. Prueba de ello es el Congreso del SPD de 1951 en Bad Godesberg, una ciudad de Alemania, donde se abandonó el fin último de llegar al socialismo. Esto es muy importante porque se rompió con el marxismo. El fin último de la socialdemocracia ya no es, necesariamente, llegar a instaurar el socialismo, si no adoptar políticas de justicia social. Si estas políticas llevan al socialismo: perfecto, si no; tampoco hay problema.

En otras palabras, se trata de impulsar el mayor número de reformas sociales posibles a favor de los más débiles dentro del mismo Estado. Ello con miras a construir un Estado social y democrático que garantice los derechos y el bienestar de la mayoría sin necesidad de abolirlo. Así lo propuso Bernstein.

A pesar de esos y otros cambios, puede afirmarse que la esencia de esta doctrina se ha mantenido durante toda su evolución: la búsqueda de los medios necesarios para alcanzar las mayores cuotas de libertad, igualdad y bienestar entre los miembros de una sociedad. Asimismo, existen valores que también han permanecido como rasgos característicos del paradigma socialdemócrata. Tal es el caso de la justicia social, la solidaridad, la responsabilidad, el humanismo y el progresismo.

En términos económicos, los socialdemócratas aceptamos el sistema de economía de mercado, aunque denunciamos sus deficiencias al asignar los recursos. Por lo tanto, promovemos la intervención de la autoridad pública (Estado) para establecer equilibrios y garantizar la libertad económica.

Para profundizar un poco más sobre el tema, conviene leer las publicaciones de CEDAL “Fundamentos del Socialismo Democrático: lo constante y lo variable” y “Socialismo Democrático: Postulados Básicos”.

Respuesta corta

Para esto voy a contarles la experiencia que tuve a final de año y que resultó una gran lección. En una reunión el 28 de diciembre, le comenté a mi buen amigo Manuel Carballo (Exdirector de Cedal y compañero por muchos años) que había estado trabajando esos días en la edición digital del libro el “ABC de la Socialdemocracia” de Enrique Obregón y, como lo tenía fresco en la memoria, me preguntara lo que quisiera sobre socialdemocracia. Entonces Manuel me lanzó la siguiente pregunta: ¿podés decirme en pocas palabras lo que es la socialdemocracia?

Y pensé en toda la respuesta larga anterior, en principios y valores, y en esto y en lo otro y no encontraba una respuesta que pudiera ser de pocas palabras, o una frase que resumiera todo lo anterior; es más, casi llegué a pensar que no se podía hacer.

Entonces, ese maestro de la socialdemocracia que es Manuel, me dijo, no te atribulés más, la respuesta es muy sencilla: “socialdemocracia es gobernar para el pueblo”. Así de sencillo. Y me di cuenta que efectivamente esa pequeña frase era la respuesta, y que encierra todo lo que es y pretende ser la socialdemocracia. ¿Cómo se me había escapado algo tan obvio?

Al fin y al cabo eso es la socialdemocracia, no hay otra cosa, ni tampoco ningún misterio, ni nada esotérico o divino, más bien algo muy terrenal, era solo eso, que nos lleva también a la frase de don Pepe “el bienestar del mayor número”, otra que también puede resumir la socialdemocracia.

¡Que gran sabiduría hay en ellas!

Respuesta personal

Incluyo una respuesta desde el plano personal, dado que la socialdemocracia no es solo lo que está escrito en los libros de texto o gobernar para el pueblo (esto sería a nivel colectivo). En realidad es una forma de vida y comportamiento que conlleva una ética y valores determinados. Es decir, uno puede ser también un socialdemócrata en el plano personal, en la forma de vivir y comportarse.

No voy ahondar en esto, pero tiene mucho que ver con el plano interior de cada persona. Cabe decir que si todos fuéramos socialdemócratas, este sería un mundo mejor y sin tantos problemas.

Es obvio el contraste con los antivalores que nos dan otras ideologías, que hacen resaltar aspectos negativos como el egoísmo o la avaricia por encima de la solidaridad o el bien común o la opulencia contra la frugalidad por citar solo unos pocos ejemplos.

Desde adolescente me he definido socialdemócrata y es algo que llevo impregnado en mi piel, es como si fuera parte de mi ADN, y sin temor a equivocarme, pienso que la mayoría de nosotros lo somos, aunque muchos no lo saben, y solo se tiene una intuición

Es claro que esto nos lleva a Liberación Nacional, pero queda para otra oportunidad hablarles de “El PLN y la socialdemocracia”.

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