Parque nacional Saguaro: más que un desierto

Carlos Revilla 20-02-2022 Columnas, Opinión Deje un comentario 530 Vistas

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Carlos Revilla Maroto

Nosotros no heredamos la tierra de nuestros antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos. Sabiduría de los nativos americanos

En mi viaje por Arizona, visitamos un Parque Nacional muy especial, que queda contiguo a la famosa ciudad de Tucson, cuyo solo nombre nos evoca de inmediato el salvaje o lejano oeste de Estados Unidos. La ciudad es la segunda en tamaño después de Phoenix y la principal dentro del área de La Mesilla, y la más poblada del sur del Estado de Arizona, con unos 600 mil habitantes.

El parque al que me refiero es el Parque Nacional Saguaro. Comprende un área de 321 km2 de montaña y desierto al este y al oeste de Tucson, alberga bosques de saguaros, de ahí su denominación. El saguaro (Carnegiea gigantea) es un enorme cactus originario del desierto de Sonora, que sólo crece de forma natural en esta zona. No hay que tomarse a la ligera esto de los saguaros, es toda un acontecimiento verlos (más adelante escribo de esto). El parque es administrado por el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos.

Para empezar un poco de datos sobre el desierto de Sonora, que es donde está el parque.

El desierto de Sonora (Sonoran Desert), tiene una extensión compartida Estados Unidos y México, cubriendo grandes partes de Arizona y California, así como parte de los estados mexicanos de Baja California y Sonora, el cual le da nombre. Es uno de los desiertos más calurosos y grandes del mundo, pues cubre un área de 311 000 km2. Puede describirse como una «jungla del desierto» porque en el viven más de 200 especies de animales y 600 de plantas. Los saguaros, con sus brazos ramificados y sus pliegues en forma de acordeón, dominan esta escena. Entremezclados con estos cactus endémicos (solo en este lugar existen), hay otras plantas comunes como paloverdes, mesquites, arbustos de creosota y ocotillos. Se puede encontrar fauna como coyotes, serpientes, jabalíes y roedores como la rata canguro.

Ahora propiamente sobre el parque, el 1ero de marzo de 1933 la zona fue primero protegida como monumento nacional por proclamación del presidente Herbert Hoover. Una nueva proclamación presidencial de John Kennedy, el 15 de noviembre de 1961, amplió el monumento nacional, añadiendo 62,16 km2 más. La zona fue rediseñada como parque nacional el 14 de octubre de 1994.

Como les decía, el parque consta de dos sectores o distritos separados por la ciudad de Tucson. El distrito Tucson Mountain (o Saguaro oeste) y el distrito Rincon Mountain (o Saguaro este) están separados por aproximadamente 48 km y una hora de viaje en carro. Si bien son similares en términos de flora y fauna, hay diferencias sutiles que hacen que valga la pena visitar ambos lugares. En nuestro caso solo visitamos el sector oeste del parque.

En el parque se protegen algunos de los bosques más impresionantes de saguaros, unos verdaderos gigantes subtropicales.

Sobre el saguaro, su piel es dura y cerosa y su esqueleto leñoso está oculto en el interior de la planta. El tronco y los brazos están plegados como un acordeón y pueden expandirse o contraerse con la cantidad de agua tomada. En lugar de hojas, el Saguaro tiene miles de espinas para dar sombra y protegerse. A pesar de las espinas, que impiden que los animales hambrientos se den un festín con sus tejidos, los saguaros sirven de “hotel” para aves como el pájaro carpintero de Gila, que hace agujeros para anidar en las plantas. Estos pájaros suelen esperar varios meses antes de instalarse para dar tiempo a que la pulpa del cactus se seque y cree un sólido revestimiento alrededor de la cavidad. Los saguaros se caracterizan por ser especies fundacionales porque sirven de apoyo a muchas otras especies del ecosistema.

El saguaro ha sido descrito como el monarca del desierto de Sonora, como un terror espinoso, como el símbolo supremo del suroeste estadounidense, y como una planta con personalidad. Si, el Saguaro es famoso por la variedad de formas extrañas y demasiado humanas que adopta, formas que inspiran escenas salvajes y fantasiosas. De hecho es una sensación única el estar cerca de un Saguaro, especialmente los que tienen un parecido a una figura humana. La anterior ha inspirado, a través del tiempo, relatos y películas sobre esta particularidad;; especialmente dibujos animados y cuadros.

Nota aparte merecen lo petroglifos que se pueden encontrar en el parque. Recordemos que el petroglifo es un dibujo grabado sobre piedra o roca, en especial los del período prehistórico neolítico. Por ejemplo, en Costa Rica se han encontrado en Guayabo de Turrialba y algunos lugares de la Zona Sur como Diquís. En el parque, a simple vista se pueden ver a la vera de los senderos. En la galería incluyo algunas imágenes para que se den una idea.

Quedan advertidos, las plantas son muy espinosas; si se salen de los senderos, muy posiblemente salgan espinados, así que caminen con cuidado y hagan caso a todos los rótulos.

Un bonito lugar que vale la pena conocer por lo diferente, con la especialidad de los saguaros, que verdaderamente impresionan.

Para la galería escogí las mejores imágenes de mi colección, así como algunas otras de Internet. Si quieren, la Wikipedia alberga una extensa galería de multimedios sobre el parque, que puede verse aquí.