No me interesan mis clientes

Crónicas interculturales

Por Remy Leroux Monet

Desde lo alto de mis casi 30 años de vivir en Costa Rica, todavía me quedan algunas cositas que NO AGUANTO de la cultura y las costumbres ticas.

Una de ésas es la falta de información de parte de un comercio sobre sus horarios de cierre y apertura al público. Además, ahora que por seguridad todo el mundo baja la cortina de hierro, hasta se puede preguntar si ese comercio ya dejó de serlo, si el personal está almorzando o tomando café, si quebró y si nunca más vamos a volver a poder comprar ahí.

Ni hablar de los autobuseros de la GAM, que sólo existen como concesión de servicio público. Pocos publican sus horarios y muchos no los respetan. Trasladan sus paradas sin aviso. Lo mismo cuando cierran rutas. Expresan un gran desprecio a sus pasajeros.

Hasta pasa lo mismo para algunas instituciones públicas. ¿Han visto alguna vez un rótulo que indique a qué hora abre el banco?

Peor, la farmacia del Hospital San Juan de Dios ni señala donde queda la entrada en la antigua cervecería Ortega ni que ahí es la farmacia del Hospital.

Todo el mundo debe de saberlo. Todo el mundo vive en el mismo cafetal. Ahora tiene luz, pero sigue siendo el cafetal de antaño, como decía un gran amigo mío (q.e.p.d.). Es como si los clientes o los pacientes no interesan a nadie y que no existe competencia.

El otro día, por primera vez en mi vida costarricense, muy ingenuo, compré un boleto de la lotería nacional.

Busqué y busqué casi con lupa cuál es el número de la fracción y cuál es el número de la serie. ¡No lo dicen! Todo el mundo debe de saberlo.

Un cafetal con luz, comentábamos. Pero ¡Pura Vida!

– Remy Leroux Monet, ciudadano francés, visitó por primera vez Costa Rica en 1978, y desde entonces no se ha separado nunca de nuestro país. En 1993 migró definitivamente. Siendo un atento observador de su entorno, tiene por afición resaltar diferencias entre sus dos países, el de nacimiento y el de adopción.