Luis Alberto Monge: algunas reflexiones sobre su pensamiento y acción

Ocean Castillo Loría

Luis Alberto Monge

I

Un 29 de diciembre de 1925, nació Luis Alberto Monge, en razón de ello, vale la pena reflexionar, en torno a su acción y pensamiento…

Monge ha estado presente de un modo u otro en el devenir político del país, por ejemplo, durante la administración Figueres Olsen (1994 – 1998), su criterio fue tomado en cuenta junto a otros ex Presidentes, para explorar soluciones al problema de la deuda interna.

De igual modo, la administración Monge Álvarez (1982 – 1986), ha sido analizada desde diversas ópticas: para la izquierda o algunos historiadores socialcristianos, en ella se inicia el andar por el modelo de liberalización económica; para otros sectores, incluidos algunos socialdemócratas, Monge salvó al país del barranco de la crisis económica.

El debate radica en el contexto en el que se desarrolló ese gobierno, para algunos, en él, comenzaron a ser golpeados los sectores medios y bajos del país; para otros, precisamente las medidas tomadas por el Presidente Monge, resguardaron a esas clases sociales.

La crisis llevó a Monge a hablar de consenso, y también a cambiar hacia una visión de mercado y ajuste de lo que tradicionalmente se conocía como el modelo liberacionista, se comienza así a visualizar la apertura comercial, la eliminación de subsidios y la promoción de exportaciones e inversión extranjera, de igual modo, eran claras las medidas de austeridad en los campos de política fiscal y política monetaria.

Sin embargo, para algunos analistas, el nivel de intervención Estatal en la economía, se mantuvo fuerte a través de la orientación del crédito para favorecer al sector privado; la fijación de precios bajo los límites de una canasta básica y con importantes ajustes de salarios.

Lo cierto es que Monge siempre ha estado preocupado por los sectores menos favorecidos, no en balde y con solo 23 años, siendo Constituyente en 1949, defendió de forma extraordinaria, el capítulo de Garantías Sociales que hoy se encuentra en nuestra Carta Magna y que fue fruto del proceso reformista echado a andar por el Caldero – Comunismo.

Luis Alberto Monge es electo como Constituyente por el Partido Socialdemócrata (PSD), que es minoría dentro del colectivo al que le corresponderá debatir y aprobar una nueva Constitución Política.

Será él uno de los cuatro diputados Constituyentes, a los que les corresponderá defender los principios ideológicos del proyecto político perteneciente al grupo que por las armas, ganó la democracia en 1948.

Don Luis Alberto Monge, cumple a la perfección su tarea. Solo como ilustración, en la Sesión del 1 de agosto de 1949, el Constituyente socialdemócrata reflexiona en torno al salario mínimo, expresando la división de lo que en materia laboral debe abordar la Carta Magna y lo que debe corresponder al Código de Trabajo. En esa misma línea, refiere entre otros tópicos, a los trabajos en el campo y en las zonas rurales.

Las diferencias ideológicas presentes en el Plenario son evidentes cuando por ejemplo, con el Diputado González Herrán, Monge debate sobre el término sindicalización, o cuando refuta las tesis del Diputado Edmundo Montealegre, sobre producción agrícola.

Inclusive, llega Monge a defender uno de los principales instrumentos de la socialdemocracia, diríamos hoy, clásica, en oposición a lo que se denomina “socialdemocracia flexible o remozada”; nos referimos a la planificación económica dentro de un régimen democrático.

El 3 de agosto, Monge expone sobre los derechos laborales y sociales, sobre todo para responder las tesis de los Diputados Esquivel y Baudrit Solera, para ello analiza la misma Constitución de 1871.

La tesis de fondo de los Diputados a los que responde Monge, es la idea, que inclusive aún ronda en ciertas de mentes, de promover por la vía legal, la prohibición de las huelgas, Monge y Rodrigo Facio, refutan tal tesis.

Como puede verse, la fracción de Diputados Constituyentes del Partido Socialdemócrata (PSD), al que pertenecía Monge, hicieron un ingente trabajo para hacer prevalecer sus tesis, frente a una mayoría altamente conservadora.

De igual manera, no debe olvidarse que por ser Constituyente, Monge tuvo la fuerza moral para criticar la reapertura de la reelección presidencial, por parte de la Sala IV y que, según Don Luis Alberto Monge, tenía la impronta de otro ex gobernante: Oscar Arias.

II

La definición ideológica de Monge, quedó clara desde muy joven, cuando fue parte de la creación del Partido Socialdemócrata (PSD) y, en 1951, es parte de la fundación del Partido Liberación Nacional (PLN).

Desde hace tiempo Don Luis, ha venido siendo crítico sobre el accionar del PLN, pero en justicia, esa característica siempre ha marcado su accionar y pensamiento político…

Como ilustración, en los setentas, enunciaba que el PLN se había alejado de sus ideales, que la estructura partidaria no participaba en el ejercicio del gobierno, que la banca nacionalizada había perdido su norte y señalaba sin ningún temor, la influencia de lo que llamaba la “troika” (Figueres Ferrer, Orlich y Oduber) en Liberación Nacional.

De igual manera, Monge se alejó del PLN con el dominio del Arismo sobre esa estructura partidaria. No sería sino hasta hace dos años, con el nombramiento de su representante ante el Comité Ejecutivo, su regreso al Balcón Verde, tras 20 años de no poner un pie en ese establecimiento (Su presencia fue motivada para apoyar la alianza entre los entonces precandidatos Johnny Araya y Antonio Álvarez Desanti) y el bautizo del edificio donde se ubican las oficinas de CEDAL, cuando Monge retorna a las tiendas verde y blancas.

Y si bien esto es cierto, también debe reconocerse que el enfrentamiento entre Monge y Arias, no existía antes, ni siquiera durante el gobierno de Don Luis Alberto. De hecho, solo como ejemplo, en 1977, al Dr. Arias Sánchez se le publica su libro: “Los caminos del desarrollo en Costa Rica”, el prefacio del texto es de Monge, y en él dice que Arias es parte de los miembros del Partido Liberación Nacional (PLN), que expone claramente una ideología socialdemócrata. Además, reconoce la profundidad y amplitud del pensamiento de este intelectual y político.

Sin embargo, con el pasar de los años y en materia ideológica, quien en el pasado tenía gran fe en Arias (Don Luis Alberto), se la ha perdido. Debe anotarse que algo semejante pasó con otros socialdemócratas, como el fallecido Alberto Cañas Escalante.

En el periódico “La Nación” del 11 de octubre del 2011, Arias escribe desconocer porqué don Luis Alberto está enojado con él, cuando inclusive don Oscar convenció a su padre, don Juan Rafael Arias Trejos, de ser candidato a la segunda vicepresidencia con Monge, en la campaña de 1977 – 1978. En esa época, Arias Sánchez es elegido diputado por Heredia.

En ese artículo, Arias dice algo más, pasamos a citarlo: “Por haberme opuesto a la “fórmula mágica”, según la cual don pepe encabezaría la candidatura presidencial y don Daniel Oduber y yo seríamos los vicepresidentes, los expresidentes apoyaron a mi digno adversario don Carlos Manuel Castillo. Yo inscribí mi precandidatura “sin muletas y sin padrinos” y para esa convención conté con la simpatía de don Luis Alberto”.

Continúa don Oscar, dice que ya siendo candidato: “También se basó mi campaña en los aciertos y en el rescate que hizo el Gobierno de Monge de la economía costarricense, heredada en estado ruinoso de la Administración Carazo”.

Lo cierto es que Monge se ha opuesto a lo que se puede denominar la visión y acciones de los Arias (Oscar y su hermano Rodrigo), solo como evidencia, cabe decir que para el 28 de enero del 2010, al consolidarse lo que se conocería como el Frente Electoral Patriótico y Progresista, que era una coalición de hecho, entre los partidos: Acción Ciudadana, Alianza Patriótica e Integración Nacional, y que, apoyaba la candidatura de Ottón Solís, también don Luis Alberto, apoya esa iniciativa. Dicho sea de paso, en ese momento y por Alianza Patriótica, retira su candidatura presidencial, el sobrino de Monge, Rolando Araya.

III

Desde muy joven, Don Luis Alberto mostró sus dotes para la acción política, y dentro del Partido Liberación Nacional, ya desde muy temprano, se le visualizaba como un futuro candidato a la Presidencia del país.

Ahora bien, para la campaña de 1978, hubo un eslogan que, impactó muchísimo a las estructuras partidarias y a las propias bases del partido: “Monge es Liberación”. Los dirigentes más experimentados, al analizar este lema de campaña, solo pueden llegar a una conclusión: esa frase refleja una verdad tan grande como un templo.

“Monge es Liberación”. Y es que don Luis Alberto, en sus dos candidaturas, fue elegido por el impulso de la gente, en otros partidos de orden plutocrático, aquel hombre, de alma y vida campesina, jamás, pero jamás, hubiera sido candidato, pero aquel Liberación Nacional que lideró Monge, era un Liberación altamente cercano al sentir popular.

Era un Liberación en el que las preocupaciones eran por ejemplo: el énfasis en el sector agrícola y un Liberación que de un modo u otro, estaba vinculado con el sector sindical. Valga decir, que luego de las épocas de los Programas de Ajuste Estructural (PAES), estas preocupaciones cambiaron por otras de la agenda nacional.

Monge… un campesino, en cuya experiencia de vida estaba haber sido dirigente del sindicalismo democrático… vaya mezcla para un hombre que llega a ser Presidente de la República.

Los ricos miraban con desagrado al “campesino – sindicalista”, y los sectores populares temían que los entramados del poder se “tragaran” a este hombre luchador y noble, haciéndolo olvidar sus orígenes y el centro de su acción política.

En la línea antes dicha de la misión que el pueblo le encomendaba a Monge, y que él mismo definió como “una pesada cruz”, la tranquilidad en el carácter del Presidente resultó fundamental.

Crisis interna y crisis externa (La violencia en América Central), eran los desafíos que le correspondió a “Don Luis Alberto”, como cariñosa y respetuosamente le decía el pueblo, enfrentar.

Y aquí llegamos a un punto álgido de nuestra reflexión: para algunos, Monge evitó que entráramos a la espiral de la violencia en Centroamérica, por medio de la Proclama de neutralidad; para otros, este fue una mascarada para permitir el fortalecimiento de la “Contra” en nuestra frontera norte.

En este sentido, no podemos dejar de mencionar el debate que en la segunda mitad del año 2011, se dio entre Monge y el también ex presidente Oscar Arias, sobre esta época. Debate que ganó apoyado por las tesis de algunos actores de la época y la opinión de algunos académicos, el Dr. Arias.

Lo cierto es que al llegar el 8 de mayo de 1986, Don Luis Alberto deja el poder querido por su pueblo, querido, porque Monge no se embriagó con los orgullos que pueden afectar al ser humano con poder, más con poder político.

Monge, un hombre sencillo.

Monge, un hombre tolerante.

Monge, un hombre lleno de simpatía.

IV

En otro orden de cosas, y yendo más hacia atrás en la historia, quizás para muchos, por la cotidianidad, se puede olvidar que Monge desde su juventud, fue un abanderado de una de las principales causas fundacionales de Liberación Nacional: la defensa del sufragio.

Así lo hace en su natal Palmares en 1944, esto lo conduce a San José, donde forma parte de las manifestaciones de estudiantes contra el “Caldero – Comunismo”. Para 1945, ayuda a fundar el Partido Social Demócrata (Cosa que ya hemos anotado) y luego, forma parte del Ejército de Liberación Nacional.

De igual manera, sus primeros contactos con el sindicalismo democrático, los tuvo, gracias al Padre Benjamín Núñez Vargas. Pero la vida le tenía otros grandes retos…

Será así como luego se consolida como dirigente en el ámbito laboral, al ser contratado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que lo lleva a Suiza, donde maneja las relaciones de esta organización con el movimiento obrero de América Latina.

Asimismo, como ya lo hemos dicho, corresponderá a Don Luis Alberto, el ser uno de los cuatro fundadores principales del Partido Liberación Nacional. Para ello, él aporta su conocimiento de Latinoamérica, en términos de evolución socio – política, sumando los valores costarricenses y el conocimiento, fruto de sus incesantes lecturas.

El nuevo partido debe ser ideológico y permanente, pero con practicidad, Monge es de la tesis de aprovechar la popularidad que en aquel momento tenía José Figueres Ferrer, como ex jefe revolucionario y ex Presidente de La Junta Fundadora de la Segunda República, para sobre esa base, fundar el partido, el cual debería contar con una estructura de formación política.

Era evidente que Figueres, Oduber y Orlich, miraban en Monge una gran intuición política, esa especie de virtud que durante siglos señalaron grandes pensadores de la Ciencia Política. Para ellos, Monge era culto, inteligente, talentoso. Estas cualidades ya probadas en la lógica de las luchas del sindicalismo democrático.

Inclusive, durante el tercer gobierno de Don Pepe Figueres (1970 – 1974), siendo vicepresidente de la Asamblea Legislativa, Don Luis Alberto da un gran impulso al proyecto de Estado Interventor, que en aquel momento defendía Liberación Nacional.

Volvemos muchos años más adelante… Monge es un hombre auténticamente costarricense: basta observar en las campañas electorales de 1977 – 1978 y luego en 1981 – 1982; como atrae a las niñas y los niños de su patria.

Basta observar el verdadero interés con el que escucha las necesidades de su pueblo, basta mirar cómo se solidariza con los pobres. De esto dan constancia hasta sus más claros adversarios políticos.

No es Monge un hombre de pensamiento “economicista”, sino más bien, un político que tiene claro que la economía debe estar subordinada al ejercicio del poder político, en pro del bien de las mayorías.

Don Luis Alberto es un hombre sincero…

Denunció lo que consideró las desviaciones ideológicas de Liberación Nacional.

Apoyó las tesis que consideró las más sanas tanto dentro como fuera de la estructura del partido.

En un próximo artículo, referiremos a la relación de Monge con lo que él llamó la troika, de igual modo, referiremos a las campañas de 1978 y 1982 y los ataques y defensas que se hacen a su gobierno.

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