Las enseñanzas de Carlos Manuel Castillo

Castillo

Alejandro A. Soto Zúñiga

Hoy se cumplen 25 años del fallecimiento del Doctor Carlos Manuel Castillo Morales. Es una fecha especial para quienes le acompañamos en varios tramos de su vida política y todavía sentimos dolor ante su temprana desaparición y lamentamos lo mucho que perdió el país y el Partido Liberación Nacional.

Con orgullo debemos recordar a ese gran gestor de ideas y de proyectos extraordinarios, al economista, al hombre honesto y al ideólogo consecuente con su pensamiento.

El 5 de diciembre de 2007 me tocó clausurar un acto organizado por el Banco Nacional de Costa Rica en honor a don Carlos Manuel. A los asistentes se les obsequió un ejemplar del libro publicado por el BCIE, “Carlos Manuel Castillo Morales antología de escritos, discursos, conferencias y otros textos”. El compilador de esa extraordinaria obra fue don Rodolfo Trejos Donaldson

En esa actividad me permití citar a otro gran costarricense, a don Enrique Obregón, quien en la introducción del citado libro apuntó:

No pudo llegar a la presidencia de la República, a pesar de que fue candidato de nuestro Partido. Algunos decían que no era buen candidato pero que, si triunfaba, llegaría a ser un extraordinario presidente. Esto de buen candidato es relativo. Lo que sucedió fue que nunca hizo concesiones, ni pudo adoptar la pose demagógica, tan saludable en ocasiones para recoger votos. Fue integro en su intelectualidad y en la defensa de principios básicos en los cuales creía…Por eso digo que fue un gran candidato. El Partido y la democracia costarricense ganaron cuando un hombre como él fue candidato a la Presidencia de la Republica.

Coincido también con don Enrique que don Carlos tenía un gran sentido del humor, razón por la que en ese acto conté una anécdota personal, llena de inteligencia política y cariño por parte suya:

En 1985 participé en la Asamblea Nacional del Partido Liberación Nacional y postulé mi nombre como candidato a Diputado 1986-1990, representando a los cantones de Goicoechea, Moravia y Coronado. En el momento de la votación don Carlos Manuel se me acercó, se volvió de espaldas y me pidió que escribiera mi nombre en su voto. Perdí la postulación y me embargó la tristeza. El se acercó, me abrazó y me condujo fuera del salón de sesiones y con esa dosis de buen humor que le caracterizaba me pidió un “doble remedio espirituoso” -como siempre decía-, para aliviar la perdida y como si fuera hoy recuerdo que con gran sabiduría me dijo: “Doctorcito, en política a veces ganando se pierde o a veces perdiendo se gana. Vamos para adelante”. Cuatro años después -con más edad y madurez-, con gran orgullo formé parte de su equipo de Diputados 1990-1994.

Para las elecciones de 1990 don Carlos Manuel Castillo y el Partido Liberación Nacional presentaron a consideración de todos los costarricenses su programa de gobierno denominado “CONSTRUYAMOS EL FUTURO”. En la introducción don Carlos con gran conocimiento de la realidad costarricense de entonces señaló:

“…los costarricenses debemos emprender tareas que rebasan ampliamente las perspectivas del sistema actual y que nos exigen, ni más ni menos, que construyamos entre nosotros un nuevo país de la misma manera que, en el pasado, el rescate de la libertad para el mundo y la formación de orden económico internacional de la postguerra hicieron posible construir una nueva Costa Rica entre 1948 y 1978. Esas tareas por lo tanto definen para una etapa histórica, de una ciencia y de una tecnología avanzadas, una nueva agenda nacional para la próxima etapa de nuestra evolución histórica y configuran, como característica propia, un proceso profundo e integral de transformación, cuyos alcances se extienden a todos los ámbitos de la vida nacional

A quienes me han preguntado, insistentemente que para que quiero ejercer el poder les doy la respuesta en “ CONSTRUYAMOS EL FUTURO”. Invito a todos a reflexionar sobre las orientaciones que propongo para una acción política en la que cada costarricense puede y debe participar y contribuir, pues me complace en honrar la sabiduría de aquel gran concepto de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

Nuestro país ha cambiado sensiblemente en 25 años y en muchos casos acusamos la pérdida de valores fundamentales, mientras que el Partido Liberación Nacional enfrenta serios problemas que amenazan su existencia. Qué este aniversario sirva para recordar las enseñanzas de don Carlos Manuel Castillo y de como logró siempre superar las dificultades con mucha serenidad y una extraordinaria capacidad de dialogo.

– Ex Diputado.

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