Juntos pero no revueltos, de nuevo

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Carlos Revilla M.

Recientemente me pidieron un opinión sobre el tema de lo que es izquierda, analizando al Frente Amplio y el PAC con respecto al PLN, esto a raíz del pacto FA-PAC. El tema es interesante y creo que vale la pena tratar de hacer un comentario sobre esto.

Primero, les voy a transcribir el correo que me enviaron, que me parece es la introducción perfecta al tema.

“Me gustaría leer análisis sobre la renuncia de la Diputada Nidia Jiménez a la Sub Jefatura de Fracción del PAC y las razones que alega.

Algunos compañeros (Carlos Revilla y otros) han argüido que el PLN debe ser «de izquierda» y acercarse al «PAC». Aunque para mí esa denominación como tal ha ido siendo vaciada de contenido, en la Costa Rica de hoy, eso se entiende como las posiciones del FA y de la fracción «más socialista» del PAC.

Ella renuncia precisamente por eso, porque no está de acuerdo en que se identifique al PAC con el FA y «de izquierda», y porque en la COYUNTURA INMEDIATA conlleva el pacto que firmaron con algunos sindicatos DEL SECTOR PÚBLICO, y, dice ella, en EXCLUSIÓN DE OTROS SECTORES SOCIALES.

O sea el PAC, además de mostrar lo que ha sido, una emoción más que un partido y sus fracturas salen a la luz, por ahora, se sale, como Partido (no necesariamente en la cúpula del gobierno.) del centro político, para ubicarse en la izquierda sectaria.

Esto abre oportunidad interesante para el PLN, no en una definición tan abstracta como «izquierda» o «derecha» (que a veces usamos para simplificar, entre «entendidos»), sino en planteamientos más concretos como los que ha hecho el presidente del Partido, don José María Figueres.

Creo que en las próximas elecciones NACIONALES (alcaldes es distinto), volveremos a un debate y «lucha electoral», ideológicamente definida como en el pasado. Si Ottón Solís se lanza, que es probable, tratará de ubicarse en el centro, los empleados públicos en alta proporción votarán por el FA y nos tocará «pelear» hacia el centro del espectro.»

Hasta aquí el mensaje que me enviaron.

Soy de los que todavía cree que los términos de izquierda y derecha son válidos, aunque, por el contrario, hay mucha gente que piensa que están trillados e incluso superados (¿se acuerdan del «fin de la historia» de Fukuyama?). Entonces, claro, es muy fácil tratar de desacreditar algo, tachándolo de izquierda y no solo eso, de izquierda sectaria, que ya casi es una mala palabra, pues al haber «desaparecido», que le digan a uno de izquierda es un volver a cosas del pasado ya superadas, algo así como ir en contra de los signos del tiempo o estar atrasados. Por cierto, no voy a entrar a analizar si la izquierda del FA o del PAC es sectaria o no, sería un esfuerzo estéril, que no aportaría mayor cosa a este análisis.

Para empezar, creo entonces, que la palabra clave aquí no es «izquierda», es más bien progresista o progresismo. En el FA, PAC y PLN hay fuerzas progresistas. También hay lo contrario, que se podría llamar pensamiento reaccionario o conservador (conservadurismo), del cual hay más en el PLN de los últimos tiempos, que en los otros partidos.

En el PLN , hay pensamiento progresista, su ideología la socialdemocracia, sin ninguna duda lo es. Esto nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta ¿entonces es el PLN progresista? Independientemente de lo que creamos o diga nuestra ideología, lo importante es que las otras fuerzas progresistas no lo creen así, y es un NO bien grande. Incluso, ya he escrito sobre este tema, pueden leer “PLN todavía lejos de ser un partido de izquierda y progresista”, donde hablo del tema.

Lo anterior es preocupante, dado que en estos tiempos de multipartidismo, es muy difícil lograr que se concreten propuestas sin el concurso de otras fuerzas. Esto es especialmente cierto para el PLN, que aunque con la mayor cantidad de diputados (18) en la Asamblea, es una minoría, y si además a esto le sumamos el rechazo de las otras fuerzas progresistas, el PLN la tiene muy cuesta arriba.

Allá el PAC y el FA con sus alianzas o no alianzas. Bien que mal muy parecidos a los que se han dado en el PLN, con la diferencia que los diputados y hasta la propia dirigencia aceptan los acuerdos sin chistar. Por ejemplo, recordemos, no hace mucho, los acuerdos del PLN con los libertarios en la Asamblea Legislativa, que en su momento ningún diputado del PLN cuestionó, ninguno salió a decir ¡que barbaridad estamos haciendo un pacto con la extrema derecha de este país! Todos se quedaron calladitos, París bien vale una misa, en este caso la ideología. Este es otro indicativo de que el PLN dejó de ser progresista hace ya un buen rato o bien que priman otros intereses sobre nuestros valores. Por eso no me malentiendan, no estoy criticando el pacto en si, que a veces son necesarios, mi crítica es a lo que se comprometió o se renunció.

El último pacto legislativo con los libertarios, lo único que logró, fuera de darle una presidencia al PLN, fue que se llenaran las Juntas Directivas de la instituciones autónomas de libertarios y no me extrañaría que hasta se haya pactado la integración de la Sutel, que como sabemos ha sido nefasta para los intereses del ICE y el país.

Así, que no hay tal acomodo del PLN en el centro. Hace unos años conversando con un amigo le decía «que torta, en el PLN tenemos enclaves neoliberales», y me respondió «no Carlos, más bien es al revés, lo que hay en el partido son enclaves socialdemócratas». En estos momentos y con dolor, definiría al PLN como «derecha suave» o lo que otros llaman centro-derecha. Y sí, como decía, quedan todavía algunos vestigios de progresismo, pero cada vez menos.

Quiero terminar de forma positiva y decir que en estos momentos, se respira aire fresco en el PLN, y eso ha sido por las palabras de su presidente José María Figueres, que ha dicho que «en lo social PLN deber ser de izquierda», algo en lo que coincidimos totalmente. Sin embargo, lo han criticado por haber dicho esa frase, tanto dentro del partido como fuera de el. Vean que interesante, esto es una demostración que la palabra «izquierda» se puede utilizar en el buen sentido, es decir, justicia social, solidaridad, DDHH, redistribución de la riqueza y tantas otras cosas buenas, por supuesto, en democracia y libertad, respetando los derechos de todos.

Habiendo definido que tenemos en común pensamiento progresista, no aspiro, ni creo que sea oportuno que el PLN se alíe con el PAC, el FA o los sindicatos, pero si, que el partido de su apoyo con las demás fuerzas progresistas en situaciones concretas, como pueden ser proyectos de ley. Este apoyo no necesariamente debería darse solo en el ámbito legislativo.

Este apoyo al progresismo se puede resumir en la frase «juntos pero no revueltos». ¿Podrá el PLN hacer esto y empezar a recuperar su credibilidad en este grupo? Espero que si, pero la tiene muy difícil.