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Por Michael Fischer, Jörg Ratzsch y Jörg Blank (dpa)
Berlín, 9 oct (dpa) – Si bien es cierto que se trata de tan «solo» dos elecciones regionales, existen pocas dudas de que los resultados en los comicios celebrados el domingo en Hessen y Baviera han supuesto un voto de castigo a los partidos de la coalición liderada por el canciller Olaf Scholz.
«Hay un mensaje para nosotros en este resultado electoral», declaró el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPD), Kevin Hühnert, al valorar los resultados, respectivamente los peores de la historia de la formación en ambas regiones.
Baviera es el estado más grande del país y sede de empresas de primer orden como Siemens y BMW, y Hessen es la sede del centro financiero de Fráncfort, por lo que ambos se encuentran entre los estados más ricos de Alemania.
En la primera región, los socialdemócratas se deberán conformar con ser la quinta fuerza política al haber obtenido 8,4 por ciento del apoyo electoral, mientras que en Hessen serán terceros con un 15,1 por ciento, pese a que su principal candidata era la actual ministra del Interior, Nancy Faeser.
Por su parte, el Partido Liberal (FDP) continúa su serie de derrotas en las elecciones regionales, al haber desaparecido del Parlamento en Baviera por no haber alcanzado el umbral electoral del cinco por ciento del voto y casi hacer lo mismo en Hessen, al lograr justo ese porcentaje.
A pesar de sus importantes pérdidas, Los Verdes, el tercer socio en el gobierno de Scholz, salieron relativamente bien parados. En Hessen, donde quedaron cuartos con un 14,8 por ciento, podrían incluso reeditar gobierno con la clara vencedora, la Unión Demócrata Cristiana (CDU).
Otra conclusión clara de estas elecciones es la tendencia clara hacia la derecha, e incluso hacia la extrema derecha. La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ya no es un fenómeno exclusivo de la antigua Alemania Oriental, dado el apoyo registrado tanto en Hessen (18,4 %) como en Baviera (14,6 %), que le permitirá ser segunda y tercera fuerza respectivamente.
– Una derrotada desde Berlín, ¿qué será de Nancy Faeser?
El hecho de que quizá la mayor perdedora de la jornada electoral no tenga su puesto en ninguna de las capitales de las dos regiones, Wiesbaden o Múnich, sino en Berlín, es sintomático de estas elecciones. La ministra del Interior fue enviada a la carrera en Hessen por el SPD porque no había alternativa.
Y fracasó estrepitosamente. Nancy Faeser perdió frente al primer ministro Boris Rhein y su CDU por casi 20 puntos porcentuales: 15,1 a 34,6.
Pero es poco probable que Scholz la deje caer por ello. Al canciller no le gusta dejarse manejar en estos asuntos y, hasta ahora, no ha mostrado ninguna duda sobre Faeser y la ha elogiado explícitamente varias veces en los últimos días por su actuación en la reforma del sistema europeo de asilo.
Así lo dejó claro también toda la dirección del partido el domingo por la noche. «Apoyamos a Nancy Faeser», dijo Kühnert.
Aún cabe la posibilidad de que la propia Faeser dimita. La política dejó abierto su futuro papel como líder estatal del partido la noche de las elecciones, pero por lo demás no hizo referencia alguna a tal decisión. «Hoy he recibido mucha solidaridad de Berlín», comentó al valorar los resultados.
-¿Qué hará Scholz?
En cualquier caso, Faeser regresa a Berlín bastante tocada tras la desastrosa noche electoral en Wiesbaden. Al mismo tiempo, tiene en su cartera el asunto en el que más se necesita actuar: el elevado número de inmigrantes que llegan a Alemania.
Es muy posible que, como consecuencia, el canciller se haga cargo de las negociaciones con la oposición, liderada por la alianza conservadora CDU/CSU, que está impulsando un Pacto por Alemania para frenar la inmigración irregular.
Scholz ve como interlocutores a los jefes de los gobiernos de los estados federados y no al líder de la CDU, Friedrich Merz, por lo que se reunirá únicamente con ellos el 6 de noviembre. Hasta entonces, tiene tiempo para pasar a la ofensiva en un tema que desempeñó un papel importante en la campaña electoral.
-¿Y el Partido Liberal?
Un factor de incertidumbre para el gobierno de Scholz es cómo afrontará el Partido Liberal los resultados electorales. En anteriores derrotas electorales ya inició una suerte de motín en la coalición, sin que esto le ayudara electoralmente en el ámbito regional ni en los sondeos a nivel nacional.
En la noche del domingo, el secretario general del FDP, Bijan Djir-Sarai, no indicó aún cuál podría ser la dirección en esta ocasión. «Analizaremos y debatiremos estos resultados dentro de la coalición», dijo.
El líder adjunto del FDP, Wolfgang Kubicki, fue bastante más claro. «Las cosas no pueden seguir así», dijo al diario «Bild». «Esta es la señal clara de que en Berlín debemos asumir de una vez lo que mueve a la gente. En la cuestión de la central nuclear, en la ley de calefacción o en la política migratoria, hemos estado o estamos siempre en desacuerdo con la opinión mayoritaria», argumentó.
