El Estado empresario y el rompimiento de los monopolios

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

Todos los analistas e investigadores coinciden en que a partir de 1948 con la Segunda República, terminó el período de la Primera República basado en un sistema político económico que hacía que existiera un Estado Liberal. Con la guerra civil se rompe el modelo vigente y entramos en un Estado reformista comúnmente denominado el Estado de Bienestar. Instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social creada por el gobierno del Dr. Calderón Guardia -1940-1944-, se fortalecieron y universalizaron, en conjunto con las garantías sociales y el Código de Trabajo, impulsadas por Monseñor Sanabria, Manuel Mora Valverde y el presidente Calderón Guardia; cambiaron la historia en beneficio de las grandes mayorías de nuestra sociedad.

Durante los 18 meses de gobierno de la Junta Fundadora de la Segunda República, presidida por el Caudillo José Figueres Ferrer -1948-1949-, emerge un nuevo modelo político y socioeconómico que sería la guía durante alrededor de los próximos 50 años. La nacionalización bancaria democratizó el crédito surgiendo una clase media y apoyo a los campesinos; así como el crecimiento de la educación en forma generalizada, la abolición del ejército y la creación del Instituto Costarricense de Electricidad -ICE- que produjo energía eléctrica para la mayoría del territorio nacional.

El fortalecimiento de un bipartidismo, con gobiernos alternos del Partido Liberación Nacional fundado en 1951 por don Pepe Figueres y sus compañeros del Movimiento de Liberación Nacional. En el otro lado con los gobiernos de corte socialcristiano con el Partido Unificación Nacional (anterior Republicano Nacional), Coalición Unidad y luego Unidad Social Cristiana -PUSC- seguidores del pensamiento de su más influyente líder el Dr. Calderón Guardia.

Desde esta época en adelante se fueron creando una serie de instituciones públicas, regidas bajo el ordenamiento del Derecho Público, con autonomía propia para actuar, descentralizadas o desconcentradas de las mismas instituciones o ministerios del Poder Ejecutivo. Todo esto se plasmó en la Constitución Política de 1949, donde quedó en forma expresa la institucionalidad por ejemplo: del Tribunal Supremo de Elecciones, la Contraloría General de la República. El Patronato Nacional de la Infancia y la Caja Costarricense de Seguro Social, si bien son anteriores a 1949, se consolidan como instituciones autónomas; al igual que la Universidad de Costa Rica. Se fortalece el Estado Social de Derecho, una burocracia institucional, impulso al cooperativismo y una nueva clase empresarial.

Posteriormente, se da todo el marco institucional de la naturaleza jurídica con la reforma al numeral 188 constitucional: “Las instituciones autónomas del Estado gozan de independencia administrativa y están sujetas a la ley en materia de gobierno.” La mayoría de las instituciones públicas consolidan el Estado de Bienestar costarricense, que anteriormente no se pensaba en el servicio a los ciudadanos (as) o administrados, por lo que la pobreza era insoportable, con poco acceso a la educación pública y salud; no había una movilidad social, que les permitiera una calidad de vida y de transformación económico y social.

Para 1970 triunfa en las elecciones nacionales don José Figueres, siendo su tercer período gubernamental y luego en 1974 le sucede don Daniel Oduber Quirós; y con estos 8 años de gobiernos liberacionistas, se incrementa la intervención del Estado; sus ideales socialdemócratas, creencia en un Estado benefactor y paternalista en toda su dimensión; da base para crear el denominado “Estado Empresario”, mediante la creación de la Corporación Costarricense de Desarrollo -CODESA-; considerada una idea-fuerza de primer orden, trascendental para el cambio en la economía costarricense. El presidente Oduber, fiel convencido de esta idea en su gobierno impulsa este modelo de desarrollo económico mediante la diversificación productiva y de la agroindustria.

Se crearon empresas estatales con esquema interno de empresa privada, parecido al utilizado con la creación en 1963 de la Refinadora Costarricense de Petróleo S.A. -RECOPE-. Era una gran inversión interna que no era posible de ser financiado por el capital nacional. Se da una entrada fresca de recursos económicos, ejemplo: En minería y extracción: representaba el 37,8% estaban Cementos del Pacífico S.A, Cementos del Valle S.A., Coonaprosal R.L. En Agropecuario industrial: el 31,9% estaba la Central Azucarera Tempisque S.A. -CATSA-, Algodones de Costa Rica S.A.- ALCORSA-. En transformación: con el 22,3% con Aluminios Nacionales S.A.- ALUNASA- y FERTICA.

En Transporte: con el 4,7% estaba Transportes Metropolitanos S.A.-Transmesa-, Ferrocarriles de Costa Rica -FECOSA-, Naviera Multinacional del Caribe S.A.-NAMUCAR-. En mercadeo y finanzas: con el 1,5% estaba la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar, el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico. En Pesca: con el 1,0% estaban Maricultura S.A. y Acuacultura S.A. El Financiero: con el 0,1% estaba la Bolsa Nacional de Valores S.A. Pero terminaron vendiéndose casi regaladas a empresarios privados. Sabemos que muchas empresas eran deficitarias, y cayeron en crisis económica, pero podrían haberse salvado las exitosas y eliminar las quebradas.

La inversión interna más fuerte la ponía el sector descentralizado con el 70% y el gobierno central aportaba el 30%. El Estado tenía un porcentaje accionario que podría oscilar entre el 50% al 100%. Por ejemplo en Fertilizantes de Centroamérica – FERTICA- tenía el 50% de las acciones. Con la entrada al gobierno de Rodrigo Carazo Odio -1978-1982- y su compromiso político de acabar con el Estado Empresario (una obra socialdemócrata); paralelo a la crisis económica en que cayó el país en este período ya sea por razones externas, y los errores financieros de su gobierno, al pelearse con los organismos financieros internacionales; condujo al descalabro total del denominado Estado Empresario.

Lamentablemente la idea del Estado Empresario se “satanizó” y a CODESA incluso se le decía peyorativamente “Codicia”, ya que muchos empresarios privados querían entrar a manejar los negocios de las empresas estatales que generaban grandes utilidades, por ejemplo: el país se quedó sin empresas de producción de cemento, porque están en manos extranjeras, etc. Y en otros casos “vendieron las joyas de la abuela”. Para los creyentes una idea socializante, y para sus detractores el desarrollo de “un capitalismo monopolístico del Estado”. El politólogo Rodolfo Cerdas señalaba el riesgo que se produciría por cuanto “el Estado al privilegiar sus empresas públicas, como de las transnacionales, a las cuales aquél resulta asociado por muy diversos canales.”

Lo anterior en caso de que al producirse las exportaciones, se daría un necesario ligamen con las transnacionales. Emerge una clase gerencial, los empresarios políticos y una clase económica media y alta, similar como en la actualidad tenemos a los ejecutivos de las empresas nacionales e internacionales instaladas en el país. El surgimiento de una diversificación empresarial ha sido fuerte, de tener solo a los comerciantes y exportadores de café, banano, azúcar y carne, a pasar a que muchos sectores pudieran incursionar en la exportación de productos no tradicionales, de venta de bienes y servicios de nuevas formas de tecnologías, en fin surgimiento de pequeñas y medianas empresas, etc.

Para principios de la década de los 80s del siglo pasado inicia la era neoliberal con los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Inglaterra. Se impone el “consenso de Washington” y no es más que una receta para que los países hicieran frente a las deudas externas y los pagos a los organismos financieros, a cambio de hacer reformas estructurales en sus modelos económicos internos. En Costa Rica, en 1985 bajo el gobierno del presidente Luis Alberto Monge se inicia con el Primer Plan de Ajuste Estructural – PAE I-, se sigue con el PAE II en el gobierno de Oscar Arias -1986-1990-, y luego el PAE III en los gobiernos de Calderón -1990-1994- y Figueres Olsen -1994-1998-.

Los PAEs señalaban la reestructuración del aparato productivo, la diversificación de la producción industrial, la promoción de exportaciones no tradicionales a mercados fuera de la región centroamericana (Mercado Común Centroamericano), la democratización económica y otra serie de medidas económicas y políticas en el país; se estableció el sistema de minidevaluaciones para controlar el tipo de cambio con respecto al dólar estadounidense. La equiparación de los precios agropecuarios nacionales e internacionales, se reforma el Consejo Nacional de Producción -CNP-para que no asuma las pérdidas de los agricultores. Se falla con la política redistributiva y se genera pobreza; lo que llevó a recibir fuertes sumas de dinero de EE.UU. a través de la AID, que vino a palear la crisis dejada por el gobierno de Carazo, y que costó salir en la década siguiente.

Finalmente se concluye, desde 1985 hasta la fecha, en este siglo XXI, nos convertimos en un país inmerso en las políticas globalizadoras, de imposición de recetas económicas internacionales más cercanas al neoliberalismo, de rompimiento de monopolios públicos como la apertura de los seguros, las telecomunicaciones, la apertura de cuentas bancarias a los bancos privados, la venta de importantes activos que podrían estar en manos del Estado o por lo menos haberse utilizado el esquema de economía mixta, con el fin de generar mayores ingresos al Estado, etc. Entramos en el mundo de la suscripción a diestra y siniestra de Tratados de libre comercio Internacionales.

A hoy, estamos por iniciar un nuevo período gubernamental, podemos hacer un alto en el camino y revisar todo lo actuado, y ver si estamos en el camino correcto, porque la pobreza ha aumentado, la inequidad en la distribución de la riqueza, altos índices de desempleo, la prestación de los servicios en algunos rasgos con gran deterioro y la sempiterna corrupción. El debate para la segunda ronda entre dos posiciones de centro, entre el PAC Y EL PLN, debe ser inteligente, de si hay o no una mayor regulación e intervención estatal. De ¿cuál debe ser el modelo de desarrollo costarricense en adelante? Si se sigue preservando un Estado Social de Derecho venido a menos en estos últimos 30 años. El país debe privilegiar los principios de justicia social, solidaridad, equidad, libertad, para fortalecer nuestra democracia social y económica.

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