Domingo 2 de febrero: ¡vamos para segunda ronda!

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

Las elecciones de Costa Rica del domingo pasado, nos conducen por segunda vez, a una segunda ronda electoral. Ninguno de los 13 candidatos obtuvo el 40% requerido para ser declarado presidente electo.

Aunque por razones de espacio, la reflexión no puede ser profunda, no puedo dejar de hacer algunos apuntes sobre lo que sucedió ayer, al menos en mi opinión.

“Liberación Nacional solo pierde las elecciones cuando quiere” decía Daniel Oduber. Esta frase pareció cierta y evidente en esta oportunidad. El cúmulo de errores vistos en esta campaña, resultan exagerados para cualquiera. El creer que “ Johnny Araya es mas grande que el partido” fue el primero. Seguido rápidamente por la campaña de “Contráteme” en colores grises y celestes y desapareciendo al PLN. El elegir a los candidatos a diputados sin tomar en cuenta sus posibilidades de arrastre en sus comunidades (ejemplo de esto es Cartago por ejemplo). ¿A quien se le ocurrió acomodar al hermano del Candidato en un 4to lugar por Alajuela, donde muy probablemente no sería electo? Y ¿a quien se le ocurrió para poder hacerlo, trasladar a un Orotinense de sepa al 5to lugar por San José, sacrificando así la estructura del PLN de Cantón Central? ¿A quien se le ocurrió hablar de un gobierno de unidad nacional que no incorporara a los mismos liberacionistas? ¿Será al mismo que se le ocurrió que Oscar Arias ahuyentaba más votos de los que sumaba? Razón por la cual don Luis Alberto siguió durante la campaña haciendo apariciones públicas en las que hablaba del bazucaso y del golpe de Estado de Oscar Arias Hace unos meses escribí que probablemente la campaña del PLN había decidido descartar al “arismo de la calle” y cambiarlo por el “fishmanismo de la calle”, obviamente haciendo mofa de esa absurda decisión.

Para acceder al poder, se necesitan varias cosas. Una de ellas es la fortuna, decía Maquiavelo, entendiendo por fortuna la suerte, no el dinero. Creo que eso es cierto. Pero también hay algo que es fundamental: hace falta vocación. La lucha por el poder es difícil, es dura, es a muerte. Para alcanzarlo, hay que tener el carácter de asumirla y darla. Alguien con esa ambición y dispuesto a dar la lucha por el poder, ¿se irá durante un mes de luna de miel, a solo 5 o 6 meses de las elecciones? No lo creo… Creo que lo que le sucedió ayer a Johnny Araya al llegar al recinto de votación sin su cedula de identidad, requisito indispensable para ejercer el voto, fue lo que los psicólogos llaman un acto fallido. El no quería ser Presidente. Eso nos explicaría porque el lunes no dio declaraciones desde la mañana, agradeciéndole a su partido y llamándolo a cerrar filas.

Luis Guillermo Solís, demostró una inmensa habilidad. Lo que ha dicho durante la campaña es música para los oídos del costarricense (“Aspiro a que dentro de 4 años, cuando yo camine por la calle, la gente diga, ahí va un hombre honrado y trabajador”). Demostró tener fortuna (“Dios mío confunde a mis adversarios”) se vio beneficiado por una campaña millonaria creada por el PLN, que –habiendo olvidado que el Muro de Berlín ya no existía- fue una campaña macarthista que no les iba a sumar ni un voto, todos se los sumo a el. Se mostró como el más serio y el más riguroso en todos los debates, y eso sumado a su lado afable, lo fue haciendo subir.

¿Las encuestas lo invisibilizaron? No creo… creo que las encuestas marcaron una tendencia correcta: marcaron que Johnny Araya venía de picada y que Luis Guillermo Solís iba para arriba. No interpretaron varias cosas, pero eso no le toca interpretarlo más que a los comandos de campaña: en Liberación no lograron interpretar que al PLN le cuesta abandonar a un propio, y que Luis Guillermo Solís era percibido, no por la cúpula, sino por el campesino liberacionista, que es el dirigente del distrito que construye la iglesia de su pueblo y la escuela de su pueblo, como un propio. Lo sienten cercano, lo sienten amigo. Luis Guillermo si lo supo interpretar y tendió los puentes: “Liberación Nacional es un partido de gente buena” dijo en uno de los últimos debates, y el día en que se ratificó su candidatura, dijo: “Los liberacionistas honrados ya tienen por quien votar”. Pero creo que ni él esperaba que ese voto fuera masivo. Mucha de esa gente buena y honrada a la que le hizo un giño el candidato del PAC, le respondió con su voto. Yo calculo, comparando encuestas y resultados, que no fue menos de un 10%.

La historia del balotaje nos enseña que el candidato que queda de primero es el que gana. Esta vez, el margen es muy pequeño así que podría no ser así pero: ¿de donde pescará Johnny Araya votos y de donde pescará Luis Guillermo Solis votos? ¿Cual de los dos tiene el techo más pegado a la cabeza?

En fin, no puedo terminar estas rápidas reflexiones sin manifestar mi alegría de ver —básicamente en el Frente Amplio— a cientos de muchachos entusiastas y apasionados, que como dijo Alvaro Marenco en su spot para ese partido, me han hecho recuperar la esperanza de que las cosas pueden cambiar. ¡Gracias al Frente Amplio por volver a motivar a los jóvenes que tienen el entusiasmo que requerimos para cambiar este pedacito de mundo en el que nos ha tocado nacer!

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.