Democracia y elecciones municipales

Efrén Arauz C.

Estamos a unos días para celebrar un acontecimiento democrático en nuestro país, se trata de las primeras elecciones municipales, “ de medio periodo”, que se celebran para elegir alcaldes –as-, regidores, concejales, síndicos e intendentes en los Consejos de Distrito. Cerca de 6.065 funcionarios serán escogidos por los ciudadanos de cada cantón en nuestro país para que nos representen, en una fiesta democrática sin parangón.

El objetivo de esta elección, a mitad de periodo, —la última fue hace seis años, pero que por reforma de ley se prorrogaron dos años para que calzara el medio periodo en el presente gobierno— es para que los electores conozcan mejor a sus representantes, seleccionen mejor sus programas y que el gobierno local sea mas transparente, efectivo y se desarrollen obras importantes concretas.

Independientemente de las falencias del Código Electoral y de resoluciones judiciales y administrativas, en donde la participación tanto de las mujeres como de los jóvenes es mínima, la conformación de las papeletas contradicen los objetivos y no se garantiza el principio de proporcionalidad y de representación de las minorías, lo cierto del caso es que hemos mejorado nuestras normas electorales en función de una mejor democracia política.

Este será el inicio de una verdadera descentralización administrativa, impulsada por don Armando Arauz (q.e.p.d.), padre del Regimen Municipal Costarricense, en los cantones de todo el país hay gente capaz, preparada, con visión de conjunto y sobre todo honesta, hoy día los municipios cuentan con recursos económicos suficientes para desarrollar sus jurisdicciones, salvo la limitación territorial, las municipalidades pueden hacer de todo, infraestructura, vivienda, empleo, turismo, seguridad, etc., —vid. Art 6 Código Municipal— por lo demás, concentrar todo el desarrollo nacional en la capital, es cosa del pasado, el gobierno central se encuentra colapsado en sus propias indefiniciones, regulado hoy día por un marasmo legal que lo hace ingobernable y con un presupuesto que alcanza solo para pagar la planilla estatal y cubrir los intereses de las deudas interna y externa. Es hora del autogobierno, del gobierno de los pueblos, con la mejor gente de las comunidades, por lo que es menester salir a votar el próximo 7 de febrero, no dejemos esas decisiones para solo el 25 % de la población, hagamos del voto un deber cívico y una oportunidad democrática. Es hora de votar.

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Abogado y politólogo

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