Decime cómo tomás tu sopa y te diré de dónde eres

Crónicas interculturales

Por Remy Leroux Monet

Remy Leroux

A continuación doy otro tip para James Bond (su nombre es Bond, James Bond…) o mejor para compaginar el origen común francoparlante para el longevo Hércules Poirot de nuestra querida Agatha (Christie). A no ser que sea para el British Sherlock Holmes o mi compatriota Joseph Rouletabille…

Gracias a los numerosos viajes que realicé en toda mi vida activa, empezando con la travesía en solitario del Canal de la Mancha cuando tenía sólo 16 añitos (¡cómo hice sufrir mi pobre madre, muerta de angustia por ese viaje de su último retoño!…), tuve la oportunidad de analizar las distintas maneras de tomar la sopa en algunos países. ¡Sí! Entendieron bien: no se toma la sopa de la misma manera en todas las culturas.

Según mis observaciones del más alto nivel científico, existen en el mundo occidental europeo dos etiquetas principales para tomar la sopa en un plato sopero y con una cuchara sopera siempre bastante grande: por ejemplo, los del Norte, como son los británicos, los escandinavos y los alemanes, inclinan su plato hacia el centro de la mesa, como quien diría hacia el Norte, hacia su vecino del frente, mientras que los del Sur lo hacen hacia su propio estómago o su ombligo. Francia una vez más está perteneciendo al Sur.

¿Qué pasa en Costa Rica? Como a menudo: yo diría que pasa de todo. Me parece que la etiqueta en la mesa es lo que menos preocupa a mis amigos comelones costarricenses… Sin embargo soplan vientos fuertes de cambio.

Tengo que confesar que no me acuerdo de lo que pasa con los estadounidenses y los australianos que también algún día tuve la oportunidad de visitar. ¿Será que allá no me sirvieron sopa?…

Con todo eso quise decir que, si algún día lo raptan y lo trasladan con los ojos vendados a un lugar desconocido y misterioso, observen bien cómo la gente alrededor suya toma su sopa. El resultado será ya un primer indicio para determinar su ubicación.

Cuando el otro día me topé por casualidad y con gran suerte con Bond, Poirot, Holmes y Rouletabille, se me olvidó preguntarles si sabían eso…

Remy Leroux Monet, ciudadano francés, visitó por primera vez Costa Rica en 1978, y desde entonces no se ha separado nunca de nuestro país. En 1993 migró definitivamente. Siendo un atento observador de su entorno, tiene por afición resaltar diferencias entre sus dos países, el de nacimiento y el de adopción.

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