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Por Carlos Vilchez Navamuel
Como sabemos, el conocimiento en general evoluciona conforme se estudia y se investiga cada disciplina y cada tema, en este comentario escogimos como ejemplo hacer una reseña del átomo porque al conocer su historia, podemos entender fácilmente que las definiciones que tenemos de las cosas dependerán del conocimiento de la época en que se expresan.
El sitio de Internet español newton.cnice.mec.es nos dice que “En el siglo V a.C., Leucipo pensaba que sólo había un tipo de materia. Sostenía, además, que si dividíamos la materia en partes cada vez más pequeñas, acabaríamos encontrando una porción que no se podría seguir dividiendo. Un discípulo suyo, Demócrito, bautizó a estas partes indivisibles de materia con el nombre de átomos, término que en griego significa “que no se puede dividir”.
Luego la misma fuente explica que “Empédocles estableció que la materia estaba formada por 4 elementos: tierra, agua, aire y fuego”. Y que “Aristóteles reconoció la teoría de los 4 elementos, pero negó la existencia de los átomos de Demócrito y que, gracias al prestigio que tenía, se mantuvo vigente en el pensamiento de la humanidad durante 2000 años. Hoy sabemos que aquellos 4 elementos iniciales no forman parte de los 106 elementos químicos actuales”.
Otro sitio denominado elrincóndelvago.com explica que no fue hasta el siglo XIX que se cambió la idea que se tuvo por cerca de 20 siglos, “John Dalton, un importante científico británico lanzó en 1803 su teoría atómica de la materia. En ella decía que todos los elementos que se conocen están constituidos por átomos. A partir de este momento la física se centra en el estudio del átomo. En 1811 Amedeo Avogadro formuló una ley que lleva su nombre “ley de abogadro”. Esta ley viene a decir que dos volúmenes iguales de diferentes gases y en las mismas condiciones tienen el mismo número de moléculas, pero no el mismo número de átomos. En 1906 Sir Joseph Jonh Thomson, supuso que Dalton estaba equivocado, porque el átomo estaba compuesto de electrones”.
Más adelante la misma página nos decía que “A medida que la tecnología iba avanzando, el estudio del átomo se abría camino con más facilidad. En 1896 Antonie Henri Becquerel, descubridor de la radioactividad supuso que los electrones tenían carga eléctrica. Cosa que Robert Andrews Millikan, confirmó veinte años después. En 1911 Nelson Rutherford, lanzó la primera teoría sobre la estructura del átomo, en ella decía que los electrones giraban alrededor del núcleo como si fuera un sistema solar en miniatura. Esta teoría se mantuvo hasta 1913, fecha en la cual el danés Neils Bohr , lanzó una nueva teoría atómica, en ella decía que los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas. Esta teoría todavía no era la definitiva, pero si la base de las teorías actuales sobre el átomo. En 1919 Rutherford descubrió que el núcleo de los átomos estaba compuesto por protones, y que estos tenían carga positiva. Y en 1932 James Chadwick, descubrió el neutrón, una de las partículas fundamentales de la materia que se encuentra en el núcleo del átomo. Como ves el átomo actual, tal y como se conoce hoy, ha pasado por un proceso de estudio e investigación muy largo”.
Con más conocimiento, llegaron nuevas tecnologías y al día de hoy se pueden ver los átomos con aparatos muy sofisticados llamados microscopios de barrido electrónico y los de fuerza atómica. La revista mexicana, Muy Interesante, nos explica que “Los primeros tienen una sonda formada por una aguja cuya punta mide sólo un átomo. Ésta se coloca a una distancia de 1 nanómetro (10-9 metros) del material a explorar y se aplica una corriente eléctrica que genera una tensión de un voltio entre sonda y superficie. Al barrer ésta, la aguja reproduce la topografía atómica de la muestra. Este microscopio sólo sirve para sustancias conductoras de electricidad; para las aislantes se emplea el de fuerza atómica, que usa la información obtenida cuando los electrones que emite son repelidos por las nubes electrónicas de los átomos de la superficie”.
En el 2012, el periódico español ABC nos mostró la primera fotografía de la sombra de un átomo, y nos informó a la vez que “Un equipo de la Universidad de Griffith en Brisbane (Australia) ha sido capaz de fotografiar la sombra de un átomo por primera vez. No se trata solo de una curiosidad. El logro supone llegar al límite extremo de la microscopía. «No se puede ver nada más pequeño que un átomo utilizando la luz visible», afirman los científicos implicados en la hazaña, para la que han trabajado durante cinco años”.
Un año después medciencia.com nos mostró la primera imagen real del orbital de un electrón de un átomo (en este caso de hidrógeno), una de las estructuras más básicas de la materia y sin la cual nada existiría tal y como es ahora. Arriba aparece la foto acompañando a este artículo.
¿Qué nuevas cosas veremos en el futuro sobre los átomos? No lo sabemos, lo que sí estamos seguros es que encontraremos más información al respecto que nos ayudará a entender ese micro mundo o universo que conforma el todo.
Fuente: http://bit.ly/1LSh0mD
