Aventura hacia el Círculo Polar Ártico

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Culminamos el reciente viaje a Alaska, con una visita a la ciudad de Fairbanks, a la cual llegamos en avión desde Sitka. La razón de volver a Fairbanks, ya habíamos estado en el 2019, era poder realizar algo que me había quedado pendiente, que es parte del “bucket list” o las cosas que hay que hacer antes de morir, me refiero a ir al Círculo Polar Ártico. Y con esta aventura matamos tres pájaros de un tiro: hicimos un recorrido por una de las carreteras más extremas del mundo, la Dalton Highway; conocimos y cruzamos el caudaloso río Yukon (Mighty Yukon le dicen en inglés), por el único puente que hay en Alaska sobre ese río, y llegamos hasta el Círculo Polar Ártico.

Nuestra aventura empezó en la recepción del hotel en Fairbanks a las 7 a.m., donde nos recogieron en una minivan de la empresa de tours que habíamos contratado para hacer el viaje. Regresamos —al mismo lugar de salida— cerca de las 8 p.m., en un trayecto que duró alrededor de 13 horas, uno de los más bonitos e interesantes que he hecho hasta la fecha. Un recorrido de unos 620 km ida y vuelta.

Es importante notar que hasta hace poco los rent-a-car tenían prohibido alquilar carros con el propósito de hacer esa ruta, por lo inhóspita y peligrosa que es. Ya lo permiten, pero pagando una cobertura de seguro bastante alta. Además se recomienda llevar un mínimo dos llantas de repuesto, y una buena provisión de víveres para tres días; con un límite de velocidad en toda la ruta a 80 km/h. Así que mejor preferí hacer la ruta con los expertos, y no aventurarme por mis propios medios.

Pero empecemos por explicar que es el Círculo Polar Ártico.

Es la línea imaginaria horizontal de la Tierra o paralelo. Está situado a 66° 33′ 46» de latitud norte, delimitando la región del Ártico o Polo Norte. Esto significa que cualquier punto en ese paralelo se encuentra a una distancia de 66,5 grados norte del ecuador. Es uno de los cinco paralelos principales terrestres, y uno de los dos círculos polares y el más septentrional de los cinco principales círculos de latitud que aparecen en los mapas de la Tierra. En su recorrido por la esfera terrestre atraviesa ocho países: Canadá, Dinamarca —en su territorio de Groenlandia—, Islandia, Noruega, Suecia, Finlandia, Rusia, además de Estados Unidos —en el estado de Alaska—.

Marca el límite más al sur en el que el sol permanece visible durante 24 horas al día durante al menos un día al año. Este fenómeno se conoce como el sol de medianoche. Ocurre durante el solsticio de verano en el hemisferio norte, que generalmente es el 21 de junio. También marca el límite más al sur en el que el sol no se pone durante 24 horas al día durante al menos un día al año. Este fenómeno se conoce como la noche polar, que ocurre durante el solsticio de invierno en el hemisferio norte, que generalmente es el 21 de diciembre.

Por donde pasa el clima es muy frío. Las temperaturas medias en invierno pueden caer por debajo de -40 °C. El verano es más cálido, pero las temperaturas promedio rara vez superan los 10 °C. La vegetación es escasa. Las plantas más comunes son líquenes, musgos y hierbas. Los animales más comunes son osos polares, renos, caribúes, lobos y zorros.

¿Y cómo hace uno para ir ahí? Lo hicimos en Alaska, donde se toma la ya mencionada ruta 11, desde Fairbanks, designada Dalton Highway, que es la usada para llegar al Círculo Polar Ártico, de hecho es la única ruta posible en todo el estado. El nombre de la carretera a la costa ártica rinde homenaje al ingeniero James William Dalton, pionero de la exploración petrolera del norte de Alaska, y de la construcción de carreteras en entornos de permafrost como la tundra (ver anexo para una biografía).

La legendaria carretera es una de las rutas más extremas de América del Norte. Con una longitud de aproximadamente 669 kilómetros, serpentea a través del norte de Alaska. Fue construida en la década de 1970 como un camino de acceso a los campos petroleros del mar de Beaufort en el Ártico. Comienza en la carretera Elliot, a 134 kilómetros al norte de Fairbanks, y acaba en Deadhorse, casi a orillas del océano Ártico, en los campos petroleros de la bahía Prudhoe, razón por la que se construyó. Es una de las más aisladas de Estados Unidos y solo atraviesa tres pequeños pueblos: Coldfoot, Wiseman y Deadhorse que, habitualmente, entre los tres, no llegan a los 70 habitantes censados. Atraviesa terrenos escarpados, cruza ríos salvajes y corta a través de vastas extensiones de tundra ártica. La falta de servicios y la presencia de fauna salvaje, como osos y alces, añaden un elemento de aventura y riesgo a cada viaje.

En nuestro caso, no se hace todo el recorrido, solo hasta donde está el rótulo que marca el Círculo Polar Ártico, que está más o menos a la mitad del trayecto completo de la carretera, en el kilómetro 185.

Viajar por la Dalton es una experiencia visual inolvidable. A lo lejos hacia el norte se divisa la majestuosa cordillera Brooks, una de las más bonitas del mundo. A medida que se avanza hacia el norte, la tundra se extiende hasta donde alcanza la vista, creando un paisaje lunar que contrasta con las cumbres nevadas y los ríos que serpentean a lo largo del camino.

Vídeo con cuatro secciones de la carretera Dalton:

Viajar por esta carretera no es para los débiles de corazón. La falta de infraestructuras a lo largo de la ruta significa que se debe estar preparado para cualquier inconveniente por las condiciones climáticas extremas, dado que la mayor parte de la carretera aún está sin pavimentar. La posibilidad de encuentros con animales salvajes hacen que sea esencial planificar meticulosamente cada viaje. De hecho el guía turístico, que es la vez el chofer, advierte desde la salida, los peligros de los animales salvajes, incluso lleva un aerosol protector contra osos, por si acaso. También, como no hay señal de celular en la mayor parte del trayecto, el minivan tiene un equipo de radio por cualquier eventualidad.

 
Se hacen cuatro paradas: 1. Un lugar especial para ver el oleoducto trans Alaska, que está casi al inicio de la carretera; realmente interesante, 2. El Yukon Base Camp, a orillas del río Yukon, el más grande y caudaloso de Alaska, al que se llega después de cruzar el majestuoso puente Patton. Este es el único lugar donde se puede comer y beber algo, además de tener acceso a un baño, durante todo el trayecto, 3. Finger Mountain en el kilómetro 157, una curiosa formación rocosa, ya cerca de nuestro destino (ver vídeo) y 4. En el kilómetro 185, se llega al Círculo Polar Ártico. Hay que tomar un pequeño desvío en la carretera, al lugar con el famoso cartel donde uno se toma la foto.

En Finger Mountain está Finger Rock, una formación rocosa muy curiosa, conocida por los cazadores desde los tiempos de los pelados mamuts y los bisontes, que vagaban por las colinas de los alrededores. Los primeros pilotos de avioneta, que mirando desde sus cabinas utilizaban la roca para volver a casa, ya que el “dedo” de granito apuntaba directamente a Fairbanks. Hoy en día, Finger Rock es un hábitat único con una vista panorámica espectacular y un punto de observación de la fauna salvaje para los que viajan por la carretera.

Hice un pequeño vídeo en Finger Mountain para que admiren el paisaje que se ve desde lo alto:

Después del Círculo Polar Ártico, la Dalton continúa por varios cientos de kilómetros más. Un poco más adelante, se encuentra Prospect Creek, el punto más frío de Estados Unidos (en 1971 se registró la temperatura más baja: -62 °C). Después, la Dalton se inserta en el Atigun Pass, un paso de montaña de 1 444 metros, que cruza la cordillera Brooks y que refleja a la perfección la esencia de Alaska. A pesar de los desafíos, llegar al final de la carretera ofrece una recompensa única: el Ártico y el océano Ártico en Deadhorse.

La carretera tiene varios tramos con pendientes de 10 y 12 grados, en el trayecto se pasamos un lugar al que le llaman la “Montaña Rusa”, que tiene una pendiente de unos 10 grados (se puede ver en el vídeo de la carretera). Permanece helada casi el 85% del año y de ahí que también se la conozca como la “ruta de hielo de los camioneros” (ice road truckers trail), los usuarios más habituales y que ponen a prueba constante su destreza al volante. Todas estas “características” hacen que conducir en la Dalton sea un deporte de riesgo.

La carretera es mucho más que una simple ruta de transporte. Es una aventura en sí misma, una travesía a través de algunos de los paisajes más impresionantes y remotos de América del Norte, además de la experiencia de cruzar y conocer el río Yukón, del que escribiré en una próxima entrega, junto a información del puente E. L. Patton.

Investigando en el internet para este columna, leí que de todos los turistas que llegan a Alaska (que son más de un millón al año), solo el 1% del total va más allá de Fairbanks. Bueno, pertenezco a ese 1%.

Hice una galería en Facebook con las imágenes en alta resolución. De lo descrito en el texto y que tiene alguna imagen, hice una galería local.

 
Califique esta columna:

Muchas gracias a nuestro guía Juda Pelligra, que me ayudó con información, y fue quien grabó el vídeo de la carretera Dalton, que muy amablemente compartió.

Anexo

James William Dalton

James William Dalton
1913 – 1977

 
Natural de Alaska, Dalton nació el 31 de enero de 1913 y falleció el 9 de mayo de 1977. En 1937 se licenció en ingeniería de minas por la Escuela de Minas de la Universidad de Alaska. Tras seis años de experiencia en la minería y la construcción en el norte y el subártico, se alistó en los Seabees de la Marina de los EE.UU. en 1943, con la esperanza de ser destinado al programa de exploración petrolífera en la Reserva Naval de Petróleo No. 4, en la Alaska ártica.

Sus tres años de servicio en la Marina le llevaron a Dutch Harbor, en las Aleutianas, y a Pearl Harbor, en Hawai, donde los Navy Seabees fueron destinados a reconstruir puertos y otras instalaciones militares que habían sido destruidas o dañadas en bombardeos japoneses durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1946, como ingeniero civil, Dalton se incorporó al proyecto de exploración petrolífera de Alaska de la Marina, en el que trabajó hasta su finalización, terminando el trabajo en 1953 como Superintendente de Operaciones en NPR-4. (Ahora NPRA)

A finales de 1954 fue contratado por el esfuerzo de defensa de Estados Unidos que construyó el Sistema de Alerta Temprana a Distancia (Línea DEW) que extendió la cobertura de radar desde Groenlandia a través del Arco Ártico hasta la costa noroeste de Alaska. Como superintendente de construcción de la línea DEW en Alaska, su sector quedó terminado y operativo en 1957.

Su muerte en 1977 puso fin a otros 20 años como consultor de ingeniería para diversas explotaciones mineras y petrolíferas en el interior y el Ártico de Alaska. Los conocimientos de Dalton sobre la vertiente norte sin caminos, los difíciles accesos al océano Ártico, los recursos árticos y los enormes desafíos ayudaron a los funcionarios del Estado de Alaska en la década de 1960 a seleccionar tierras estatales que han demostrado ser valiosos recursos petrolíferos. Hoy reconocemos muchas de esas zonas por su valor para el desarrollo: Colville River hasín, Simpson Secps, Prudhoe Bay, Kuparuk, Umiat, Gubic Gas field, Thompson Point, Alpine, Pt. Mclntyre y muchas más.

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