Anecdotario Nacional

PIO VIOUEZ era muy solicitado por todos los principiantes. Había entre ellos uno que de manera especial acosaba al lírida con toda clase de preguntas, doquiera lo encontrase, preguntas que Víquez respondía con su habitual afabilidad y cortesía Pero a la larga fué hartándose de la majadería con que el aspirante a poeta le obsequiaba.

En cierta ocasión se encontraba Pío Víquez rodeado de amigos en el Club Internacional, comentando la callejera y sabrosa chismografía Josefina. En esa tertulia se encontraban presentes Magón, Chente Quirós, Agustín Lujan, Yoyo Quirós y Aquileo J. Echeverria. Magón cantaba acompañándose de su guitarra y Aquileo les contaba sus chistes.

El aspirante a poeta llegó a la tertulia en busca de Pío Víquez acompañado de otros amigos. Y empezó su incansable interrogatorio. Preguntó al poeta qué hacía para tener siempre fresco su ramito de violetas en el ojal de la solapa de su americana; qué para escribir y recitar tan lindos versos; qué para ganarse auditorios y simpatías, y llegando al colmo y colmando por lo tanto la paciencia del benévolo interlocutor, llegó a preguntarle:

—Diga, don Pío, si usted no fuera lo que es, ¿qué hubiera querido ser?”.

Y Pío Víquez, harto ya, le contestó, apabullante:

—”¡¡¡SORDO!!!”.

Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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