Cuentos para crecer: El caballo mágico de Han Gan

El caballo mágico de Han Gan

El caballo mágico de Han Gan

Cuando era pequeño Han Gan adoraba dibujar. Pero no podía comprar pinceles ni papel, porque su familia era muy pobre. Para ganar algún dinero y poder ayudar a sus padres, trabajaba para el posadero. Llevaba la comida a casa de los clientes.

Un día Han Gan hizo una entrega en casa del célebre pintor Wang Wei.

Al salir vio unos hermosos caballos detrás de la casa, y no pudo resistir la tentación de dibujarlos en la arena. Intrigado, Wang Wei se acercó y miró atentamente el dibujo. Al terminar le propuso a Han Gan que volviera al día siguiente.

Ese día, Wang Wei tenía preparados para Han Gan papeles, colores, pinceles y un poco de dinero.

«Es para ti, para que puedas pintar siempre que quieras…»

El corazón de Han Gan se llenó de gratitud.

Han Gan dibujaba desde el alba al anochecer. Le gustaba por encima de todo dibujar caballos, y siempre intentaba que fueran lo más reales posible.

Estaba tan dotado para el dibujo que, algunos años más tarde, el Emperador, que había oído hablar de él, le mandó llamar a palacio para que entrara en la Academia de Pintores Oficiales.

En la Academia, Han Gan no quería ejercitarse imitando las obras de los clásicos, como le pedía su maestro. Solamente quería pintar caballos. Y, curiosamente, los pintaba siempre atados.

«¿Por qué representas siempre tus caballos atados?», le preguntaron sus compañeros.

Han Gan respondió: «Porque mis caballos son tan reales que podrían salir del papel.»

Desde entonces se empezó a contar cosas cada vez más extrañas sobre los caballos de Han Gan…

El caballo mágico de Han Gan

Algún tiempo más tarde, de lo más profundo de una silenciosa noche, mientras Han Gan trabajaba en su casa, un gran guerrero vino a verle. «Mi visita ha de ser secreta», dijo el guerrero. «El enemigo está a las puertas de la ciudad. Mañana he de salir a luchar.»

«He oído decir que tus caballos son tan reales que con tus pinceles mágicos puedes hacer que vivan. ¿Podrías pintar uno para mí que fuera el más fogoso y valiente de los corceles?»

«Puedo intentarlo», respondió Han Gan.

Han Gan se puso a dibujar con toda su alma. Pero el caballo que pintaba no cobraba vida.

«Continúa, es vital», le insistió el guerrero.

«Lo siento», dijo Han Gan, «este dibujo no vale nada. Mejor tirarlo al fuego.»

Pero en el mismo instante de destruir el papel, un fabuloso corcel surgió de entre las llamas.

El guerrero saltó sobre el caballo y desapareció en la noche.

«¡Cuida tu montura!», le gritó Han Gan.

Pero solamente la luna le escuchó.

El caballo no necesitaba ni agua, ni forraje, ni descanso. En su galope, sus cascos apenas tocaban el suelo. El guerrero nunca se había sentido tan poderoso.

No solamente era poderoso, también era invencible. En medio del fragor del combate, ninguna flecha, ninguna lanza le alcanzaba jamás. Ni a él ni a su montura. El guerrero comenzó a conseguir grandes victorias.

El caballo mágico de Han Gan

Pero estas victorias no eran suficientes para él. Quería pelear más y más, hasta que no quedara ningún enemigo vivo.

La tristeza embargaba al caballo. Se acordaba de las cabezas cortadas, las piernas arrancadas, los caballos muertos y heridos.

De repente se puso a llorar.

Desembarazándose del guerrero en medio del campo de batalla, el caballo, aún cubierto de sangre, salió a galope tendido.
Nada ni nadie podía detenerlo.

El guerrero lo buscó desesperadamente. Durante treinta y seis días y treinta y seis noches. Una mañana de otoño llegó frente a la casa de Han Gan.

«El caballo que me diste ha desaparecido. ¿Sabes dónde está?», dijo el guerrero.

«Sí», dijo Han Gan. «¿Ves este cuadro? Había pintado cinco caballos. Una mañana, al despertar, había seis. Aquí es donde tu caballo vive ahora. En mi cuadro.»

El caballo mágico de Han Gan

El caballo mágico es una leyenda, pero Han Gan ciertamente existió. Vivía en China, hace más de 1.200 años. Era un extraordinario pintor de caballos. Sus cuadros despertaban la imaginación, y su nombre ha atravesado los siglos.

Quedan muy pocos cuadros suyos. Las ilustraciones de este libro han sido pintadas sobre seda, según la misma técnica utilizada por Han Gan.

Chen Jiang Hong
El caballo mágico de Han Gan
Barcelona: Corimbo, 2004

El Proyecto CUENTOS PARA CRECER consiste en la publicación de relatos destinados en especial a niños y adolescentes, así como a todos los que encuentran placer en la lectura.

Debido al tipo de historias ofrecidas, este proyecto permite reflexionar sobre una serie de valores considerados esenciales para el desarrollo del carácter, como la tolerancia, la solidaridad, el espíritu de diálogo y la honradez, proporcionando además un valioso instrumento de aprendizaje.

cuentosn@cuentosparacrecer.com

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3 comentarios

  1. Mateo Andres Vargas

    El cuento estuvo muy chebere, me gusto cuando Han Gan pudo cumplir su sueño.

  2. miguel angel gonzalez roncancio

    Miguel Angel Gonzalez Roncancio. SEDE B – GRADO 509 hace 1.200 años existio un pintor de caballos muy pobre sus caballos casi reales y desde hay se creo la leyenda del caballo magico… pintor han gan.

    Profesor Manuel

  3. Por que hangan dibujaba sus caballos atados

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