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Berlín, 1 mar (dpa) – La escalada de tensión entre Estados Unidos y Ucrania aumentó la presión sobre los políticos alemanes en el periodo de transición tras las elecciones al Bundestag (Parlamento) para acelerar decisiones sobre un incremento de los esfuerzos de defensa.
En Berlín, la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, reclamó una rápida actuación europea y nacional. «No podemos esperar a que se forme un nuevo gobierno federal, porque la situación es grave».
Baerbock advirtió: «Alemania debe tomar la iniciativa en este hito histórico». Subrayó que en las semanas de transición, se requieren ahora todos los partidos democráticos y la «coordinación más estrecha posible» entre el Gobierno alemán actual y el futuro.
Tras conversaciones iniciales el viernes, la alianza conservadora formada por la Unión Demócrata Cristiana y la Unión Social Cristiana (CDU/CSU), ganadora de las elecciones del domingo pasado, y el Partido Socialdemócrata (SPD) anunciaron que la ronda exploratoria volvería a reunirse la próxima semana, después de las elecciones de Hamburgo del domingo.
«Nueva era de infamia»
Baerbock volvió a expresar su horror por el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzara graves acusaciones contra el jefe de Estado ucraniano, Volodímir Zelenski, ante las cámaras en la Casa Blanca.
«Ha comenzado una nueva era de infamia», dijo la ministra y advirtió de que nadie debe equivocarse de enemigo. «Está asentado solo en el Kremlin, no en Kiev ni en Bruselas. Nunca podemos aceptar una inversión perpetrador-víctima».
Entre otras cosas, Baerbock pidió una reforma fundamental del freno a la deuda, la norma constitucional que limita el endeudamiento del Estado en Alemania al 0,35 % del Producto Bruto Interno (PIB) anual.
Baerbock opinó que un nuevo fondo especial, que se está debatiendo actualmente, es la peor opción. «No ayuda a Ucrania y no podemos utilizarlo para todas las áreas que son importantes para nuestra defensa». Esto se aplica, por ejemplo, a las medidas contra las amenazas en el ciberespacio, agregó.
La jefa de la diplomacia alemana pidió que en la cumbre extraordinaria de la Unión Europea (UE) del próximo jueves se tomen decisiones sobre un amplio paquete financiero para Ucrania y para una inversión masiva en capacidad de distribución conjunta. También sostuvo que se debería debatir la creación de un fondo europeo de defensa.
El canciller saliente Olaf Scholz ya había subrayado poco después del escándalo: «Ucrania puede confiar en Alemania y Europa». Scholz y el líder de la CDU y candidato a futuro canciller, Friedrich Merz, hablaron por teléfono el viernes por la tarde, según confirmaron a dpa. Scholz participa este domingo en Londres en una conferencia sobre Ucrania, previa a la cumbre extraordinaria de la UE.
«Un Gobierno fuerte rápidamente»
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió la rápida formación de una coalición a la luz del escándalo.
«La escena de ayer en la Casa Blanca me dejó sin aliento. Nunca hubiera creído que tendríamos que proteger a Ucrania de Estados Unidos», dijo a dpa durante su vuelo a Uruguay, donde asistirá a la toma de posesión del presidente Yamandú Orsi.
«La diplomacia fracasa cuando los socios negociadores son humillados Debemos evitar que Ucrania tenga que aceptar el sometimiento. Por eso nuestro país necesita ahora rápidamente un gobierno fuerte».
Entre otras cosas, Baerbock pidió una reforma fundamental del freno a la deuda. Un nuevo fondo especial, que se está debatiendo actualmente, es la peor opción, dijo. «No ayuda a Ucrania y no podemos utilizarlo para todas las áreas que son importantes para nuestra defensa». Esto se aplica, por ejemplo, a las medidas contra las amenazas en el ciberespacio.
El vicecanciller Robert Habeck declaró por su parte a la revista «Der Spiegel»: «Para asegurar el apoyo necesario a Ucrania, debemos hacer ahora lo que podamos a corto plazo».
En primer lugar, mencionó, debe liberarse un paquete de armamento previsto de 3.000 millones de euros para que Ucrania pueda encargar, entre otras cosas, defensa antiaérea. «Aquí no debería haber más retrasos», dijo Habeck.
