45 Aniversario de CEDAL

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

Conciente de que no escribo para todos, mi columna hoy es muy personal, en razón de lo cual la comienzo pidiendo disculpas por ello.

En 1976, teniendo 14 años, fui por primera vez a La Catalina. La Catalina, era un centro de formacion politico, que producto de un convenio entre la Fundacion Ebert del SPD Alemán y CEDAL, formaba políticos latinoamericanos. En su agenda teniamos un espacio muy importante los jóvenes. Quedaba en Birrí de Heredia, lugar aun hoy, remoto. Unas cabañas en madera en una montana fría, con una piscina que imagino helada, y un salón en el que escuchábamos cuidadosamente clases de diferentes temas. «La Selva Negra» donde trabajabamos en grupos, unos almuerzos deliciosos y una campana que sonaba como en una escuela, para llamarnos al plenario.

Ese escenario se repitio cientos de veces en mi vida. En ese escenario estuvo siempre Manuel Carballo, por quien el tiempo cada día consolida más respeto y admiración. Estaba don Alberto Baeza, a veces don Luis Alberto Monge, o al menos su sombra que transitó siempre por esas salas.

Recientemente viaje a Paraguay con la misión de la OEA acompañando a don Oscar Arias. Cuando nos reunimos con el Canciller, nos contó que el había estudiado en Costa Rica: estuvo 6 meses siendo joven, durante la dictadura de Stroesner formándose en liderazgo y valores democráticos en CEDAL.

Lo que era mi experiencia personal, ha sido dimensionada con la de jóvenes latinoamericanos que vivían en dictadura, y que recibían formación para algun día, asumir responsabilidades en sus países, en las democracias que todos esperábamos surgieran cuando America Latina despertara de su larga noche de dictaduras.

Estas palabras, y emociones, estarán en mi espíritu esta noche, cuando en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa, conmemoramos el 45 aniversario de la Fundacion de CEDAL.

* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.