Las realidades de la transición energética en el mundo (II)

Y el imaginario del populismo energético nacional

Roberto Dobles
roberto.dobles@gmail.com

Roberto Dobles

En la columna anterior se analizaron la situación actual y las perspectivas de corto plazo de la transición energética en el mundo. La matriz energética en el 2022 fue la siguiente:

  • Petróleo: 29.61%, Carbón: 25.07%, Gas Natural: 22.03%, Hidroelectricidad: 6.32%, Biomasa tradicional: 6.21%, Nuclear: 3.75%, Viento: 3.07%, Solar: 1.93%, Otras renovables: 1.35%, Biocombustibles: 0.67%

Las renovables representaron así en el 2022 el 19,64% del abastecimiento energético mundial y las no renovables el 80,46%. Dentro de las no renovables, los combustibles fósiles representaron el 76.71%, y dentro de esta participación los hidrocarburos (gas natural y petróleo) representaron el 51,64%.

En cuanto a las perspectivas de corto plazo, los datos muestran que las energías solar y eólica (para generar electricidad) y el gas natural (con un espectro más amplio en sus usos energéticos y no energéticos) son las fuentes de energía que crecen más rápidamente que todas las otras fuentes disponibles y que son las fuentes líderes actuales y futuras de la transición energética.

Los datos también muestran que, a pesar de lo anterior, la demanda mundial de petróleo sigue aumentando y aumentará fuertemente en el 2023 para llegar a un récord histórico de 101,9 millones de barriles por día, con los países no miembros de la OCDE representando el 87% del crecimiento de la demanda.

Los datos muestran que la exploración y la producción de gas natural y petróleo es muy lucrativa. Un artículo titulado “Big Oil profits soared to nearly $200bn in 2022”, publicado este año por Energy Monitor, señala lo siguiente:

  • Las ganancias combinadas de algunas de las compañías petroleras más grandes del mundo (Chevron, ExxonMobil, BP, Shell y Total Energies) ascendieron a casi 200 mil millones de dólares en el 2022.

Esta columna es una continuación de la anterior y se analizan las perspectivas a mediano y largo plazo de la transición energética.

1. Perspectivas de la transición energética en el mundo a mediano y largo plazo

La transición energética no solamente es intensiva en tiempo (décadas) y en capital, sino que además la realidad está demostrando que la transición hacia las energías renovables va a demorar mucho más tiempo de lo que se había pensado originalmente y va a costar mucho más de lo que se había estimado hace unos años.

Todos los estudios muestran que, al igual que las transiciones energéticas del pasado, en la transición que está en proceso actualmente pasarán varias décadas de cambio continuo hasta que las energías renovables y los combustibles sintéticos (que se derivan de las energías renovables) se hayan apoderado por completo de todos los sectores de la economía.

Las perspectivas energéticas que se muestran en esta sección provienen de los estudios de dos prestigiosas organizaciones a nivel mundiales: BP e International Energy Agency (brazo energético de la OCDE).

En su Energy Outlook, 2019 Edition, BP había señalado lo siguiente:

  • La transición continúa hacia un sistema energético más bajo en carbono, con las energías renovables y el gas natural ganando importancia en relación con el petróleo y el carbón.
  • En el escenario ET (Evolving Transition), las energías renovables y el gas natural representan casi el 85% del crecimiento de la energía primaria, con su importancia relativa creciendo más rápidamente que todas las demás fuentes de energía.

En un estudio titulado “The Role of Gas in Today’s Energy Transitions, 2019”, la International Energy Agency (IEA) señaló lo siguiente:

  • El gas natural es uno de los pilares de la energía global: el consumo mundial está aumentando rápidamente y en el 2018 el gas natural representó casi la mitad del crecimiento en el total global de la demanda de energía.
  • El gas natural juega muchos papeles diferentes en el sector energético y, así como sustituye a los combustibles más contaminantes, también reduce la contaminación del aire y limita las emisiones de dióxido de carbono.

Las matrices energéticas evolutivas que se muestran a continuación son expresadas en términos de porcentajes de participación de cada fuente de energía en la matriz energética mundial, y no en términos de los valores absolutos de energía correspondientes a cada fuente de energía.

Hay que tener en cuenta que, en los escenarios futuros analizados a continuación, los porcentajes estimados de la matriz energética se refieren a cantidades de consumo de energía mayores según sea el año futuro de análisis (2040 y 2050).

Lo anterior porque el consumo mundial de energía crece continuamente debido a que la economía mundial crece permanentemente, al aumento de la población y a la mejora de la calidad de vida de las personas.

En su World Energy Outlook 2019 Edition, BP había estimado que en el 2040 el gas natural estaría al mismo nivel de participación que el petróleo en la matriz energética mundial y que, a partir de ese momento, el gas natural empezaría a desplazar al petróleo de su primer lugar en el mundo hacia el 2040 para convertirse en la principal fuente de energía del mundo, como se muestra en la matriz energética estimada para ese año en porcentajes:

  • Petróleo: 26,38%
  • Gas natural: 26,14%
  • Carbón: 20,52%
  • Nuclear: 4,36%
  • Hidroelectricidad: 7,05%
  • Otras renovables: 15,56%

De acuerdo con este World Energy Outlook, las renovables tendrían en el 2040 un 22,60% de participación y las no renovables un 77,40%.

En su World Energy Outlook 2019, la International Energy Agency (IEA) estimó que en el 2040 la matriz energética del escenario Stated Policies Scenario (STEPS) sería la siguiente:

  • Petróleo: 27,77%
  • Gas natural: 25,08
  • Carbón: 21,32%
  • Nuclear: 5,11%
  • Hidroelectricidad: 2,96%
  • Biomasa moderna: 7,23%
  • Biomasa sólida: 3,08%
  • Otras renovables: 7,45% (Solar. Eólica, Geotermia, etc.).

De acuerdo con este World Energy Outlook, las renovables tendrían en el 2040 un 20,72% de participación y las no renovables un 79,28%.

En su World Energy Outlook 2022 Edition, BP estimó que en el 2050 el gas natural todavía sería la principal fuente de energía en el mundo. La matriz energética del escenario New Momentum que se estima en este estudio para el 2050 es la siguiente:

  • Gas natural: 24%
  • Petróleo: 20%
  • Carbón: 13%
  • Nuclear: 4%
  • Hidroelectricidad: 6%
  • Otras renovables: 33% (este estudio no reporta la participación individual de cada una de las fuentes renovables de energía en este porcentaje).

De acuerdo con este World Energy Outlook, las renovables tendrían en el 2050 un 39% de participación y las no renovables un 61%.

En su World Energy Outlook 2022, la International Energy Agency (IEA) estimó que en el 2050 la matriz energética del escenario Stated Policies Scenario (STEPS) sería la siguiente:

  • Petróleo: 27%
  • Gas natural: 20%
  • Carbón: 15%
  • Nuclear: 6%
  • Bioenergía sólida moderna: 8%
  • Solar: 7%
  • Viento: 5%
  • Hidroelectricidad: 3%
  • Otras renovables: 3%
  • Biomasa tradicional: 2%
  • Bioenergía líquida moderna: 1%
  • Bioenergía gaseosa moderna: 1%

De acuerdo con este World Energy Outlook, las energías renovables tendrían en el 2050 un 31% de participación y las no renovables un 69%.

Los anteriores cambios en la matriz energética mundial son inducidos por los continuos adelantos tecnológicos que impulsan nuevas y mejores fuentes de energía, la creciente competencia entre las diferentes fuentes de energía dentro de la matriz energética, los abundantes suministros de energía y las continuas mejoras que la transición energética trae en los usos de las diversas fuentes de energía y en su eficiencia energética.

Sobre las dificultades que existen para implementar la transición energética actual, un artículo titulado “Hydrocarbons Are Fundamental To An Orderly Energy Transition”, publicado el mes de junio pasado por el medio canadiense Business in Edmonton, señala lo siguiente:

  • Las transiciones energéticas han sido continuas durante siglos.
  • Pero nunca han ocurrido a pedido de políticas gubernamentales.
  • Debido al cambio climático, el mundo está intentando ejecutar su primera transición energética global, planificada centralmente y ordenada por políticas gubernamentales.
  • Y todo esto de manera “apurada”.
  • Nunca antes se había intentado nada parecido. Por lo que los “remaches” están explotando.

2. Oferta evolutiva de hidrocarburos en el mundo para enfrentar la demanda

Los escenarios que se prevén en el mediano y largo plazo en el consumo mundial de energía muestran todavía un alto consumo de hidrocarburos (gas natural y petróleo), lo cual requiere que exista una oferta suficiente para abastecer ese consumo.

Si no hay una oferta suficiente de energía, el mundo entraría en severas crisis energéticas que a su vez crearían severas crisis económicas y sociales, una reducción significativa del bienestar social y de la calidad de vida y un aumento de la pobreza.

Dentro del marco de las tendencias analizadas en los escenarios anteriores (y de otros escenarios no analizados en esta columna por razones de espacio), un estudio publicado por Energy Monitor en junio pasado muestra como el mundo se está preparando para abastecer la demanda de hidrocarburos que todavía existiría en el mediano y largo plazo:

  • Según datos de Global Data, la empresa matriz de Energy Monitor, hay 47 países en el mundo con el desarrollo de nuevos campos de petróleo y gas natural planificados. La definición de «planificados» aquí significa que ya han recibido decisiones finales de inversión (FID) para desarrollarlos, y se ha iniciado el trabajo para comenzar la extracción.

Lo anterior requiere también el desarrollo de una infraestructura adicional de almacenamiento.

Con respecto al desarrollo adicional de la infraestructura de almacenamiento de gas natural en el mundo, para proveer un adecuado nivel de seguridad en el suministro ante la creciente demanda, un artículo titulado “IEA (International Energy Agency): Global natural gas, LNG (Liquefied Natural Gas) storage capacity set to expand 10% in next 5 years”, publicado en el mes de agosto pasado en el Oil & Gas Journal, señaló lo siguiente:

  • Se espera que la capacidad mundial de almacenamiento de gas natural y GNL (Gas Natural Licuado) en los mercados de importación aumente un 10%, a 45 mil millones de metros cúbicos (bcm), durante el período 2023-2028.
  • Durante este período, se prevé un aumento de más de 35 bcm en la capacidad de almacenamiento subterráneo de gas natural (UGS, por sus siglas en inglés Underground Gas Storage).
  • Se espera que la capacidad de almacenamiento de GNL, asociada a las terminales de regasificación, aumente cerca de 10 bcm durante el período previsto.

3. Costos de la energía y seguridad energética y tarifaria en la transición energética

Las transiciones energéticas buscan, entre otras cosas, que los costos de la energía sean bajos y competitivos internacionalmente, ya que de lo contrario se crearía un enorme obstáculo al desarrollo económico y social, lo que reduciría el bienestar social y la calidad de vida.

Sobre este tema de la importancia de los costos bajos, el Foro Económico Mundial (en su estudio titulado “Energy as a Competitive Advantage”) había señalado lo siguiente:

  • La economía básica (costos bajos y competitivos internacionalmente) domina las políticas energéticas en el mundo.

BP señaló también lo siguiente con respecto a la seguridad energética:

  • Hay una tendencia hacia políticas que favorecen la autosuficiencia, la cual se aceleró después del año 2000.

Los costos bajos de la energía aplican también a la seguridad del suministro y a las fuentes de respaldo energético del sistema.

Este tema lo señala de manera muy clara y contundente la International Energy Agency (IEA) en su reciente World Energy Outlook 2022, en la sección “Energy security in energy transitions”:

  • La seguridad energética no se trata sólo de tener acceso ininterrumpido a la energía, sino también se trata de asegurar el suministro de energía a un precio asequible.
  • La seguridad energética es la disponibilidad ininterrumpida de las fuentes de energía a un precio asequible.

La diversificación de la matriz energética es también una fuerte tendencia mundial que está formando parte de la transición energética porque contribuye de manera determinante a la seguridad energética y tarifaria y a los costos bajos. Como bien lo señaló BP en su “Energy Outlook, 2018 Edition, Outlook to 2040”:

  • La matriz energética prevista para el 2040 será la más diversificada jamás vista.

La competencia de las fuentes de energía para entrar en la matriz energética y para crecer en ella es también un factor clave impulsor y una tendencia importante en la transición energética en el mundo. Sobre este tema, BP señaló lo siguiente en el anterior estudio:

  • Estamos viendo una creciente competencia entre las diferentes fuentes de energía, impulsada por los abundantes suministros de energía y las continuas mejoras en la eficiencia energética.

Una de las razones por las que las tres fuentes principales de energía que están liderando la transición energética (solar, eólica y gas natural) es porque tienen costos bajos, además de cumplir con otros requisitos fundamentales, como bajas emisiones al ambiente, seguridad energética y tarifaria, diversificación de la matriz energética y flexibilidad.

Como ejemplo de los bajos costos en el caso del gas natural, los precios mayoristas del viernes pasado, con respecto a los derivados de petróleo, muestran las grandes diferencias que existen con los precios de los caros derivados de petróleo importados que se usan en múltiples sectores (transportes, generación eléctrica con plantas térmicas, industria, etc.):

  • Gas natural: $14,60/barril equivalente de petróleo (BEP), lo cual equivale al precio de $2,608/MMBtu (MMBtu son las siglas de un Millón de Btu)
  • Gasolina: $111,51/barril (7,64 veces más caro que el gas natural)
  • Diésel: $136,58/barril (9,35 veces más caro que el gas natural)
  • Búnker: $138.64/barril (9,49 veces más caro que el gas natural)
  • Gas Licuado de Petróleo (GLP): $30,91/barril (2,12 veces más caro que el gas natural)

Además de generar mucho menos emisiones al ambiente (incluyendo gases de efecto invernadero), los precios mayoristas del gas natural también lo favorecen e impulsan su participación en la matriz energética como parte de la transición energética.

4. Conclusión

Los datos presentados en esta columna revelan la realidad de la transición energética en el mundo. Los avances pasados y previstos son más lentos de lo que mucha gente desea y son el resultado de muchos factores, entre los cuales se encuentran los siguientes:

  • Las nuevas tecnologías y sus adelantos continuos no necesariamente llegan con la rapidez que se desea (incluyendo aquellos que provocan la necesaria reducción de los costos para que éstos sean competitivos).
  • La transición es intensiva en tiempo y capital.
  • La inercia del sector energético hace que el proceso sea lento.
  • La multiplicad y la gran cantidad de factores que intervienen (tecnológicos, económicos, fiscales, sociales, políticos, ambientales, etc.) es muy grande y hacen que el proceso sea muy complejo.

La transición energética que está ocurriendo en el mundo en el Siglo 21 tiene una característica nueva adicional a las anteriores transiciones. Además de los adelantos tecnológicos, esta transición está siendo impulsada también por mandatos de las políticas gubernamentales.

Debido al cambio climático, en el mundo se está intentando ejecutar la primera transición energética global que es ordenada por mandatos legales, lo cual choca a menudo contra la realidad (económica, fiscal, social, tecnológica, etc.).

La evidencia muestra que está siendo difícil reemplazar con prisa las energías no renovables porque, además de todos los otros factores que intervienen, la demanda energética de los países está creciendo rápidamente también.

Esta situación provoca que no solamente haya que sustituir las fuentes de energía más tradicionales por nuevas fuentes de energía (incluyendo todos los cambios necesarios en el complejo y caro sistema energético), sino que también hay que adicionar nuevas capacidades energéticas para ampliar el suministro y el uso de la energía que los países necesitan para su desarrollo. Y todo esto a la vez.

El imaginario energético populista que existe en el país no solamente ignora las realidades de las tendencias de la transición energética mundial, sino que además las distorsiona para justificar su discurso.

Este imaginario, artificial y alejado de la realidad, se ha venido utilizando a su vez para provocar una política energética populista en el país alejada de la realidad internacional y nacional.

Lo anterior ha causado que no solamente el país no tenga una transición energética, sino que, además, lo que existe es una transición hacia atrás (en reversa), con los consiguientes resultados nefastos que han sido señalados en otras columnas.

La evidencia muestra que en el país los caros derivados de petróleo importados aumentan contantemente la dependencia petrolera (la cual llega ya a casi dos terceras partes del abastecimiento energético nacional), aumentan las emisiones al ambiente (incluyendo los gases de efecto invernadero) y desplazan continuamente a las fuentes nacionales renovables de energía. Totalmente lo contrario a lo que el país requiere.

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