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Carlos Revilla Maroto
Siempre quise conocer el estado de Oregon en Estados Unidos, así que aprovechando una visita a la ciudad de Seattle en el estado vecino de Washington, organicé una viaje en automóvil desde esa ciudad, que está relativamente cerca, es más, Portland la capital del estado, se encuentra a menos de 300 km de distancia. Para este trayecto, no fuimos directamente a Portland, si no que tomamos la famosa Ruta 101, la costera, que viene desde California, y que ya habíamos recorrido parcialmente en nuestro viaje a Eureka en el norte de ese estado, cuando pasamos por la famosa “Avenida de los Gigantes”. La idea era precisamente conocer la costa de Oregon, reputada como uno de los recorridos escénicos más evocadores del país del norte.Los 583 kilómetros de línea costera de Oregón conforman un magnífico y escarpado paisaje de grandes rocas de arenisca modeladas por las olas junto con zonas en las que el bosque se extiende hasta la orilla del océano, ofreciendo cobijo a pintorescas ciudades y tranquilas tierras de labranza y vinícolas, como el cercano valle Willamette.
El viaje inició en el aeropuerto internacional de Seattle-Tacoma, aunque la descripción está centrada en el estado de Oregon. El recorrido inicia en Point Ellice, cerca de la comunidad de Megler, en el lado norte del río Columbia en su desembocadura, en el estado de Washington. En este lugar la Ruta 101 debe cruzar la boca del río, que en ese lugar tiene un anchura de alrededor de siete kilómetros. Para conectar a Point Ellice con la ciudad de Astoria al otro lado del río, en Oregon, se construyó un puente de celosía continuo llamado Astoria-Megler. El puente fue el último segmento que se completó de la Ruta 101, entre Olympia, Washington y Los Ángeles, California. Es el puente de armadura continuo más largo de América del Norte, con un tramo de 375,5 m. La longitud total del puente es de 6 545 m, con 8,5 m de ancho. Tiene una altura máxima de 59,7 m en marea alta. La fecha de inauguración fue el el 27 de agosto de 1966. Pasar el puente es una experiencia única, que nunca voy a olvidar, especialmente el trepón hacia Astoria, en el tramo final del puente. Van a entender de que hablo cuando vean el vídeo y las imágenes de la galería. Sencillamente algo majestuoso. Del poderoso río Columbia, hablaré cuando escriba sobre los famosos exploradores Lewis y Clarke, que fueron los primeros estadounidenses en navegarlo hasta su desembocadura, desde el interior del país.
La ciudad de Astoria, al otro lado del puente en Oregon, es la sede del condado de Clatsop. Su origen se remonta al año 1811, cuando el millonario alemán John Jacob Astor I fundó el Fuerte Astor, actual Astoria. Como curiosidad, fue el bisabuelo de John Jacob Astor IV, millonario y personalidad estadounidense que falleció en el naufragio del Titanic. La ciudad tiene un casco histórico con casas y edificios estilo victoriano, que han sido restauradas casi todas, haciendo que la ciudad luzca espectacular. Tiene un pequeño tranvía, el Astoria Riverfront Trolley, que es una corronguera. Imperdible en la parte alta de la ciudad una visita a la conocida Columna de Astoria, una torre con vistas a la desembocadura del río Columbia en la colina de Coxcomb. Construida en 1926, la estructura de hormigón y acero es parte de un parque de 12 Ha en la ciudad. La columna de 38 m de altura, tiene una escalera de caracol de 164 escalones para ascender a una plataforma de observación en la parte superior. Fue introducida en el Registro nacional de lugares históricos de Estados Unidos, el 2 de mayo de 1974. Fue construida en 1926 con financiamiento del Gran Ferrocarril del Norte y Vincent Astor, tamién bisnieto de John Jacob Astor I, en conmemoración del papel de la ciudad en la historia de los negocios de la familia. La ciudad es famosa, entre otras cosas, porque en ella y sus proximidades se rodaron las películas Los Goonies, Liberen a Willy, Cortocircuito, Kindergarten Cop, The Ring y The Ring Two. En el año 2007 tenía una población de 10 045 habitantes y una densidad poblacional de 617 personas por km2.
En la galería hay una extensa colección de imágenes de la ciudad, y en los vídeos “Tour de Astoria” y “Las 17 mejores atracciones turísticas en Astoria” podrán admirar la ciudad y sus atracciones más importantes.
Aunque no dormimos en la ciudad, si pudimos hacer un buen recorrido de esta, antes de continuar con nuestra ruta planeada. La ciudad es bellísima vale la pena visitarla.
Saliendo de Astoria, se pueden ver enormes pilares de roca basáltica que se elevan sobre el mar, como la roca Haystack, de 72 metros de altura, un gran monolito de basalto muy cerca de la playa en el lugar llamado Cannon Beach. La roca en sí misma es un sitio de reproducción para las aves marinas, que me recordó mucho a roca Bruja en Playa Naranjo, Guanacaste. La amplia playa es muy visitada, especialmente a finales de la primavera, verano y otoño, siendo el destino preferido de los residentes del valle de Willamette. El área está designada como Jardín Marino por el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Oregon. El acceso a la roca es abierto desde la playa.
La carretera sigue hacia el sur hasta Brooking Harbor, ya cerca de la frontera con California, dejando atrás un paisaje de mar abierto y tumultuoso con olas volando al viento y dunas de arena de hasta 180 metros de altura (están entre las más altas de Estados Unidos, a menudo cubiertas por la niebla y por jirones de bruma marina). En nuestro caso pernoctamos en Manzanita, un pueblo muy bonito en la costa de Oregon, como a mitad de camino, del cual teníamos muy buenas referencias de previo.
Uno de los hoteles con más clase de la costa, es el Complejo de Golf y Refugio Salishan, ubicado en la bahía de Siletz. De grandes proporciones pero aun así respetuoso con el medio ambiente, atesora 305 Ha privadas de bosque de pinos y cedros, aunque su fama proviene sobre todo de su campo de golf de campeonato y de un restaurante que sabe cómo sacar partido a la cocina de caza y marisco típica del noroeste del país. Su reputada bodega es tan prodigiosa que hasta se puede visitar con ayuda de un guía.
También está el poco convencional Hotel Sylvia Beach, en Newport, bautizado en honor a la dueña estadounidense de la librería Shakespeare & Co de París en la década de los años 20 y 30, el refugio más reseñable de la costa, un capricho de gourmet colgado en un farallón sobre una playa golpeada por las olas. Este edificio de tablones verdes construido en 1912 cuenta con 20 habitaciones con una decoración que evoca el espíritu y la obra de varios autores. Pida una de las clásicas (Agatha Christie, Colette, Mark Twain), que tienen chimenea, balcón y vistas al furioso Pacífico. El restaurante del hotel, Tables of Content, está valorado como uno de los mejores del estado.
En el extremo sur de Oregón, a medio centenar de kilómetros al norte de la frontera con California, se encuentra Gold Beach, en la desembocadura del salvaje río Rogue, uno de los muchos que van a dar al Pacífico y contribuyen a crear una costa rica en bahías y calas. Unos 10 kilómetros corriente arriba está el Tu Tu Tun Lodge, un refugio para pescadores o para los que buscan una escapada romántica. Su apreciado restaurante ofrece los mejores productos del río, el océano y los bosques cercanos. Los salmones rey (Oncorhynchus tshawytscha) del río Rogue tienen fama mundial como uno de los pescados más exquisitos, aunque la trucha arco iris no se queda atrás (la temporada de este pez va de agosto a octubre).
Estos hoteles los pongo como referencia nada más, para que se den una idea de como es la zona costera de Oregon, y su oferta de hospedaje y comida. En realidad se pueden encontrar hoteles de todo tipo y precio, la mayoría en general muy buenos. En nuestro caso nos quedamos en el Sun Surf Hotel en Manzanita, con precios por noche muy asequibles y con un cuarto muy cumplidor.
La costa de Oregon es otro de los lugares descritos en el libro “1.000 sitios que ver antes de morir” de Patricia Schultz.
La mejor época para hacer el recorrido por la costa de Oregon es muy variable, así que se los dejo a su elección: en mayo tiene lugar el concurso de castillos de arena de Cannon Beach; octubre, noviembre, diciembre, marzo y mayo son los mejores meses para ir a ver las ballenas; en verano y a principios de otoño es cuando menos llueve; y en invierno es la mejor época para disfrutar de un pasatiempo típico como es ver las tormentas de nieve. En mi caso viajamos a finales de octubre, ya un poco entrado el otoño, y hacía un clima muy benigno, que no afectó para nada.
La galería incluye mayormente imágenes de la ciudad de Astoria y el puente Astoria-Megler. Las del pueblo de Manzanita las pueden ver en la crónica de La Patrulla Internacional de Bares para el San Dune Pub.