Finalmente unos días de verano

Volví a Suiza No. 18

Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com

Mauricio Castro

Está haciendo bueno—como dicen los españoles. Finalmente, sol y calor. Ha costado, pero llegó el sol, dicen que es solo por unos días…Con tal de aprovechar el sol corrí a buscar mis chanclas, mi tichers, mis chores y una gorra, pero adivinen qué…¡no encontré nada! El paquete en que eché todo lo guardé tan bien, pero tan bien que no sé dónde está, ni modo….

—Puta que calor hace hoy, no me puedo explicar cómo hace la gente del trópico para vivir con esos calores, y menos mi gente en Liberia, aquí está a 28 grados y me estoy ahogando—me dije para mis adentros.

“Castrosalazar: ¿a qué jugás?¿”del trópico”? Ahora se nos convirtió en un “machito europeo”, no me jodás, no te ves lo cholo que sos. Entendelo claramente: sos un mae del trópico por más que pretendás jugar a otra cosa”—me dijo mi vocecita interna que todo lo ve y todo lo oye.

—Diay, pero si es verdad, este calor se va poniendo insoportable—dije con tonito malcriado.

“Castrosalazar: reclamabas porque llovía y no había verano, ahora reclamás porque hace verano y subió la temperatura un poquitín…no se queda bien con su alma”—me dijo.

No hice mucho caso y me dije para mis adentros: —como no encontré mis chuicas de verano, me voy a poner una panta, voy a ponerme unos “aquasocs”, busco mis chunches de nadar y me voy para el lago, sino lo hago en estos días no lo voy a hacer nunca—

Efectivamente recogí los chunches y me fui para el lago Léman, decidido a nadar un rato.

Cuando llevaba unos 5 minutos bajando la cuesta hacia el lago, empezó en mi mente algo parecido al mae de aquel cuento que se le ponchó una llanta y no andaba gata y que a lo lejos vio una luz de una casa y decidió caminar para ver si le prestaban una gata…y que empezó a cuestionarse cada kilómetro que andaba: ¿y si llego y no me la prestan? Que colerón.

Pues así iba yo: ¿y si llego y está muy fría?

“Castrosalazar: cochinada de hombrecito, dejate de pendejadas, llegás al lago y sin pensarlo mucho te mandás”—me recomendaron desde adentro.

Cuando llevaba 10 minutos, al igual que el hombre que buscaba la gata, mi mente se iba preguntando conforme avanzaba: ¿y si está muy fría?

Pero seguí.

Llegué al lago.

Efectivamente un montón de gente nadando y gozando del agua. Y yo para mis adentros: ¿y si está muy fría? ¿Y si me tiro y el agua está muy fría y me da un patatus, cómo explico que me pasa? Ni el Chapulín Colorado me podrá ayudar…

“Castrosalazar: no seas pendejo, ¿no viniste al lago para refrescarte y nadar un rato? Además, ve que tenés bastante tiempo de no nadar y el doctor te lo recetó para la columna”—me decían desde adentro.

Iba con todo el impulso… Pero hice lo mismo que el mae de la gata cuando tocó la puerta y un señor le abrió…solo que yo en lugar “que se metiera la gata…” dije para mis adentros:–métanse el lago en el c…—

Ya en la casa no dejé de pensar: ¿cómo estos machos se meten a esa agua tan helada? No jodan, yo soy del trópico, yo con mi calorcito estoy bien, por eso tengo este color morenazo con que Dios me bendijo, sino sería rubio, en Liberia el agua no está fría, hasta tenemos ríos con agua caliente, ¿cómo me voy a meter a un lago que está con una diferencia de 13 grados con la temperatura ambiente? Me puedo morir, sí –me dije con fuerza para justificarme—me puedo morir…

“Castrosalazar: ¿no era que el calor te molestaba? ¿no era que no podías entender cómo la gente podía vivir en el trópico con esos calores? ¿no era que no entendías como vivía la gente en Liberia….?” —me dijeron desde adentro.

Y yo a modo de defensa dije: —la verdad es la verdad: al chancho con lo que lo crían—

Pero mi vocecita continuó dándome duro, y cada tiro más duro, “se te olvida tu origen”, “parecés a ese mae Solís que casi fue presidente que unas semanas después de llegar a Inglaterra casi no se acordaba del español y hablaba todo trabado, no jodás” y siguió con la retahíla….”vos que te creías ‘macho’ solo porque tenés 5 meses de vivir en Suiza…”

Hasta que al final me dijo: “Castrosalazar: la mona aunque se vista de seda mona se queda”

Eso es verdad—reconocí.

Y es verdad también que tenemos unos días de verano y que tristemente no encontré ni los chores ni las tichers ni las chanclas y para cerciorarme que no fue que había soñado con que las habías traído buqué las gacillas…y ahí estaban.

Revise también

Enrique Gomariz

De la matráfula a la política limpia

Respuesta a Josep Ramoneda Enrique Gomáriz Moraga El resultado mas evidente del parón para reflexionar …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cambio Político
Este sitio usa cookies. Leer las políticas de privacidad.