Fascismo ruso

Los seis principios de la ideología nacionalista de Putin

Christo Atanasov Kostov

dpa
ARCHIVO – El presidente ruso, Vladímir Putin. Foto: Kremlin

El ruscismo, también conocido como rashismo, rusismo o simplemente fascismo ruso, es la ideología que vertebra el régimen dictatorial de Vladimir Putin durante décadas. El término fue acuñado por periodistas para describir el ultranacionalismo ruso en Chechenia y Georgia a finales de la década de 1990. Sin embargo, comenzó a cristalizar en una ideología plenamente desarrollada, con un símbolo omnipresente —la letra latina Z— tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

La ideología ruscista tiene, sin duda, profundas raíces fascistas. Sus cimientos fueron establecidos por el pensador político ultranacionalista ruso Iván Ilyin (1883-1954), cuya obra Putin ha citado con frecuencia en sus discursos. Más recientemente, Putin se ha inspirado en las obras de los pensadores modernos de extrema derecha Alexander Dugin y Timofey Sergeytsev. Este último publicó un artículo en abril de 2022 en el que exigía la destrucción total del Estado ucraniano y su identidad nacional.

El ruscismo, al igual que otras formas de fascismo, defiende un sistema político ultranacionalista y dictatorial con un líder supremo fuerte que exige obediencia absoluta a los ciudadanos (incluidos todos los que viven en territorios de habla rusa).

Sin embargo, presenta algunas características distintivas con respecto a otras ideologías de extrema derecha. Estas incluyen un desprecio total por la realidad objetiva y un fuerte enfoque en el papel de Rusia en la historia mundial.

Los principios de gobierno de Putin son muy claros, y aquí hemos identificado seis que definen su política nacional e internacional.

1. Rusia ganó la Segunda Guerra Mundial

El ruscismo se apoya fuertemente en la historia. Según la propaganda difundida por Putin y sus seguidores, Rusia (entonces la URSS) ganó la Segunda Guerra Mundial por sí sola. Esta victoria otorga a Rusia un pase especial y perpetuo para cualquier pecado que pueda cometer.

Esto significa que fracasos como la Guerra Fría, el fiasco soviético en Afganistán y la brutal y continua invasión rusa de Ucrania que comenzó en febrero de 2022, junto con cualquier complicación que causen, son irrelevantes. Lo que realmente importa a Putin es que Rusia derrotó al nazismo. Por esta razón, Putin hace constantes referencias a la Segunda Guerra Mundial y a la coalición antihitleriana en sus discursos. De hecho, la justificación inicial dada para la invasión rusa de Ucrania fue liberar y «desnazificar» el país.

2. Rusia es una superpotencia mundial

Putin argumenta que la disolución de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX, y su misión es restaurar a Rusia a su antigua gloria.

Para lograr este objetivo, Putin cree que Rusia debe demostrar su poderío militar y exigir el respeto de la comunidad internacional. Por lo tanto, las invasiones de Georgia y Ucrania, así como su participación en Siria, no son incidentes aislados, sino un patrón de estrategia política deliberada y agresiva.

3. Rusia es una superpotencia nuclear

El presidente ruso ha insinuado o declarado abiertamente en varias ocasiones que Occidente debe tener en cuenta la capacidad nuclear de Rusia. También se ha retirado de los acuerdos internacionales para el control de armas nucleares y ha emplazado misiles nucleares en su vecina Bielorrusia.

Cree que el arsenal nuclear de Rusia impedirá que cualquier país se atreva a atacarla directamente, y se lo recuerda al mundo con frecuencia.

4. La disidencia debe ser aplastada

Cualquiera que se oponga a Putin debe ser controlado estrictamente, acosado regularmente, encarcelado y, de ser necesario, eliminado físicamente. El ejemplo más claro de esto es el abogado, líder opositor y activista Alexei Navalny, quien ha sido encarcelado repetidamente por cargos falsos e incluso envenenado con el agente nervioso Novichok.

Muchos otros opositores internos a Putin, como el líder comunista Gennady Zyuganov y, más recientemente, el nacionalista populista Vladimir Zhirinovsky, parecen representar una amenaza mínima para su mandato indefinido.

5. Apoyar a dictadores prorrusos

Al apoyar a dictadores prorrusos, como Bashar al-Assad de Siria a quien le dio asilo después que fuera derrocado o Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia, Rusia puede demostrar su relevancia política para Occidente. También demuestra lealtad a sus aliados, quienes pueden contar con Rusia independientemente de sus crímenes y políticas.

La mayoría de los aliados de Rusia no son democracias. De hecho, Rusia se ha comprometido recientemente a fortalecer sus lazos con Corea del Norte, un país considerado ampliamente como uno de los con peores historiales de derechos humanos del planeta. Apoyar a países como estos apunta a un elemento típicamente fascista de la ideología de Putin: quiere que el mundo sepa que la democracia no es el único modelo de gobierno viable.

6. Culpar a Occidente

Según la propaganda rusa, Occidente es el único responsable de la invasión rusa de Ucrania.

Los estadounidenses parecen ser el chivo expiatorio más útil y universal. Se les culpa de la solicitud de Ucrania de unirse a la UE y la OTAN, y de las noticias rusas.

Algunas fuentes incluso han llegado a responsabilizar a Estados Unidos por el mal tiempo.

Al presentar a Occidente, en su totalidad, como enemigo de los intereses rusos, Putin se provee de un sinfín de argumentos y justificaciones para las continuas agresiones e invasiones rusas.

Los intentos de cuestionar las motivaciones de Rusia a menudo se enfrentan a réplicas defensivas contra las potencias occidentales. Estas han incluido cuestionar las acciones de la OTAN en Serbia y Kosovo y destacar la violencia de los colonos estadounidenses contra los nativos americanos.

El fascismo se arraiga

El rusismo es ahora, a todos los efectos, la ideología del Estado ruso. Existía antes de la actual guerra en Ucrania, pero el conflicto ha catalizado su propagación en las instituciones y en la población en general. Si bien es un sistema complejo que se basa en siglos de conflicto global, su objetivo es claro: una ideología, un líder, un Estado, una nación.

Christo Atanasov Kostov no trabaja, consulta, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

The Conversation UK

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Un comentario

  1. Carlos Manuel Echeverria

    Mi artículo, publicado en cambiiopollitico.com , puede ser útil para entender el presente. Se puede ver en el siguiente enlace: https://cambiopolitico.com/la-propuesta-politica-de-alexander-dugin/237125/

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