Editorial: La mejor noticia de la pandemia

Ese hecho que muy pocos destacaron es, quizá, la primera revolución que consigue mejorar el humor de los costarricenses en medio de esta pandemia. El informe es sencillo: la Universidad de Costa Rica buscar crear un modelo de respirador mecánico que puede salvar muchas vidas.

Ese hecho que muy pocos destacaron es, quizá, la primera revolución que consigue mejorar el humor de los costarricenses en medio de esta pandemia. El informe es sencillo: la Universidad de Costa Rica buscar crear un modelo de respirador mecánico que puede salvar muchas vidas.

Al parecer, en Costa Rica hay talento, equipos, tecnología y, sobre todo, disposición, para construir aparatos que pueden salvar la vida de muchísimas personas.

Tal vez esa sea la distancia entre la vida y la muerte que no se dice, directamente: los países con mayor número de muertos son aquellos que no tenían suficientes respiradores para atender a los enfermos graves por el corona virus.

Esa carencia de respiradores es la que ha llevado a médicos de España e Italia a tomar la decisión de conectar o desconectar a sus pacientes. Eso ha llevado a algunos a jugar de Dios.

Ante eso, autoridades de todo el mundo han pedido a centenares de industrias del planeta que elaboren respiradores artificiales. El cálculo de los científicos dice que un cinco por ciento de los enfermos de corona virus termina padeciendo del llamado síndrome de distrés respiratorio del adulto.

Esa es la respuesta desmesurada de los pulmones ante el virus. Se dice que el mal crea una membrana que el oxígeno no puede traspasar. Eso produce insuficiencia respiratoria. Para eso no existe tratamiento. Simplemente hay que colocar a los pacientes en ventilación mecánica. A lo anterior hay que agregar el desarrollo bacteriano que produce neumonía o bronconeumonía, complicando así el cuadro en forma muy seria. Ante estas situaciones, los pacientes requieren con urgencia de respiradores artificiales, sin los cuales morirían en muy corto tiempo.

Los datos también muestran que entre el 30 y 40 por ciento de los pacientes contaminados por el virus, sufren la insuficiencia respiratoria. El respirador lo que hace es proporcionarle oxígeno a los pacientes. Es la diferencia, para muchos, entre la vida y la muerte.

Por eso es que la decisión de la Escuela de Física de la Universidad de Cota Rica, de acelerar gestiones para construir un modelo de respirador artificial, es lo mejor que podamos escuchar en estos tiempos de crisis.

En esos esfuerzos deberían sumarse todas las fuerzas universitarios de Costa Rica. Sabemos que el gobierno ha hecho tareas para comprar hasta 300 respiradores artificiales en los mercados internacionales.

Pero producirlos con la fuerza de nuestra inteligencia y tecnología es lo mejor que nos puede suceder. Los respiradores son los bienes más cotizados por la medicina actual.