Cuaderno de Vida
Gustavo Elizondo Fallas
Pero ese hombre de carne y hueso, con virtudes y defectos, fue el responsable de tomar una de las decisiones más importante de la historia patria, se convirtió en el primer general victorioso, que lejos de ampliar su poderío militar, como lo han hecho muchos dictadorcillos de este continente, disolvió sus propias huestes y el ejército nacional. Algunos pseudo historiadores se atreven a decir que ya en la Guerra Civil del 48 prácticamente no existía ejército, pero tengo un testigo aun con nosotros y otro que ya nos dejó, pero que me lo contó muchas veces, don Efraím Chacón y mi desaparecido padre, que ingresaron al Cuartel Bellavista en la toma pacífica de San José y lograron ver un arsenal de modernas armas sin usar, que demuestran el nivel de militarismo que existía.
A este hecho histórico, que se seguirá conmemorando todos los primeros de diciembre, debemos abonar a don Pepe todo el esfuerzo que hizo para mejorar la calidad de vida de los costarricenses, iniciando en el gobierno de facto de la Junta Fundadora de la Segunda República con la creación del ICE y la nacionalización bancaria, entre muchas decisiones que siguieron en sus posteriores gobiernos; eso generó paz y logró consolidar una sociedad más justa; ¿Quién va a discutir que eso no es otra cosa más que fortalecer la paz? Se diga lo que se diga, don Pepe le cumplió el compromiso a Ulate devolviéndole el poder en el plazo establecido y sin que existiera un pacto escrito, le cumplió a Calderón Guardia y a don Manuel Mora al, no solo mantener las Garantías Sociales, sino fortalecerlas.
Enhorabuena por esta decisión de la Asamblea, muy acertada y que sirva para que tomen buenas decisiones en los días que siguen, que lo hagan por la memoria de nuestro HÉROE DE LA PAZ.