Carta a un amigo liberacionista

Oscar Arévalo

Estimado amigo liberacionista: Escucháme, Restauración Nacional se los va a tragar sin eructar siquiera. En cuatro años lo verás. Están en capacidad de crear una nueva hegemonía. No se puede reducir el análisis político a tan pocas jugadas. Y mucho menos dejárselo al hígado. Acordáte de cuando jugábamos Risk, nada peor que un mae que no tiene estrategia, ni criterio y se convierte él mismo, en «el campo de batalla». Como diría Maquiavelo un Príncipe inteligente sabe distinguir asesores inteligentes y valorar criterios. Un Príncipe tonto, aunque se rodee de consejeros inteligentes seguirá siendo tonto. No podrá distinguir un criterio de otro. Y Fabricio Alvarado a lo más que llega es a astuto. A partir de ahí, te pronóstico un verdadero desastre. Y que lo que va a prevalecer son los intereses económicos de la corporación religiosa. Es más o menos como entregarle el Estado a una transnacional.

Y no me interesa convencerte de que votés por Carlos Alvarado. Me interesa dar la discusión, si se quiere, académica. Porque por lo demás, si bien este Gobierno tuvo muchos y serios errores, no fue el desastre que uds pronosticaron y de hecho fue un Gobierno muy parecido a los que hacían uds cuando eran socialdemócratas. Con el típico nadadito de perro incluido. La economía ha crecido, la inflación está controlada, la tasas de interés sostenidas para no desfavorecer mayorías, buen clima de inversión. Y bueno si, un tema fiscal heredado del cual compartimos responsabilidad con el PLUSC por no actuar a tiempo en esta Administración. Pero amigo, en el fondo sigo siendo socialdemócrata. Más a la izquierda que vos y más liberal filosóficamente. Si hubiera sido Antonio Alvarez el ganador, a pesar de tantas mentiras, campañas bajas e insultos de uds (que tampoco son ningunos santos), yo hubiera votado por lo más cercano a una propuesta republicana y socialdemócrata, es decir por el PLN. Con el hígado en la mano, pero con la cabeza fría. Y te puedo asegurar que no habrá ningún socialismo. No hay condiciones, ni Carlos Alvarado es de izquierda, más bien es un pragmático de centro. Para mí mucho más aterrizado que Ottón. En estos cuatro años lo único que pragmáticamente podrá hacerse es corregir el déficit siscal vía IVA (se que ustedes no van a estar de acuerdo en entrarle en serio a renta), corregir la duplicidad y la ineficiencia en el sector público y parar el crecimiento del mismo. Parar los pluses y demás erogaciones innecesarias. Eso, si se tiene el apoyo de las demás fracciones y partidos y de la burocracia (que por cierto, no es PAC).

Básicamente es de enderezado hacia una Estado más delgado y eficiente, sin caer en extremismos libertarios. Entonces compa, ¿podemos conversar un poco con la cabeza fría y pensando en el país, y dejar las sacadas de clavo y los resentimientos y las facturas mutuas, para más tarde? Para cuando no esté en juego la institucionalidad y el buen nombre el país.

La verdad es que el país ha dado un cambio generacional, y no es menor. Nosotros no terminamos de entenderlo, y estos jóvenes no terminan de crearlo y darle forma. Pero lo están haciendo. Y hasta ahora se las han arreglado para hacerlo en paz. ¿Ayudamos no estorbando o atizamos el odio? ¿Luchamos contra la historia y el cambio, o apoyamos con AMOR?