El Ateneo Domus Dei de la iglesia Santa Teresita

José Francisco Bolaños Arquín

A principios de 1960, el Padre Álvaro Solera Borbón, llegó a ejercer sus funciones en la Iglesia Santa Teresita del Niño Jesús en Barrio Aranjuez. La historia del actual templo data de 1930, cuya construcción estuvo a cargo del Arquitecto José María Barrantes Monge, el Ingeniero José Francisco Salazar y el Ingeniero Teodorico Quirós. Fue Declarada Patrimonio Arquitectónico el 18 de febrero de 1999.

Desde un inicio, el Padre Solera tuvo la idea de reunir a la juventud de la zona y así surgió el proyecto de construir el edificio del Ateneo Domus Dei, a un costado de la Iglesia. La comunidad con gran entusiasmo colaboró en diversas actividades sociales para recoger fondos. Se realizó un “turno” al costado norte de la iglesia, que dejó una utilidad de unos 15.000 colones y además se recurrió a un préstamo en un Banco Estatal por 50.000 colones.

De este gran esfuerzo en el año 1963 se hizo realidad la construcción del Ateneo. La popularidad fue creciendo, en donde acudían principalmente la juventud de los barrios: Aranjuez, Escalante, La California, Otoya y Amón.

Una gran atracción eran los frecuentes viernes bailables, amenizados entre otros por: Paco Navarrete, grupo Los Álamos, Cyros Cabezas, Solón Sirias, el conjunto panameño de Lucho Azcárraga, también estuvo Alberto Vásquez y los Tres Reyes. Un salón muy cotizado para realizar fiestas empresariales, quince años y matrimonios.

Es importante recordar la Semana Santa, por las famosas precesiones, por su organización y elegancia, con la dirección del Padre Álvaro Solera y el señor José María Junco, que atraía a miles de feligreses.

A finales de los 60`s el Ateneo fue perdiendo popularidad, por lo que nos reunimos un grupo de amigas y amigos de una nueva generación de la zona con el Padre Solera, quién nos invitó a conversar y se tomó la decisión de organizarnos nuevamente. Se formó una Junta Directiva donde formé parte de ella. El grupo fue creciendo y nos reuníamos los miércoles y sábados para compartir y cada cierto tiempo la organización de bailes.

En los inicios de los 70’s, el conjunto panameño de Lucho Azcárraga, estaba en Costa Rica, nos contactaron y nos hicieron un excelente precio por amenizar un baile. Su principal interés, era presentarse nuevamente a raíz de los grandes recuerdos que tenían de sus anteriores presentaciones. La actividad fue un éxito y pudimos hacerle frente al compromiso.

Pasaron los meses y al padre Álvaro Solera lo trasladaron a otra parroquia y en su lugar fue nombrado el padre Francisco Herrera Mora, que nos permitió continuar con las reuniones y actividades. Luego también fue trasladado a otra parroquia y llegó un nuevo sacerdote que no mostró interés de continuar con esta organización, perdiéndose así la oportunidad de mantener una relación cercana entre los vecinos.

– Lic. Administración de Negocios