¡Viva Heredia Carajo!

Freddy Miranda Castro

¡Viva Heredia Carajo!

El herediano es el club más exitoso en la última década. ¿Tiene ese éxito un nombre? Yo creo que sí: Jafet Soto. Esa es la encarnación misma de lo que es el sentimiento herediano. Prueba de que origen no es destino, porque Jafet es originario de Moravia.

¿Qué identifica hoy a Heredia como sentimiento colectivo? Su club de futbol. Este no es un territorio que destaque por una ciudad con un enorme patrimonio arquitectónico, económico, científico o académico descollante. Las glorias educativas del pasado, son eso pasado. La UNA no es un símbolo de excelencia. Heredia es un gran territorio dormitorio, en el que la mayoría de sus habitantes ni siquiera han nacido aquí. No es el número en una cédula lo que define si se es o no Herediano, no es un profundo arraigo territorial lo que caracteriza el ser herediano.

El pegamento colectivo que brinda distinción e identidad diferenciada hoy en día, a quienes habitamos lo que se denomina Heredia, es su club de futbol. Son los colores rojiamarillos del CSH. Y esos colores los ha encarnado en la última década Jafet Soto, más que cualquier otro dirigente de la divisa. Uno no puede pensar en la institución sin pensar en Jafet como entrenador cuando las circunstancias lo han demandado; como gerente deportivo desde hace mucho rato, como el boxeador de la palabra que es, para defender los colores rojiamarillos ante la caterva y las dirigencias de los otros clubes. Jafet es profundamente impopular con las otras aficiones, los árbitros, la federación; y por toda la burocracia de la institucionalidad nacional del futbol. Ningún otro gerente deportivo encarna a su institución como lo hace Jafet con el Herediano. Para los otros es una actividad profesional, para Jafet es su religión, su leitmotiv de existencia, es pasión visceral. Lo bueno y lo malo de la institución gira en torno a él.

A las personas con responsabilidades se les juzga por los resultados y los últimos 7 campeonatos del herediano, llevan el sello indeleble de Jafet Soto. En esta vida amigos todo se va o perece, como dijo el poeta; y lo que quedan son los recuerdos, las memorias y las leyendas. Jafet ya tiene ganado un meritorio sitial en la historia del Club Sport Herediano; de la ciudad y su territorio. Porque ser herediano no es una cuestión de nacimiento, es un sentimiento, una pasión profundamente arraigada al futbol de este territorio del mapa nacional.

Muchas personas viven aquí y han nacido aquí pero eso no las hace heredianas. Vienen aquí a estudiar, a trabajar, a dormir después del trabajo, a hacer hijos e hijas, a morir aquí, pero nada más. Igual lo pueden hacer viviendo y muriendo en cualquier otro lugar y no pasa nada. En estos tiempos de estandarización y homogenización cultural y económica, el mito y el sentimiento que une a quienes nos definimos heredianos es el de los colores rojiamarillos de su club deportivo.

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