Un verdadero mártir

Felipe Andrés Pérez Cabrera

Hassan Nasrallah
Líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. WikiCommons
La muerte de Hasan Nasralá realmente me estremeció, ha muerto para mi el mayor líder de oriente medio. Contrario a lo que decía la propaganda, el nunca dio la orden de atacar un objetivo civil dentro de Israel, hablaba fuerte y su mensaje era duro. Porque así debe hablar un líder humanista ante un genocidio, como el que realizan hoy contra Palestina. Siendo un líder religioso, Nasralá mostró tolerancia ante las demás creencias religiosas, jamás criticó el comunismo, el socialismo o cualquier otra ideología política, su ataque era frontal contra el sionismo, al cual criticaba con pasión al considerar estaba detrás del genocidio y jamás atacó al pueblo judío, de hecho siempre estuvo dispuesto al diálogo.

Nacido en el seno de una familia chií en los suburbios de Beirut en 1960, Nasralá terminó su educación en Tiro, cuando se unió brevemente al Movimiento Amal, y luego en un seminario chií en Baalbek. Más tarde estudió y enseñó en una escuela Amal. Se unió a Hezbolá, que se formó para luchar contra la invasión israelí de Líbano en 1982. Después de un breve período de estudios religiosos en Irán, regresó al Líbano y se convirtió en el líder de Hezbolá después de que su predecesor fuera asesinado por un ataque aéreo israelí en 1992.

Quienes de manera miserable apoyaron la extrema derecha dentro de Israel, son culpables de esta tragedia, un tipo como Netanyahu que sólo alberga odio en su corazón, no tolera los justos. Netanyahu sigue asesinando todos los liderazgos sensatos de Oriente medio, no sólo dentro de Palestina y los países vecinos, dentro del mismo Israel asesina o persigue los liderazgos sensatos. Netanyahu cuenta de su lado con los extremistas, no sólo con los que lo siguen, también con los extremistas que dicen querer acabar Israel, gente sin el más mínimo sentido común, gente que se deja manipular por el odio y termina enceguecida favoreciendo los intereses de quien dice es su enemigo.

Murió un justo, un hombre que realmente quería la paz para los judíos y palestinos, pienso detrás de su muerte hay traición, fue esta la única capaz de asesinarlo, como los grandes mártires de la humanidad. Nasralá aún vive Netanyahu no lo asesinó, ahora acompaña las luchas justas de la humanidad en nuestra alma.

Netanyahu no podrás con el Líbano, como no has podido con Gaza, eso está escrito en un libro, el libro sagrado de la vida, serás castigado por lo que has hecho contra pueblos hermanos, la tempestad que sembró lo lanzará a lo oscuro de nuestra historia humana.

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